Una puestera del mercado artesanal denunció a la funcionaria Reina Ferril, quien además es cacique de la comunidad kolla El Desierto, por agresiones físicas, verbales, racismo y difamación. Señalan connivencia del gobierno municipal.
Un nuevo escándalo sacude al municipio de San Antonio de los Cobres, en el departamento Los Andes. Esta vez por una grave denuncia que involucra nada menos que a la secretaria de Turismo, Reina Ferril. La consignataria de un puesto de comidas del mercado artesanal (del que Ferril es administradora) la denunció por agresiones físicas, verbales y discriminación, entre otros delitos, que quedaron constatados en una grabación.
En la denuncia, la puestera deja constancia que, al llegar a la oficina de Ferril para entrevistarse con ella: «fue agredida por la acusada quien la sorprendió tirándole de los cabellos, donde otro personal logra separarla». La exposición está respaldada por un video en el que se ven las agresiones de la funcionaria.
La denuncia policial, además, fue acompañada de una carta dirigida al intendente municipal Alberto Carral, en la que se detallan todos los tipos de violencia sufridos por la trabajadora. Desde su ingreso como administradora del mercado, los puesteros aseguraron sufrir: Hostigamiento laboral, maltrato, agresión física y verbal, discriminación hacia las personas, amenazas, abuso de poder, uso indebido del espacio físico del mercado artesanal (tomar bebidas alcohólicas), entre otros.
«Las actitudes de esta persona perjudican al mercado artesanal, municipio, departamento e incluso hacia su persona como intendente municipal. Por lo tanto, la imagen de todo el municipio se ve manchada por un personal de turismo incompetente», manifiestan los denunciantes en la misiva.
Caciques conflictivas
No es la primera vez que se dan situaciones conflictivas que involucran a caciques y dirigentes del departamento Los Andes. El gobierno municipal de San Antonio de los Cobres es señalado como responsable de haber fomentado el crecimiento de pequeñas burocracias que se arrogan la representación de las comunidades en forma autoritaria.
En Olacapato, los pobladores denuncian desde hace tiempo el manejo discrecional y verticalista de la dirigente Clara Acoria, que entre otras cosas, impide el acceso al trabajo genuino de los habitantes.
Otras situaciones similares se vivieron en Laguna Seca, donde se desarrolla un proyecto fotovoltaico y en el Parque Solar de Olacapato, donde hubieron múltiples bloqueos.
