“Joven, borracho, de madrugada, en la terminal de micros y con el culo al aire. Y sin embargo ni yo ni ninguna de las mujeres que pasó mientras duró el espectáculo lo violó ni lo mato. ¿Vieron muchachos que se puede respetar la vida del otro?». El posteo que se viralizó en las redes.
En pleno debate sobre un proyecto que busca prevenir y sancionar con multas de hasta siete mil pesos el acoso sexual callejero u otra conducta que resulte agraviante a la dignidad de las mujeres, el sitio Cosecha Roja publicó una nota sobre las palabras que compartió una mujer en las redes sociales.
“Ayer, cuando llegué a las 6 de la mañana a la terminal, había un flaco bastante en pedo que diez minutos después dormía profundamente.
Andaba con uno de esos pantalones inmensos que se les caen y les dejan el calzoncillo y la mitad del culo al aire.
En resumen: joven, borracho, de madrugada, en un lugar con un ambiente no muy lindo como es la terminal a esa hora y con el culo al aire… y sin embargo ni yo, ni ninguna de las mujeres que pasó mientras duró el espectáculo, ni lo violó ni lo mató.
Vieron muchachos que no es tan difícil y que sin importar qué tan alcoholizado esté o de qué forma esté vestido, se puede respetar la vida del otro???”.
Georgina Riverós escribió este texto en el Facebook, su hijo hizo una captura de pantalla del posteo y se viralizó: tuvo más de 30 mil compartidos en las redes sociales.
La mujer es sanjuanina y trabaja en un puesto de la empresa de micros Andesmar, en la terminal de ómnibus de la capital provincial. Los fines de semana entra a trabajar a las seis de la mañana, cuando muchos chicos están saliendo de los boliches. Un hombre compró un pasaje e hizo un comentario por una chica que estaba con minifalda. “Después se quejan cuando las violan”, le dijo. “Eso me hizo pensar en el chico que había visto cuando llegué, que apenas se tenía en pie de la borrachera y que para entonces ya estaba durmiendo en un banco”, dijo en otro posteo.
Después de contar su experiencia le llegaron críticas y mensajes de apoyo y cariño. El mejor fue de un hombre que le escribió para decirle que gracias a ella había entendido que el problema no era la ropa de las mujeres sino la actitud de los varones. “Él era de los que le gritaban cosas en la calle a las mujeres y que decía ‘habrá que ver como iba vestida’. Me dijo que nunca lo había visto desde el otro ángulo”, contó.
Riverós tenía un programa de radio sobre salud y violencia de género. “Me asqueaba escuchar a toda la gente que justifica el acoso callejero, los manoseos, las violaciones, diciendo que la mujer se lo buscó de algún modo. La víctima nunca es culpable. Nada justifica un golpe, un acoso, un manoseo y una violación. Más allá de la hora en la que andamos por la calle, de si estamos borrachas, si estamos solas o de cómo estemos vestidas, somos personas dignas de respeto”, le dijo a Buzzfeed Español.