Personas que cobran el estacionamiento medido en la ciudad nos relatan el día a día en su trabajo, la precarización laboral que padecen y una regularidad poco conocida: muchos de ellos se deslizan a la ocupación obligados por las bajas jubilaciones que perciben. (Stephanie Tiemersma)

Durante el día muchos hombres y mujeres se dedican a cobrar estacionamiento en Salta. El trabajo consiste en entregarle al conductor estacionado un ticket que cuesta diez pesos y cubre una hora en cualquier estacionamiento medido de la ciudad. Preferentemente antes y no después de que el coche se retire, deben pedirle el dinero al conductor.

El ticket debe contener el número de dominio del vehículo, el de boleta, la fecha y la hora en la que se la dejó. De lo que los usuarios le pagan, los prestacionarios sacan un 70% mientras el resto se lo queda la municipalidad. Cada uno de estos trabajadores tiene un legajo en el que está registrado. El trabajo dura 5 horas pero hay veces que los autos se quedan hasta tarde con el objetivo de no pagar y los trabajadores del estacionamiento tienen que quedarse esperando o perder el dinero del ticket. La municipalidad no se hace cargo del monto perdido  pues estas personas no trabajan en relación de dependencia, compran a 150 pesos cada talonario y la municipalidad se encarga de que los ocupen todos.

“No tenemos relación de dependencia pero, por otro lado, Tránsito siempre se fija si están todos los autos con ticket” nos cuenta uno de los hombres encargados de cobrar mientras los autos aparcan cerca del club Gimnasia y Tiro. No quiso dar su nombre tampoco sus iniciales porque desea evitar problemas con los inspectores y las autoridades municipales. “La municipalidad se asegura la plata, sino pagas no te dan el talonario, pero si un auto se queda y nosotros ya nos tenemos que ir, corremos con ese ticket. Perdemos más nosotros que ellos” explica el hombre.

Ganarse la vida

“Yo gano 5.500 pesos de sueldo por haber trabajado de administrativo toda mi vida. Ahora tengo 70 años y tengo que seguir trabajando para poder llegar a fin de mes, todo sube en este país”, se lamenta otro prestacionario que trabaja en la misma zona y  que padece de artrosis y  no tiene una obra social que lo cubra

“La calle es lo peor, hay lluvia, frío, me tengo que vacunar todos los años contra la gripe y más la artrosis se hace difícil. Trabajamos en negro. Lo único que hay que hacer es solicitar permiso a la municipalidad. Si un día a mí me pasa algo nadie me paga un sueldo. Es lo que hay no se encuentra más trabajo y menos a mi edad. A una de las señoras que trabaja al frente la chocaron y tenía que venir a trabajar en muletas, apenas podía”, relata el trabajador quien además nos dijo que ellos no cuentan con sindicato.

Conflictos en el trabajo

”Este trabajo tiene sus días, a veces está más movido, a veces no. Algunos te pagan ni bien estacionan otros no te quieren pagar. Acá en la plaza, por ejemplo, se juntan a tomar, a fumar y causan problemas. La última vez se empezaron a tirar limones. Ensuciaron todos los autos y después la gente nos venía a reclamar pero nosotros no estamos para cuidar el orden público. Debería haber policías en la plaza porque acá solo están los de tránsito y están en moto dando vueltas por muchos lugares” reflexiona MJR, una mujer joven que está embarazada y tiene otro hijo al que mantiene con su trabajo y el de su marido que es albañil

“Acá a veces se hace plata y a veces no. En esta época hay pocos autos. En verano es mejor pero igual no alcanza para mantener una familia y menos los fines de semana porque vienen los artesanos y nos piden que les hagamos precio pero nosotros no podemos hacer eso, la cantidad que hay que pagar la pone la municipalidad” reflexiona la joven.

“La ordenanza dice que si yo no denuncio que alguien no quiere pagar, ellos me suspenden” nos cuenta FC. Hace referencia a la ordenanza 12.170 que dicta que los prestacionarios serán suspendidos en caso de no denunciar “a los usuarios que se oponen al pago total del servicio de estacionamiento público y medido ante la autoridad de control”. En caso de que alguien se vaya sin abonar se debe llamar a la policía de tránsito

“Hay épocas en las que gano más acá que con mi jubilación. Yo trabajaba en una empresa de construcciones con un básico bajo y en base a eso me jubilé” nos comenta FC. Esto es algo preocupante a nivel nacional porque en febrero de este año ya se discutió la posibilidad de un recorte jubilatorio. “Es una pena que uno trabajando tantos años, no pueda descansar tranquilo siendo viejo” concluye nuestro entrevistado.

“Si nosotros tenemos algún tipo de incidente nos tenemos que cubrir solos. No tenemos seguro. Yo me jubilé de mi antiguo trabajo en el campo por un accidente de trabajo, perdí un brazo” nos dice JLV quien cobra estacionamiento cerca del Hotel Alejandro. Tiene 69 años y aún sigue trabajando ya que su esposa tiene cáncer y no pueden cubrir los gastos. “El PAMI ayuda en algunas cosas pero igual no alcanza, tengo que salir a cobrar estacionamiento porque los tratamientos y las operaciones son caras. Uno se rebusca como puede, imagínese que yo hace treinta años que trabajo acá” dice este hombre con la resignación propia de quien parece creer que su trabajo es un mal hábito del que no puede despojarse.