Tras años de exclusión, ATE participara de las paritarias del PAU de la UNSa. Representará a parte del Personal de Apoyo Universitario hasta ahora representado por la Asociación del Personal de la UNSa (APUNSA) dirigida hace varias gestiones por Martín Corregidor. (Fernanda Sola)

Aclárese algunas cuestiones antes de zambullirse en la nota: la Universidad Nacional de Salta se compone de tres claustros: los estudiantes, los docentes-investigadores y el personal de apoyo. Estos dos últimos son trabajadores del Estado nacional por tratarse de una jurisdicción federal. En su calidad de trabajadores tienen su mentado derecho a organizarse sindicalmente, a que esa representación se efectivice en negociaciones paritarias y además a tener la libertad para sindicalizarse con aquel gremio que consideren más afín a sus intereses.

En el caso de los PAU (Personal de Apoyo Universitario), el gremio con más afiliados es la Asociación del Personal de la UNSa (APUNSA), dirigida hace varias gestiones por Martín Corregidor. Sin embargo luego de que en 2002 aflorara un conflicto por las recategorizaciones del sector, una serie de trabajadores se nucleó en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), ampliando las posibilidades de la libertad sindical pautada por convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) -el 83, el 98, el 151 y el 154.

“A partir de 2.002 re-surge la afiliación a ATE en la Universidad en el marco de la discusión por el re-encasillamiento del sector PAU, porque los compañeros no se sentían representados por la posición de APUNSA” determina Jorge Torres, quien ha sido delegado de ATE en la casa de altos estudios desde 2.007 a 2.011. Los PAU tenían un régimen de categorizaciones que iba en orden creciente de 1 a 11, que fue modificado por el actual que va del 7 al 1; en esos tramos de re-asignaciones basado en adecuar los salarios a las funciones reales de los trabajadores, “si vos eras amigo del gremio te iba bastante mejor con tu re-categorización”, denuncia el referente de ATE que por aquel conflicto actualmente mantiene un litigio judicial contra la Universidad Nacional de Salta.

Sin embargo la historia de ATE en la Universidad no empieza allí, puesto que ya en los albores de la vida universitaria se le reconocía presencia a la Asociación a través de la Resolución Nº 668/73 del Rectorado dictada el 19 de Octubre de aquel año y firmada por el ex Rector que presta su nombre a la sala del Consejo Superior actual: Holver Martínez Borelli.

Aquel vetusto documento en su artículo primero se aventuraba a “autorizar a la Dirección General de Administración a efectuar en planillas de haberes el descuento mensual correspondiente a cuota societaria de los afiliados a la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) -Seccional Salta- que presta servicios en esta Universidad”, aunque Torres rememora que “con el tiempo se hizo desaparecer el descuento a los afiliados de ATE”, también reconoce que por causas desconocidas para él no hubo afiliados a ATE en la Universidad por muchos años.

Al calor de la lucha por las recategorizaciones ATE recupera adeptos, comenzando un tumultuoso camino de tribulaciones tanto para conseguir que se recupere la cuota sindical a su gremio como para que sean reconocidos como interlocutores válidos en las paritarias. En cuanto a lo primero, recién el 7 de Noviembre de 2005, por Resolución 440 del Consejo Superior, recuperan su habilitación a recibir un código dentro de la liquidación de sueldos -el 22- que les permita acuñar los aportes de sus afiliados. Sobre lo segundo, se requiere de un apartado particular para ilustrar el hasta ahora inacabado derrotero.

¿Y las paritarias?

Al cabo de las innumerables idas y venidas que se dieron para reconocer la legítima actuación gremial de ATE en la Universidad, hubo una disposición diáfana que decía explícitamente: “Del análisis de las consideraciones expuestas (a lo largo de todo el documento), se infiere que ATE posee capacidad para representar a los trabajadores de la Universidad Nacional de Salta”. Se trataba de un dictamen del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, fechado el 6 de Junio de 2005. Por ello en Noviembre de ese mismo año la Universidad dictamina la recuperación del código para la cobranza de la cuota sindical a los afiliados a ATE.

