Las recientes reuniones entre funcionarios provinciales y autoridades comunales en el Valle de Lerma para abordar las problemáticas climáticas derivadas de El Niño no hacen mas ue poner en evidencia la falta de erecursos suficientes. A pesar de la buena voluntad expresada, las acciones inmediatas se limitan a la limpieza de canales y acequias, una solución temporal que muestra la ausencia de inversiones a largo plazo.

La urgencia de las inclemencias climáticas no puede ser satisfecha únicamente con operativos de desmalezado. Mientras se acuerda la limpieza de canales, se pasa por alto la necesidad crítica de inversiones estratégicas. La atención se centra en soluciones superficiales, por ahora.

Aunque oficialmente se destaque la colaboración entre funcionarios y autoridades locales, la efectividad de estas acciones queda en entredicho. La limpieza inmediata puede aliviar temporalmente la situación, pero sin inversiones significativas y sostenibles, las comunidades del Valle de Lerma seguirán siendo vulnerables a eventos climáticos extremos.

La gestión del gobernador Sáenz ha promovido proyectos de envergadura, como la nueva traza de la ruta nacional 68, que ofrece soluciones estructurales al problema hídrico. Sin embargo, la falta de avances concretos y la necesidad continua de impulsar estas iniciativas ante el gobierno nacional resaltan los desafíos en la implementación de proyectos cruciales para la región.

En medio de la urgencia, las buenas intenciones y las reuniones estratégicas de la secretaria de Relaciones Institucionales, Frida Fonseca; el secretario del Interior, Javier Diez Villa; de Recursos Hídricos, Mauricio Romero; el titular de Vialidad de Salta, Gonzalo Macedo; el intendente de Cerrillos, Enrique Borelli; de La Merced, Javier Wayar; y el senador Gonzalo Caro Dávalos, no son suficientes. Se necesita una acción más decisiva, una asignación de recursos más efectiva y un compromiso firme con proyectos de infraestructura que ofrezcan soluciones a largo plazo.