A decir de los defensores de los imputados por el asesinato de la joven madre, ninguna de las nueve personas que se encuentran juzgadas son los responsables del asesinato pese a que todos estuvieron reunidos durante la noche y madrugada de enero de 2020.
Por Andrea Sztychmasjter
Nueve personas; siete hombres y dos mujeres, llegaron a juicio acusadas de homicidio agravado por alevosía, ensañamiento y por mediar violencia de género (femicidio) en perjuicio de Paola Avila, costurera de profesión, madre soltera que vendía hasta gelatinas para solventar la manutención de sus tres hijas, hoy sin madre y desamparadas totalmente por un estado municipal y provincial que dice acompañar a las mujeres vulneradas.
Nueve personas atravesadas por el consumo de pasta base reunidas a escasos metros del lujoso barrio Grand Bourg donde cientos de salteños armaron un asentamiento que ahora lleva el nombre de barrio Puerto Argentino. Nueve personas que compartieron con Paola desde la noche del 16 de enero de 2020 hasta la madrugada del 17, último momento que fuera vista con vida, cuando se disponía a regresar a su vivienda.
Vino y dosis de pasta base compradas en barrio San Antonio, otras “aportadas” por uno de los imputados acusados de ser un recurrente vendedor de la droga que se metió en las barriadas más populosas y en las clases medias y altas de Salta, fueron los convites de esa velada que los dejaría acusados de homicidas.
Después de eso, Paola nunca regresó con los suyos. Su cuerpo fue hallado en un descampado del barrio en un predio que pertenecía al Centro Vecinal, un baldío lleno de malezas que era utilizado para “juntaderas”, consumos y sexo, según lo declarado por vecinas del barrio.
Los imputados de los que se sabrá su destino el próximo martes cuando el Tribunal dicte sentencia son Pablo Guillermo Campos (alias “Pelado”), Jorge Ignacio Olmedo (alias “Colita”), Claudio Mario Herrera (alias “Cuqui”), Ezequiel Alejandro Guzmán (alias “Keco”), Javier Alejandro Alfaro (alias “Javi”), Leonel Edgar Raúl Suárez (alias “Leo”), Gladys del Milagro Pastrana (alias “Mili”), Romina Gimena Bracamonte (alias “Rumi”) y Cristian Rubén Salas (alias “Lupín”).
La acusación
La fiscal de la UFEM, Mónica Poma, realizó un cambio en la caratula de la acusación contra las nueve personas. Así en sus alegatos consideró que fue uno de ellos quien le dio muerte a Paola y los demás tuvieron con su accionar una “finalidad obstruccionista”. Además, pidió la absolución de dos. Por ello, solicitó pena de prisión perpetua para Jorge Ignacio Olmedo por considerarlo autor del delito de homicidio agravado por ensañamiento, alevosía y por mediar violencia de género (femicidio).
Para Claudio Herrera, Gladys Pastrana, Romina Bracamonte, Cristian Salas, Javier Alfaro y Leonel Suárez, la fiscalía solicitó la pena de cinco años de prisión efectiva por el delito de encubrimiento agravado y encubrimiento en razón del delito principal y solicitó la absolución de los acusados Pablo Campos y Ezequiel Guzmán por considerar que no existen elementos para sostener su acusación.
Actualmente solo los imputados Olmedo y Salas se encuentran detenidos en la Alcadía, Bracamonte, Herrera, Guzman y Alfaro se encuentran con pulsera electrónica en sus domicilios y Campos, Pastrana y Suarez poseen consigna fija desde el día jueves de esta semana a pedido del Tribunal.
En su alegato, la fiscal aseveró que Paola Ávila fue ultimada entre las 6 y las 8 de la mañana del 17 de enero de 2020, en el mismo sitio donde fue encontrado su cuerpo, en barrio Puerto Argentino. La joven presentaba traumatismo encéfalocraneano grave, fractura de cráneo y hueso malar y heridas cortantes en el rostro. Tenía dos pedazos de concreto sobre la cabeza.
La fiscala realizó un detallado registro de lo sucedido esa noche y recordó que el imputado Herrera vendía sustancias estupefacientes, señaló que el grupo se encontraba reunido hasta que un móvil policial llegó al lugar para oficiar un “despeje”. Describió a través de filmaciones del móvil policial que el grupo acata la orden y se movilizan por un mismo sentido mientras que se divisa a Paola dirigirse por otro. El camino la dirigía a su casa que se encontraba a unas cuadras.
Poma describió que en ese trayecto Paola coincide con el imputado Olmedo. Sobre la mecánica del hecho señaló que mantuvieron un altercado violento con el fin de robarle algo de valor. Específicamente la fiscala concluyó que Olmedo la mató para posteriormente robarle las zapatillas, después el imputado volvió al grupo e intercambió con otro las zapatillas por dosis de droga.
Sobre este punto existen diferentes testimonios. Olmedo al prestar declaración dio una versión opuesta a Herrera aseverando que en realidad fue “Mili” Pastrana quien llegó con el calzado y se lo dio a él para que hiciera la transacción. Según Olmedo, la joven le aseguró que las zapatillas eran de su hermana y que él supuso que se las había robado para obtener droga.
Herrera en cambio sostuvo que días después del hallazgo del cuerpo de Paola, cuando comenzó a circular el rumor de que a la joven le habían robado el calzado, él le comentó a un efectivo del CIF que esa noche Olmedo le había querido vender unas zapatillas. También ratificó que Milagros Pastrana le comentó que Olmedo había ido ese mismo día a su casa a querer vender un par de zapatillas, pero que su mamá lo sacó corriendo.
La fiscala se refirió a las zapatillas que la mujer portaba ese día, de “color rosa llamativas” y señaló que casualmente “ninguno (de los imputados) parece recordar las zapatillas. Parece bastante difícil de creer”, mencionó, teniendo en cuenta que compartieron cerca de seis horas con ella. Manifestó que, aunque parezca increíble “hoy se mata por un par de zapatillas, por 200 pesos y por dosis de droga”.
Poma aseguró que no existe posibilidad que las zapatillas hayan pasado desapercibidas y que los imputados brindaron información errónea y confusa para inculpar a otras personas. Asimismo, señaló que posterior al crimen hicieron desaparecer las zapatillas. La familia de la joven madre describió que después se enteraron que las habían quemado.
Continuará con los alegatos de las defensas en la próxima nota.