Los policías señalados en la desaparición en el 2011 del trabajador salteño Daniel Solano que trabajaba en Río Negro fueron liberados. Ante el repudio que el anuncio generó, allegados a los policías empezaron a hostigar a los familiares del salteño que se instalaron en Choele Choel para exigir justicia.  

Los policías fueron liberados el miércoles pasado tras cumplir tres años de prisión preventiva sin juicio y estaban acusados de asesinar al obrero salteño en noviembre de 2011. Frente a ello y como oportunamente lo informo La Izquierda Diario, el padre de Daniel, Gualberto Solano, anuncio una huelga de hambre en Choele Choel.

Los policías estaban detenidos desde julio de 2012 cuando la movilización popular y las pruebas cada vez más contundentes obligaron a que siete agentes de la Provincia de Río Negro fueran detenidos acusados de hacer desaparecer y asesinar al joven salteño Daniel Solano. Los policías detenidos eran Sandro Berthe, Juan Barrera, Pablo Bender, Diego Cuello, Andrés Albarrán, Diego Quidel y Héctor Martínez quienes fueron liberados la semana pasada por el juez Julio Martínez Vivot.

El repudio a la decisión del juez no se hizo esperar y por las redes sociales y otros medios se multiplicaron las voces de bronca e indignación de quienes se han comprometido en todos estos años con la causa de Gualberto Solano, el padre de Daniel, del abogado Sergio Heredia y de decenas de vecinos de Choele Choel que se solidarizaron y movilizaron todo este tiempo contra la impunidad. “Casi inmediatamente, los policías involucrados en el Caso Solano, a través de sus familiares y amigos, comenzaron a hostigar y agredir por las redes sociales a quienes manifiestan su repudio a la decisión del juez y sus repercusiones nocivas para la búsqueda de justicia”, reseñó en el día de hoy La Izquierda Diario