Más allá del aporte económico, los miembros de ATE comenzaron a desarrollar una lucha para ser parte de las paritarias del sector PAU. Para ello se pusieron bajo de los ya citados convenios de la OIT -que tienen jerarquía constitucional- y también de la Ley Nacional 24.185 de convenciones colectivas de trabajo de la administración pública, que estaría por encima de cualquier decreto, convenio, resolución, dictamen o costumbre, según la pirámide legal. Por ello ninguna de estas normativas menores puede ir en contra de lo que estipulan los tratados internacionales o las Leyes Nacionales.

El artículo cuarto de la Ley señala que “la representación de los empleados públicos será ejercida por las asociaciones sindicales, uniones o federaciones con personería gremial”, mientras que el sexto completa que “en el caso de negociaciones en el ámbito sectorial, intervendrán conjuntamente las asociaciones con personería gremial que correspondan a dichos ámbitos y aquellas que en el orden nacional incluyan a este sector en su ámbito de actuación”. Con lo cual puede deducirse que no hay exclusividad de ningún sindicato por sobre otro, pueden convivir en el sector, y si llegase a haber diferencias para organizar el reparto de interlocutores para la paritaria, se decide su repartición tomando en cuenta qué gremio tiene más afiliados, es decir, más grado de representatividad.

Hay otro dato a tener en cuenta según lo que dicta la legislación: la personería gremial, que por supuesto tiene mayor peso que la mera inscripción gremial. En ese sentido Jorge Torres comenta que “a pesar que teníamos la personería no íbamos a la paritaria debido a sucesivos dictámenes -que tienen menor jerarquía que la ley- del Ministerio de Trabajo de la Nación en favor de APUNSa” que el Consejo Superior acataba y vehiculizaba. Sin embargo el afiliado de ATE no se demora en denunciar que “he visto a Martín Corregidor presentar notas en el Consejo Superior que no tenían ni membrete ni firma y que aparentemente venían del Ministerio de Trabajo”.

Por ello Torres argumenta que si las cosas se hubiesen hecho como correspondía no sólo se tendría que haber dejado participar a ATE desde hace aproximadamente una década en las paritarias sino también se tendría que haber priorizado su participación, ya que “si no tenés personería gremial -refiriéndose a APUNSA- no podés ir contra un sindicato que ya la tiene”. ATE tiene su personería como sindicado grado uno desde hace décadas, es la Nº2, mientras que APUNSA la tramitó el año pasado, oportunidad en la que debieron regularizar situaciones contables como los balances. “El año pasado hicieron una asamblea para aprobar doce balances seguidos, sino no conseguían la personería”, dispara el actual Secretario de Formación de la Comisión Directiva Provincial de ATE, Jorge Torres.

Antes de conseguir la personería gremial APUNSA veía como una amenaza el embiste de ATE como interlocutor válido para la paritaria PAU de la Universidad, por ello el 9 de Febrero de 2010 Martín Corregidor elevó una nota al Ministerio de Trabajo de la Nación solicitando que “no se excluya a la Asociación de Trabajadores de la UNSa” de las mesas de negociaciones. Para ello citaban las convenciones de la OIT y la legislación constitucional que otras veces desconocieron en sus expeditivas presentaciones ante el Consejo Superior de la Universidad.

Torres asegura que de ninguna manera ATE pretendería excluir a APUNSa de las paritarias, ni antes ni ahora que tienen la personaría gremial, y se fundamenta diciendo que tal como regula la Resolución 255/2.003 del Ministerio de Trabajo, la personería gremial de un sindicato no desplaza a la de otros. No obstante exige que se sustancien las paritarias que desde hace meses no se convocan.

Luego del 29 de mayo del corriente año, día en el que el Consejo Superior mediante su resolución 142 aprobó el ingreso de ATE en la paritaria PAU, atribuyéndole un interlocutor en la mesa de negociación, no se han vuelto a consumar convocatorias a discusiones entre la patronal y representantes de los trabajadores. Sobre esta dilación Torres recuerda que anteriormente se realizaban paritarias al menos una vez por mes, mientras que ahora no se convocan para mantener en un sombrío ostracismo a ATE como miembro legítimo de esa instancia.