El Estado, una vez más, estuvo ausente en un caso que podría haber terminado en una tragedia. La historia de Plumaria y por qué el Ministerio de Turismo trató de tomar como un logro propio, un emprendimiento privado, hasta que este emprendimiento dejó sin luz a toda una ciudad.
L.S.
Cuando durante la semana se conoció que el flamante globo aerostático de Cafayate había chocado con unos cables y dejado sin luz a todo el pueblo, los salteños lo vivieron como una constatación: estamos condenados a ser Springfield.
En las redes se multiplicaron, por supuesto, los chistes; siempre es mejor reír que llorar. Pero el humor terminó tapando dos cuestiones muy graves: podría haber sido una tragedia y el Estado se lavó las manos cuando es el responsable de habilitar este emprendimiento. El Ministro de Turismo, Mario Peña (Junior), incluso fue más allá: viajó hasta Cafayate estuvo en la inauguración y posó para la foto, avalando y promocionando el emprendimiento, casi como si fuera un logro propio.
Poco serio
El parte, además de pomposo, intenta transmitir eso: un logro de Mario Peña. Citemos: «El Gobierno provincial se ha propuesto el objetivo de fortalecer y acompañar el crecimiento de la industria turística local por su capacidad transformadora en términos de ascendencia socioeconómica. Esta decisión política se ve reflejada en el desarrollo del plan estratégico “Liderar” que, en su extensión, plantea el acompañamiento para aquellos emprendedores que asumen el desafío de generar experiencias innovadoras que permitan resignificar el sentido de la frase “Tan linda que enamora”… En este marco es que se da la inauguración de Plumaria, un nuevo proyecto turístico que invita a reconfirmar y resignificar el por qué Salta es reconocida a nivel internacional como uno de los lugares imperdibles de Argentina. Ya que a través de su propuesta será posible cumplir el sueño de recorrer a bordo de un globo aerostático la imponente extensión de Cafayate».
Empecemos por el principio
Plumaria, la empresa prestataria del servicio, es en realidad una segunda marca o fachada de otra empresa: PHAWAY SRL.
La constitución legal de PHAWAY, según consta en el Boletín oficial de Salta, es del 12 de agosto de 2020. Sus socios son el ingeniero electrónico Gustavo Hernán Carracedo y su esposa, de profesión comerciante. El objeto social es el que finalmente desarrolla Plumaria: transporte de pasajeros para el turismo y viajes especiales; aunque también incluso provisión de servicios técnicos asociados a las telecomunicaciones, etc.
Carracedo, además, es además integrante de la Cámara de Proveedores de Empresas Mineras de Salta (Capemisa), pero eso no viene al caso.
Plumaria tiene como logo, en su página web, la frase: «experiencias en el aire». El plural de experiencias es llamativo, porque es justamente de lo que carece la empresa. Incluso en su página web, hay un link que lleva a conocer testimonios de usuarios. Hay uno solo, de una periodista/influencer local, invitada por la empresa.
En sus redes sociales, es la única foto que hay, la de esta periodista.
Tres semanas antes del vuelo que dejó sin luz al pueblo, un experto en implementación de normas de calidad dijo que le llamaba la atención que la empresa fue creada por los mismos que desempeñan los cargos.También que no figurara, en ninguna parte, medidas de seguridad, pruebas de vuelo y esas cosas.
Se nota que no hubo porque cualquier vallista sabe que los vientos son cambiantes, que hay vientos norte y zondas que elevan y bajan las temperaturas en un santiamén.
«Mi sentido común me dice que ni loco arriesgaría la vida de personas en un globo en valles de vientos cambiantes. Pero se notaba la importancia del negocio y la novedad que es lo que les importa a los empresarios gasusos», comentó ese experto. Y agregó, en una conversación privada: «Se hacen los internacionales y seguro no hicieron ni testing… Ya pienso muy mal a esta altura. Tendría que averiguar quiénes hicieron los testing, que climatológo asesoró, qué normas de seguridad internacional aplicaron ya que es un servicio a turistas y seguro a extranjeros».
El después
Después de que se hiciera nacional la noticia del globo dejando sin luz a los cafayateños, se realizó el operativo «limpieza» mediática.
Predeciblemente, Fm Aires entrevistó al Ingeniero Gustavo Hernan Carracedo y resaltó que el globo ya había aterrizado cuando una ráfaga de viento hizo que tocara una línea de energía que activó las protecciones que causó el corte. También dijeron que el corte de electricidad duró solo 15 minutos y que el incidente no causó ningún inconveniente en las tres pasajeras, ni daños materiales en el globo. La nota de la radio, propiedad del padre del Ministro de Turismo, concluye con el testimonio de una tal Mónica (no se da el apellido), que dice: «Nos encontramos bien, fue una experiencia novedosa, disfrutamos del paisaje y del paseo. Ahora estamos descansando para continuar disfrutando de Cafayate».
Lo dijo en otra FM
En Radio Cafayate, Carracedo fue más allá y dio a entender que todo, incluso el lugar donde aterrizó el globo, estaba fríamente calculado. «El piloto del globo aerostático de la empresa de vuelos recreativos, Gustavo Carracedo, aseguró que la operatoria «era la normal» y que todo el tiempo se trató de un vuelo controlado», se puede leer en una nota de esta emisora. Asimismo, se puede leer: Al ser consultado sobre si el lugar de aterrizaje era el que se tenía previsto, Carracedo comentó: «Si, era el punto que estaba previsto, de hecho nuestro equipo de tierra estaba en camino hacia allá.» y al preguntarle si a raíz de este incidente, se tiene pensado cambiar el lugar de aterrizaje dijo que «seguramente se va a analizar un cambio de estrategia.»
Ya no se habla de control de habilitación, ni de sanciones, ni de multa por las pérdidas que sufrieron los pobladores cafayateños. El Estado, en este caso, hace la vista gorda sobre Plumaria, porque sancionarla, sería como sancionarse.