El reparto de agua potable a través de camiones parece ser la única medida concreta y urgente adoptada en el marco de la recientemente declarada emergencia hídrica. ¿Qué se sabe (y qué no) sobre los millonarios contratos de la empresa Aguas del Norte?

La reciente declaración de la Emergencia Hídrica en la provincia muestra algunas similitudes con el mentado Plan de Contingencia anunciado por el gobierno provincial hace apenas un año. La empresa Aguas del Norte acordó por entonces con el gobierno una serie de medidas tendientes a normalizar el desigual acceso al agua potable. Además de la agilización de las contrataciones, el presidente de la empresa propuso la declaración de la emergencia hídrica con el propósito de «resolver de forma inmediata las problemáticas que se vayan presentando, dejando un poco de lado la burocratización ante cada pedido que se presenta y que se pueda actuar más rápido».

El concepto de emergencia vuelve a pronunciarse un año después por pedido del Ente Regulador de Servicios Públicos al igual que la iniciativa de contratar camiones cisterna para el reparto del agua. Una muestra más de que, a pesar de los anuncios en materia de infraestructura sanitaria, poco y nada se ha avanzado en estos doce meses. 

Operativo «camioncitos»

Multiplicar la presencia de camiones cisterna en las calles del departamento San Martín y de algunos barrios capitalinos parece ser la única idea clara y realizable de la emergencia hídrica en el corto plazo. En la ciudad que alguna vez presentó planos para construir un megashoping subterráneo para albergar a vendedores ambulantes, miles de habitantes se abastecen día a día de agua llenando tachos desde cisternas móviles. Les llaman «aguateros» (como en la colonia, pero en pleno siglo XXI) y recorren diariamente las arterias de: B° Floresta, Villa Mitre, V° Asunción, Castañares, Autódromo, entre otras barriadas. Una postal con la que miles de familias salteñas están familiarizadas, pero que expone la postergación, el atraso y fundamentalmente la falta de inversiones en materia hídrica. 

La prestación del servicio de agua a través de este rudimentario método obedece, en primer lugar, a la falta de maquinaria propia de la empresa Aguas del Norte; pero también, al sostenimiento de contratos poco claros. Los costos de contratación del sistema de reparto son imputados a cada uno de los usuarios en las boletas mensuales y, de hecho, fue en su momento uno de los factores invocados por el presidente de la empresa, Luis María García Salado, para justificar el aumento de las tarifas.

Sin embargo, la puesta en funcionamiento de la logística de emergencia, conocida formalmente como servicio alternativo de reparto de agua, supone importantes desembolsos que, hasta ahora, no han sido esclarecidos. 

Durante el 2021, el precio de mercado para la contratación de un camión cisterna rondaba los 400 mil pesos semanales, una cifra que se triplicó hacia enero de este año según reconoció el presidente de Aguas del Norte, Luis García Salado. Durante la aplicación del llamado «Plan de Contingencia», a comienzos de 2022, los valores mensuales rondaban los 6 millones de pesos por camión. Tomando como base una inflación acumulada del 76,6% en el período enero-octubre, el costo actualizado por el alquiler de cada máquina superaría hoy los $10,6 millones, sin considerar los habituales movimientos especulativos por parte de los contratistas.

A comienzos de año, la empresa prestataria solicitó al Ministerio de Economía y Servicios Públicos, la contratación de 15 camiones cisternas, que se sumaron a los 51 que se encontraban en circulación. La eventual puesta en funcionamiento de una flota de 66 camiones, tal como se hizo en enero de este año, supondría desembolsos por alrededor de $700 millones mensuales. Para tener un punto de comparación basta recordar que el recambio integral de 3.879 metros de cañerías para Barrio El Huayco -que alcanzará a unas 244 viviendas- se anunció en septiembre por un valor de 15,7 millones. 

El interrogante que naturalmente aflora es: ¿Cuáles son los motivos que impulsan el despliegue compulsivo de camioncitos a tan alto costo?, ¿Quiénes son los contratistas «especuladores» a los que alguna vez se refirió el Ente Regulador de Servicios Públicos?

Los aguateros

La empresa Aguas del Norte, en la figura de su presidente Luis María García Salado, fue citada al recinto legislativo en más de una oportunidad para brindar detalles sobre la gestión. Allí los representantes departamentales formularon todo tipo de preguntas, a excepción de una: ¿Quiénes son los propietarios de los camiones encargados de realizar el reparto domiciliario de agua?

Al respecto, las autoridades de la empresa aportan poco y nada. El sistema de contratación particular de Aguas del Norte posibilita que muchas de esas operaciones no queden asentadas en el Boletín Oficial. No obstante, meses atrás, algunos nombres salieron a la luz por circunstancias ajenas al funcionamiento de la compañía. 

En octubre del año pasado, una tragedia conmocionó al municipio de Salvador Mazza y abrió un debate en torno al funcionamiento de los camiones cisterna. Un niño de 5 años falleció a causa de las graves heridas provocadas por un camión repartidor de Aguas del Norte mientras jugaba con su primo. El conductor lo atropelló cuando estaba en la vereda de su casa, en el barrio Ferroviario de la localidad fronteriza. Testigos declararon que el hombre subió imprevistamente y a toda velocidad con el vehículo. Luego huyó, pero fue capturado y alojado en la comisaría de Salvador Mazza.

La empresa prestataria salió rápidamente a desligarse del trágico hecho y se conoció, entonces, que el vehículo pertenecía a la empresa Ferro Podestá, de propiedad de los hijos del exintendente de General Pizarro, Osiris Alberto Ferro Podestá. 

El fiscal Armando Cazón imputó y solicitó la detención del chofer del camión por el delito de homicidio culposo en accidente de tránsito. La empresa continuó operando con normalidad.

Pero el ex jefe comunal anteño no sería el único contratista interesado en la provisión de agua a través de camiones. En las oficinas de la empresa de agua no son pocos los que sindican a gerentes de áreas estratégicas como propietarios de empresas de reparto de agua. Una de ellas estaría a nombre de la esposa de un ingeniero a cargo de una gerencia. Por el momento son apenas trascendidos, pero desde la empresa que conduce García Salado no hacen mucho por desmentirlos.