Es inminente la entrega de algunos de los prófugos de la Comisaría 24 de Orán. Los jóvenes que se fugaron dejaron en evidencia el caos en las dependencias y uno de los tantos quioscos policiales: la venta de bebidas alcohólicas a los internos. (Jarri Judini)
¿Por qué no hacerlo? Seguramente eso se preguntaron los seis presos que se fugaron de la Comisaría 24 de Orán al ver el panorama. No tenían tatuado el plano de la comisaria como el personaje central de Prisión Break. Tampoco tenían un plan estudiado de manera exhaustiva. Todo indica que sólo se dieron cuenta del descontrol de los efectivos policiales y simplemente se fueron como panchos por su casa.
Uno de los aspectos llamativos del hecho es que la Policía antes de anunciar la fuga se dirigió a la casa de uno de los presos para pedirles a sus familiares que influenciaran para que los fugados retornaran a las celdas. Fueron informalmente a buscarlos. Ya la noticia se había irradiado entre los cronistas policiales durante el mediodía del jueves, sin embargo no había un parte oficial y la Policía ya los buscaba en sus domicilios particulares.
No tenían tatuado el plano de la comisaria como el personaje central de Prisión Break.
Tampoco tenían un plan estudiado de manera exhaustiva. Todo indica que sólo se dieron cuenta
del descontrol de los efectivos policiales y simplemente se fueron como panchos por su casa.
Sobrepoblación
Según pudo saber Cuarto Poder, los policías tenían un almacén puertas adentro de la comisaria para aquellos reclusos que tenían ganas de acompañar el almuerzo o la cena o para los que preferían pasar la noche con algún trago en mano. Lógicamente, los efectivos también consumían bebidas alcohólicas puesto que el costo estaba amortizado por la venta de bebidas y cigarrillos.
La versión más fuerte que explica la fuga es que los policías se habrían pasado de copas y los reclusos al darse cuenta de que estaban borrachos se fueron. Otra versión señala que los presos estaban bebiendo en una de las celdas junto a efectivos. Situación similar a la como ocurrió en el 2008, pero en aquella vez con final trágico, en la Comisaría 20. Esta vez, la amistad entre delincuentes y policías fue traicionada por los reos más lúcidos quienes no desperdiciaron la chance de salir a la calle sin cumplir con su condena. En un impulso de minutos recuperaron la libertad momentáneamente.
El operativo
El Director de Seguridad de la Policía de Salta, Enrique Cabrera, en declaraciones a la prensa recordó que “no es la primera vez que presos se escapan tanto de esta dependencia como de otras” y señaló que uno de los factores mayores fue la “superpoblación” de personas detenidas”.
Además, resaltó que personal de Asuntos Internos de la Secretaria de Seguridad viajó directamente a Orán para investigar lo sucedido y así poder determinar la responsabilidad que le cabe al personal policial que estuvo de turno en las últimas 24 horas en la dependencia.
En cuanto a cómo escaparon, el funcionario, sin ofrecer detalles, como era de esperar, no habló de la versión más peligrosa. Dijo que al parecer los reos subieron a los techos luego de limar unas rejas que hacen a la vez de techo en un patio interno.
Paradojalmente, la tan mencionada superpoblación se agravó con la política del gobierno de perseguir al microtráfico. Ya a fines del año pasado el ministro de Gobierno, Derechos Humanos y Justicia, Marcelo López Arias, viajó a Buenos Aires para reunirse con miembros del Ministerio de Justicia de la Nación para pedir obras de ampliación de unidades carcelarias en Salta. López Arias, en dicha oportunidad, planteó al subsecretario de Relaciones con el Poder Judicial y Asuntos Penitenciarios de la Secretaría de Justicia nacional, Juan Bautista Mahiques, que las obras prioritarias fueran en la Alcaidía de Ciudad Judicial y en la cárcel de Orán.
Los presos fugados se encontraban alojados en la Comisaría 24 porque no había lugar en otra dependencia.
La versión más fuerte que explica la fuga es que los policías se habrían pasado de copas y
los reclusos al darse cuenta de que estaban borrachos se fueron.
¿Quiénes son?
Tres de los seis detenidos están acusados por homicidas: Matías Canchi, Mauricio Canchi y Matías Lobo. Facundo Valdez y Miguel Villalba están acusados de robo. En tanto, a Luis Aldana se le atribuye un hecho de lesiones leves y agravadas.
Según pudo saber Cuarto Poder, estarían a punto de entregarse pero temen por las represalias que puedan llegar a tener. En los momentos que cerraba nuestra redacción se estaban llevando adelante distintos operativos con más de 300 efectivos buscando dar con el paradero de los seis presos, que se escaparon de la comisaria que funcionaba de cárcel de jóvenes en Orán y quiosco de bebidas de los policías.