Testificaron psicólogas del Poder Judicial y del Ministerio Público que contradicen el testimonio de un testigo cercano al esposo de la señora Palomo que asegura que el médico simula ser dependiente.

Por Andrea Sztychmasjter

 

¿Puede una persona simular no estar orientado en espacio y tiempo? ¿Puede alguien simular no entender lo que pasa a su alrededor? ¿Puede esa misma persona hacer creer a su entorno que no puede valerse por sí mismo?

Un acta notarial incorporada al expediente de la causa por el femicidio mediante el testimonio de un testigo de identidad reservada sostiene que el esposo de Sandra Palomo, el doctor Enrique Rauber es de una forma cuando están sus familiares pero cuando no están se comporta de otra. “y hace como si perdiera la memoria”.

Según la declaración de este testigo que dice conocer bien al exmédico cirujano en un acta rubricada por escribano sostiene que “en lo cognitivo él se da cuenta de todo, no pierde la noción de la realidad, se ubica en tiempo y espacio, lee bien, memoriza las canciones”.

El testigo señala que “el nota un comportamiento muy diferente cuando Rauber está con él, que cuando está con los hijos, que es una persona muy independiente pero cuando están los hijos se convierte en una persona dependiente, cambia absolutamente frente a la familia, que es una persona que conversa coherentemente pero frente a la familia cambia y se desenvuelve como una persona con discapacidad”.

El testigo que brinda una declaración de suma importancia, asegura además que el señor Rauber maneja computadora, teléfonos y entra a los cajeros automáticos a sacar efectivo como si nada, asegura que él lo acompañó a sacar plata y que le manifestó que le envía dinero a sus otros hijos.

“Quiere dejar constancia que es una persona que siempre está pensando en el dinero, en hacer inversiones”, sostiene el acta y además que el ex doctor fue visto muchas veces entrar al supermercado VEA de Tres Cerritos donde supuestamente asesinaron a su esposa, que entra pero no compra nada.

Finalmente el testigo asegura que “quiere dejar su testimonio en acta por las conductas cambiantes del señor Rauber”.

En la causa, Ian Esteban Caro, Ricardo Nahuel Bonifacio, Damian Caxal y Hugo Carrizo (menores al momento del hecho) están imputados como partícipes secundarios de homicidio calificado por alevosía, ensañamiento criminis causa y por mediar cuestión de género. La querella, representada por Gabriela Arellano y Javier Latorre, considera a los cuatro jóvenes coautores.

Testimonio rechazado

Durante la jornada del lunes la querella solicitó que el testigo de identidad reservada que manifiesta esto sobre las conductas del señor esposo sea tenido en cuenta y sea llamado a rubricar su declaración, sin embargo el pedido fue rechazado.

“Resulta impertinente, pretendería exponer sobre las facultades mentales del señor, cuando ya las profesionales se expidieron. No corresponde al pedido de declaración testimonial”, señaló la fiscala Mónica Poma.

Médicas sin muchos fundamentos

Durante la audiencia declararon una psicóloga y una psiquiatra del Poder Judicial y Ministerio Público que manifestaron todo lo contrario a este testigo que dijo conocer de cerca y por un tiempo prolongado al excirujano.

Bettina Moyano, médica psiquiatra, quien realizó un informe psiquiátrico y psicológico del señor Rauber en el año 2020, junto a la Doctora Collivadino, a partir de la lectura de los expedientes de la causa, dijo haber realizado una Pericia psiquiátrica a Rauber. “En realidad hubieron dos informes para ver si el señor se encontraba vigil, si sus condiciones cognitivas estaban en condiciones”.

Según refirió la profesional, Rauber había declarado en calidad de testigo pero “después de su declaración testimonial a la fiscalía no le quedó claro algunas cosas”. Aunque la profesional dijo primero que el señor estaba como imputado después recordó que en realidad solo fue testigo.

La médica realizó una entrevista psiquiátrica semidirigida. “Tenía un diagnóstico de alzhéimer, hace que su discurso fuera tomado como que se contradecía”, señaló “Nosotros evaluamos sus funciones cognitivas estaban comprometidas, estaba medicado por un neurólogo. Tenía una enfermedad neurológica. Su médica tratante era Carolina Villa”.

La profesional aseguró que el señor “no podía organizar o proyectar a futuro ni decidir. No tiene capacidad para planificar. Es muy confuso. Todo lo que era juicio, memoria, atención, alterados. El señor no comprende ni dirige sus funciones. No estaba orientado, la idea directriz de su discurso, saltaba de una idea a otra”, aseguró la médica.

“La patología es neurológica en base a cambios conductuales. En ciertos momentos estaba con lucidez y en otros no”, sostuvo.

La jueza Norma Vera al notar falta de explicación y detalles de los fundamentos en su diagnóstico le consultó a la profesional:

-«Qué tiene que ver la capacidad de planificar con mendacidad», y también le consultó por la capacidad de juicio del viudo.

La psiquiatra dijo que tenía al  tener sus funciones superiores alteradas, «no puede programar una acción. Tampoco puede mentir ni tener capacidad de mendacidad».

También declaró Carolina Cornejo Licenciada en psicología del Ministerio Público.  Quien señaló que realizó sus pruebas el 1 setiembre de 2019 al señor Rauber. Describió que consideró que el médico no se encontraba orientado en tiempo y espacio. Puede inferirse que no se encontraba lúcido y que esto se debe a una “Causa orgánica”, en base a los estudios médicos que consignan que el hombre posee Parkinson.

“Tiene pensamiento disgregado, cuando alguien le realizaba preguntas no podía mantener una lógica. No pudo mantener las dinámicas. No podía comprender las consignas. No pudimos establecer dialogo”, señaló.