Durante la tercera semana de juicio por el femicidio de la maestra jardinera Sandra Palomo declararon policías de la dirección vial y un trabajador del supermercado VEA de Tres Cerritos, quien aportó que podría haber una testigo.

Por Andrea Sztychmasjter

Se reanudó luego de cuatro días la audiencia de juicio por el brutal femicidio de la docente oriunda de Formosa y vecina de barrio Tres Cerritos.

Mientras van declarando los y las testigos se presenta con más fuerza las ineficiencias de la investigación fiscal y policial preparatoria que hasta el momento no han podido dilucidar a ciencia cierta el verdadero móvil del crimen que conmocionó a la sociedad.

¿Por qué el menor de edad sobreseído sindicado como el autor del asesinato concurrió al súper a la hora que estaba su vecina? ¿Cómo supo que allí estaría la mujer? ¿Por qué la camioneta apareció a una cuadra de su casa? ¿Por qué el menor decidió dar su nombre y su teléfono a un supervisor del supermercado minutos antes de asesinar a la señora?

El menor que se mostró y una testigo

Durante la jornada testificó Matías Bayón quien el día del hecho trabajaba como supervisor de cajas del supermercado VEA de Tres Cerritos.

Aseguró que ese día “se me acercó un joven a preguntarme por un perro raza dogo burdeo que se lo habían robado. Tenía puesto una remera blanca y un pantalón oscuro”, el trabajador sostuvo que fue cerca de las 13,30 y 2 de la tarde y que para avisarle si se anoticiaba de algo sobre su perro le pidió que le entregue un número de teléfono. “Me dio su número, me dijo que se llamaba L y lo anote en un cuaderno de novedades”, declaró.

El trabajador del supermercado sostuvo que vio al joven que “Estaba como nervioso o asustado”. Ante la consulta sobre las medidas de seguridad dispuestas en el súper, aseguró que había  cámaras de seguridad que estaban a cargo de una seguridad tercerizada.

También declaró que en determinadas oportunidades las y los cajeros del lugar bajaban al subsuelo a buscar los carros donde se carga la mercadería. Según consignó aproximadamente a las 14.30 hs  una de las cajeras de nombre Marianela bajó a buscar carros al subsuelo”.

Ante esta declaración la querella realizó la petición de solicitar la individualización y testimonio de la misma.

De comprobarse que la cajera bajó en el mismo horario en que el menor se encontraba junto a la mujer y la camioneta en el subsuelo del supermercado, su testimonio sería de suma importancia para aportar datos acerca de con quien más se encontraba el menor, además de detalles sobre lo que divisó, sobre todo porque al prestar declaración el menor L, refirió que al estar con Carrizo ese día, después que éste asesinara a Palomo, vio que una trabajadora bajó al subsuelo y los miraba: “esta situación me dio mucho miedo”, sostuvo el menor al contar que la cajera los había visto.

 

No saben, no recuerdan

Lxs tres policías que testificaron en la jornada de hoy aseguraron no recordar precisiones sobre la cantidad de personas que el día del hecho iban en la camioneta manejada por el menor, aunque describieron otros detalles acerca del vehículo que evadió el control.

Llamativamente aunque cinco efectivos de la División vial se encontraban apostados  y otros salieron a su persecución para el control vial correspondiente ninguno pudo hacer frenar la camioneta y menos dar datos fehacientes sobre el interior de ella.

Durante la jornada anterior al testimoniar los dos restantes policías, mientras uno de ellos declaraba frente al tribunal el otro se encontraba en la puerta escuchando cuidadosamente lo que su compañero relataba.

Durante la audiencia del día viernes 27 testificó Guaymás Gustavo policía, quien revistaba en la División de seguridad vial del ejido municipal al momento del hecho. Aseguró que ese día sábado aproximadamente a las 15hs se implantaron en el control en avenida Irigoyen y Bumbunas.

“Estaba con cabo Impa y Carrillo. Instalamos el control y apareció la camioneta. Mi compañero le dio la seña para que se detenga. No acató la orden, le hicieron seguimiento y no lograron ubicarlo. Le faltaba la placa delantera. Llame al sector de Norte grande para pedir colaboración. No sé si salieron otros móviles”, mencionó el testigo.

