Una nota publicada hoy por el portal Informate Salta al respecto de la aprobación en Diputados de un proyecto sobre el cupo de mujeres en las listas, critica el aumento al 50%. Una clara muestra de la misoginia imperante en estas tierras.

En la sesión de anoche Diputados aprobaron ampliar al 50% el cupo de mujeres en las listas. El proyecto de Ley fue autoría de las Diputadas Francisca Jiménez, Emilia Figueroa, Alejandra Navarro, María del Socorro López, Gabriela Martinich, Matilde Balduzzi, Estela Crausaz, Liliana Guitián, Silvia Jarzún, Irene Soler y Marisa Villanueva.

La iniciativa busca modificar el artículo 38 de la Ley N° 6444 sobre Cupo Femenino y solicita una mayor equidad y paridad entre géneros al momento de componer una lista para cargos electivos provinciales y ahora deberá pasar por el Senado para su aprobación definitiva.

Dicha modificación establece que “A los fines de garantizar a los candidatos de ambos géneros una equitativa posibilidad de resultar electos, la participación equivalente y proporcional establecida precedentemente deberá respetar imperativamente la postulación en forma alternada, es decir, intercalando uno de cada género por cada tramo de dos candidaturas. Cuando se convoque para elegir un sólo cargo titular, el candidato suplente deberá ser de género distinto al que se postule para aquél”.

Al respecto la autora del proyecto, ejemplificó con lo que sucede en la Legislatura salteña, en donde ambos cuerpos no llegan a cumplir con la representación del 33 % que establece actualmente la ley, siendo perjudicadas las mujeres. Por eso marcó que aunque se respete ese actual porcentaje en la conformación de la listas, no necesariamente deja en posiciones expectantes a las mujeres para acceder a los cargos, motivando el pedido de reforma de la Ley.

Sin embargo, la diputada Jiménez remarcó que en la Cámara de Diputados, las mujeres vienen logrando cada vez más participación, y destacó como un logro la conformación de una comisión integrada exclusivamente por todas las legisladoras.

Por su parte la diputada Liliana Mazzone pidió que este avance no se limite solamente a cargos electivos, sino que se replique en la Corte de Justicia y en el Gabinete provincial.

El diputado Guillermo Martinelli señaló que el sistema de colectoras generó una distorsión en la representación  y expresó que “por una cuestión cultural, fuimos los propios hombres quienes menoscabamos los derechos de las mujeres”.

En tanto las diputadas Gabriela Martinich y Emilia Figueroa, expresaron su desacuerdo al tratamiento que se hizo sobre el proyecto en un medio gráfico local, que tituló la nota con un estereotipo asociado a una prenda de vestir.

El diputado Lucas Godoy reconoció la tarea realizada por las diputadas salteñas con este proyecto y  manifestó que sería interesante y “enorme” que esa misma iniciativa se plantee  en otras provincias del país.

En la redacción final del proyecto aprobado se eliminó el párrafo del artículo que establecía que “producida una vacante, se cubrirá en forma inmediata y en primer término, por un  candidato del mismo género que siga en el orden establecido en la lista oficializada por el Tribunal Electoral, y el suplente completará el período del titular al que reemplace”.

Periodistas: machos salteños

Así las cosas y  con la media sanción unánime del proyecto, las críticas de los medios más conservadores de nuestra ciudad no se hicieron esperar. El portal Informate Salta en una nota de opinión, tituló que la ampliación al 50% “es una exageración y se espera que el Senado no apruebe este proyecto”. Luego se pregunta si será “¿Cupo o empleo?” y señala: “De más está decir que es una exageración, más cercana a la idea de generar una bolsa de empleo que a justificarse desde la representatividad”. No conforme con esa descripción alega que la iniciativa es una discriminación para los hombres: “Suena hasta discriminatorio para el hombre, con mayoría de participación en la actividad política, limitar a un 50% su integración en las listas. Es difícil sostener con qué finalidad o qué beneficios reportaría tener un 50% de mujeres sentadas ocupando bancas, cuando lo que a un político debe exigirse es capacidad para ocupar un cargo. No puede considerarse al género como condición para acceder a un puesto”.

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Para finalizar, el autor de la nota refleja la amenaza que a su modo de ver, no solo la mayor participación femenina representa, sino también la posibilidad a futuro de “un cupo a otros géneros”: “Elevar la cantidad de mujeres en la representación política no es garantía de calidad. Un legislador no legisla para un sector, la mujer no legisla para la mujer, el hombre no legisla para el hombre. No debemos olvidar que todos somos ciudadanos iguales. Si seguimos buscando una representación por condiciones, podrían aparecer proyectos que obliguen a dar un cupo a otros géneros con derechos en nuestro país desde la Ley de identidad de género, y el sistema político se terminaría desvirtuando”.

Mientras que en el mismo sentido el periodista Martín Grande opinó «Una locura esto que está haciendo la Cámara de Diputados, si las mujeres creen que van a ocupar lugares en base a leyes, las leyes tienen que estar justamente destinadas a abrir el camino y facilitarlo para que el camino de ambos sea igual o por lo menos parejo, pero ocupar el 50% de las listas de los cargos electivos es una verdadera locura.  Ya no me gustaba el 30%, pero el 50% ya es una locura».