Más de 70  familias resultaron perjudicadas por el cierre de la planta procesadora «Agroindustrial La Sierra». El detonante según señalaron fue una deuda millonaria con la provincia por un pozo de agua ilegal.

La importación de salsa de tomate de otros países, una deuda de 220 mil pesos con la empresa distribuidora de energía y otra deuda millonaria con la provincia de Salta, condenaron a la industria a un agónico cierre que no se termina de concretar.

Esta última deuda, que asciende a 9 millones de pesos se originó cuando la Secretaría de Recursos Hídricos descubrió que la firma había hecho un pozo para abastecerse de agua de manera ilegal.

Ayer, durante una jornada de protesta, el gremio de la Alimentación repudió el cierre y señalaron que el conflicto empezó a principios de año. “No tenemos trabajo y estamos en espera” describieron los trabajadores.

Los dueños de la empresa son mendocinos y continúan sin dar respuestas a sus empleados. “Se ven pasar camiones con tomates que se van para Mendoza y Catamarca”, mencionaron.