Faltan 56 días para la elección presidencial en Estados Unidos. Al respecto, Donald Trump hizo un balance de su presidencia y dijo que se había vuelto “más cauteloso”.  

Debido a las restricciones sanitarias y el miedo al contagio, la votación será por correo, aunque los demócratas temen que Trump, quien va detrás en las encuestas, no espere al conteo y se declare ganador antes de que se contabilicen los votos en ausencia. Tan crucial como el voto por correo será también el voto de los latinos, que ascienden a 32 millones de electores. Siendo esta la primera vez que superan a los votantes negros. 

Para Trump, los votantes de color son una amenaza a la prosperidad y seguridad nacional. Pero si los políticos del país siguen padeciendo del Síndrome de Cristóbal Colón, que sólo recuerdan su existencia durante las campañas, perderán el apoyo de la comunidad. 

En el resto del continente se celebrarán nueve comicios en los próximos 25 meses, pero con la acumulación de tensiones económicas y políticas exacerbadas por la crisis sanitaria, es urgente renovar los sistemas electorales para canalizar el descontento. 

En Venezuela, Juan Guaidó ha llamado a boicotear las elecciones parlamentarias de diciembre y aunque 27 partidos lo apoyaron, otros dos líderes opositores como Henrique Capriles e Iván Stalin González, creen que hay que luchar contra el régimen de Maduro en las urnas. El problema no es que no estén de acuerdo, sino que ni siquiera son capaces de debatir y resolver sus diferencias. Siguen creyendo que la solución es hundir al otro”.