“No pude ver el color por la gran velocidad, tampoco pude ver al ocupante del vehículo”, reseñó sin aportar mayores datos aunque especificó “No presentaba deterioro la camioneta era un rodado nuevo. Pasó rápido”.

“Iba una sola persona pero no le puedo decir las características, no puedo precisarlo”, agregó.

Al notar su retaceado relato la presidenta del Tribunal interrumpió al testigo: “Ud. dijo que ni siquiera pudo ver ni definir el color de la camioneta, ¿cómo hizo para ver si iba una o dos personas?

-Se notaba que solo iba una persona, aseguró el policía.

También compadeció Cintia Corrillo, policía suboficial quien participó del control vial. La policía aseguró que apenas llegó al lugar en una motocicleta vio a la camioneta evadir el control y no aportó mayores detalles sobre el vehículo:

“En ese momento siento un ruido de vehículo en marcha, como si hubiera arrancado un vehículo en marcha. Cabo Impa nos alertó que iba a realizar un control y que se dio a la fuga”.

No fue llamado a recocer la camioneta

En la audiencia también declaró el oficial Impa Fuentes cabo personal policial, el encargado de hacer la seña al conductor de la camioneta para que frenara y quien se encontraba del lado de la ventanilla del conductor en el control vial.

“Me dispuse a la mitad de la calzada. Tenía la visión del conductor. El vehículo en cuestión pasó por el lado mío. Era una pickup, vi la marca Toyota. Conducía un masculino, era delgado de tes blanca. Cabello corto en los costados. Joven entre los 15 y 25 años. Recuerdo la vestimenta que era de color claro. No logré divisar otras personas. Lo hacía en forma lenta me llamó la atención la falta de chapa patente, le indique haciendo seña”.

El oficial aseguró que en un primer momento se encontraba aproximadamente a 20 metros de la camioneta, que realizó la seña vial con la mano derecha y la izquierda indicándole que estacione en el lugar. “Bajó la velocidad haciéndome entender que iba a estacionar pero en un momento aceleró y se dio a la fuga”, sostuvo.

“Cuando disminuyó la velocidad estuve a 2 pasos y medio de la camioneta. Una vez que yo había observado a la camioneta y al conductor mi función como personal vial fue  ver alrededor para evitar otros vehículos”, agregó que tomó nota de la chapa patente. Informé a mi superior Guaymás”.

Al ser consultado por el abogado Orfeo Maggio si posteriormente participó de un reconocimiento del menor que iba conduciendo la camioneta, el policía respondió que no.

-“Por este hecho sabe si hicieron sumario a alguien?”, consultó el abogado y el policía dijo desconocer.

-“Lo llamaron en la etapa de instrucción a hacer reconocimiento de la camioneta”.

No, respondió.

Cámaras

A principios de año el inicio del juicio se había pospuesto por la falta de resolución de un recurso en el Tribunal de Impugnación. Los abogados de la querella plantearon recurso de casación contra la resolución de la Sala IV del Tribunal de Juicio por la que no se admitió la prueba pericial requerida y el pedido de reconstrucción del hecho ocurrido el 31 de agosto de 2019, según informó el Poder Judicial oportunamente.

Entre la prueba pericial requerida señalaban se encontraba el requerimiento de análisis de la imagen del rostro del acompañante tomada por una cámara empleando para ello el software forense “morphoface detective” y comparación posterior a cargo de Gendarmería Nacional.

Los jueces Luciano Martini y Guillermo Polliotto recordaron que la querella reformuló el pedido de comparación del rostro con la base de datos y los rostros de los imputados y otras cinco personas propuestas.

“La identificación del acompañante de la camioneta resulta un dato extremadamente útil al descubrimiento de la verdad real, siempre que sea posible realizarlo”, dijeron los jueces considerando que corresponde admitir el ofrecimiento “condicionado a que la policía federal informe si es posible realizar el cotejo en un plazo razonable a criterio del Tribunal de grado.”

También se pronunciaron favorablemente respecto del pedido para que el supermercado donde Palomo fue abordada ponga a disposición las grabaciones en crudo de las cámaras de seguridad para el cotejo empleando el software citado.

Luego de meses de ese pedido la querella sigue insistiendo en la entrega de DVDs que contienen las imágenes de las cámaras de seguridad del supermercado Vea.