Humberto Colautti fue uno de los personajes más requeridos por toda la prensa nacional para aclarar qué pasó con la suspensión del show de Alfredo Casero. No sólo se publicó el porqué de su decisión sino también cómo llegó a tener la sala. (Aníbal Roldán)

La cancelación del show de Alfredo Casero por sus declaraciones en contra de los desaparecidos y Abuelas y Madres de Plaza de Mayo colocó a Humberto Colautti —quien está a cargo de la sala El Teatrino— en el centro de las miradas.

Su nombre estuvo en boca de los principales medios porteños y salieron a luz revelaciones inquietantes sobre su historia. Es conocido que Colautti fue nieto recuperado y que su padre era asesor de Hugo Chávez en Venezuela pero poco y nada se sabía sobre cómo hizo para tener la sala.

Según se pudo conocer, no fue él quien puso el dinero para abrir El Teatrino sino su expareja. En ese sentido salió a luz que existe una demanda en el Juzgado Federal de Salta, en la cual se le  “solicita el cese del uso comercial por parte del accionado en el local ubicad en la calle Aniceto Latorre 1211 de esta ciudad”.

En un principio el galpón cultural se encontraba dos cuadras antes, donde ahora se encuentra Salta Danza. Con la suspensión del stand up de Casero, se destapó, también, los financistas de la puesta en pie de la sala a cargo de Colautti. Se sabía que la fundación de Abuelas y Madres de Plaza de Mayo y la gestión de Juan Urtubey habían sido los auxilios económicos, sin embargo, nunca había salido a la superficie el nombre Gerardo Ferreyra, reconocido empresario mediático K (dueño de Radio del Plata) y actualmente detenido por las coimas que pagó su empresa —Electroingeniería S.A.— a los funcionarios del gobierno kirchnerista para la ejecución de millonarias obras.

Con la suspensión del stand up de Casero, se destapó, también, los financistas de la puesta en pie de la sala a cargo de Colautti.

El año pasado desde estas páginas publicábamos una nómina de los beneficiados por el festival de Créditos Fiscales otorgados por la dupla Parodi-Montero, donde aparecía el nombre de Colautti. En dicha publicación señalábamos: “Entre los beneficiados se encuentran personalidades conocidas. Un ejemplo es Sergio Chibán, el expresidente de la Liga Salteña. Su caso es la muestra de todas las ayudas que se pueden obtener a pesar de no tener grandes necesidades. Chibán, quien es dueño de un local en el Alto Noa Shooping y tiene en su poder la franquicia de la exclusiva marca SOHO, mediante LUSER SRL recibió casi 2 millones de pesos en certificados de créditos fiscales para invertir en un hotel boutique. Nadie puede decir que el organizador del bingo de la liga y hermano del dueño de New Time, una de las confiterías más importantes de la provincia, sea un menesteroso, sin embargo, no solo tiene enormes contratos de alquiler con el estado provincial sino que recibe un auxilio económico para seguir expandiendo su fortuna.

Otro ejemplo que ilustra a la perfección es Humberto Colautti. El dueño de El Teatrino, quien mediante la empresa Industria Cultural SRL recibió $ 300.000 (trescientos mil pesos) bajo el fundamento un “incentivo” al sector turístico. Desde sus inicios fue ayudado desde Nación y Provincia, incluso el gobernador estuvo en la inauguración de la sala como muestra de la confianza entre ambos. La manera de devolver esto para Colautti y Chibán es sencilla: en el caso del primero lo hace con el alquiler de la sala para eventos gubernamentales, mientras Chibán lo hará con habitaciones en el lujoso hotel”.

Cuando hay tanta información como el agua por algún lugar fluye. Ya había saltado que La Cámpora estaba metida en la boletería de El Teatrino y cuidadosamente se encargaba de chequear la caja como así también que tenía un acuerdo con el gobierno para recibir una mensualidad, la cual no llegaba a los 6 dígitos pero sí que le permitía tener un nivel de vida medio alto; sin embargo nadie conocía que pese a todas las ayudas que recibió, al parecer, le anda faltando dinero, por lo menos así lo indica el Banco Central de la República Argentina: en lo que va de 2018 tiene 25 cheques rechazados por casi medio millón de pesos.