Denuncian que Rubén Corimayo quiere poner a su pollo en la presidencia del concejo deliberante cerrillano. Dicho puesto ya fue elegido, pero el intendente llamó a una sesión extraordinaria para revertir tal situación.

La denuncia además señala que existe un pacto entre Corimayo, el olmedista Tomás Aranda y el Partido Obrero para revocar la presidencia ganada mediante un sorteo (ante el empate de votos y la abstención y retirada del representante del PO) por el concejal Fidel Torres. Esto sucedió el 20 de febrero pasado. Mientras que en la sesión ordinaria del 1 de Marzo se designó vicepresidente segundo al radical Juan Martínez.

“Disconforme con el resultado, al comienzo del período de sesiones Tomás Aranda junto a otros tres concejales, esta vez sumado el del PO Diego López, presentaron una nulidad por considerar que el presidente Fidel Torres no podía votar. El planteo se formuló a pesar de que el Reglamento Interno establece que todos los concejales pueden votar en la elección de autoridades y dado que el presidente es autoridad provisoria. Buscaron reeditar el debate con mayoría simple, al no poder remover a las autoridades electas con los dos tercios que exige la reglamentación”. Menciona la denuncia que circula por las redes sociales.

Luego se notificó esto a la corte de justicia, pero al poco tiempo el Concejo Deliberante fue notificado de que el Intendente Corimayo convocó a una sesión extraordinaria para el viernes 7, colocando como punto del orden del día la toma de juramento del abogado que había perdido en el sorteo.

Para finalizar, indican: “La decisión de designar un presidente del concejo paralelo por Corimayo se produjo cuando los concejales se aprestaban a ordenar la devolución de lo ilegalmente cobrado por una ordenanza tributaria que estableció un “impuestazo” y que fue derogada el año pasado. A pesar de que había perdido vigencia el ejecutivo municipal cobró igualmente el incremento”.