En medio de la sesión del Concejo Deliberante, una edil del Partido Obrero se puso a revisar su Facebook. No presentó ningún proyecto.
Ya hemos gastados todos los chistes cuando la Ministra de Derechos Humanos tuiteó lo del Banana Konk. También cuando desde la cuenta oficial del gobierno alguien mostró su desempeño en un juego de dinosaurios.
Del PO se esperaba algo distinto. Mucha gente los votó esperando que fueran diferentes, una alternativa. Que estuvieran a la altura de las circunstancias.
Pero siguen con adolescentitis.
La foto es bastante clara: en la primer sesión en el Concejo Deliberante la concejal Jorgelina Franco, del P.O, fue fotografiada viendo su perfil de Facebook cuando debería estar realizando su trabajo legislativo.
Parte del trabajo legislativo es escuchar a los otros. Mostrar, al menos, ese respeto.
El sitio Movileros Salta recordó que n o es la primera vez que un concejal en vez de estar realizando su trabajo legislativo, dedica ese tiempo al entretenimiento: ahí está el caso del exconcejal Burgos que estaba viendo un partido de fútbol -según él, era la repetición de un gol- desde su Tablet.
Hacer la revolución no es darle un “me gusta” a “aguante Trotsky” o sacarse una foto leyendo algún libro de Marx, mientras se posa con cara de este-tipo-la-tiene-reclara,
No. Para cambiar la realidad, hay que trabajar. Trabajar mucho. Es una pena tener que recordárselo a militantes de un partido con ese nombre.
La concejala: