Sigue en marcha el Foro Nacional y Latinoamericano por una nueva independencia. Ayer hubo dos mesas que convocaron a una multitud en el teatro San Martín: “De Tupac Katari a Evo Morales” donde se destacó el rol de los pueblos originarios en las luchas por la independencia y “Con mujeres tendrá que pelear”.

Desde Tucumán, el periodista Cristian Vitale, realizó una crónica de lo ocurrido ayer que empezó con las palabras del cineasta Tristán Bauer, el filósofo Ricardo Forster y el vice gobernador de esa provincia, Juan Manzur. Forster explico el sentido del encuentro “Cuando decidimos emprender el camino de los foros siempre imaginamos terminarlo acá, en Tucumán, porque estábamos convencidos de una construcción común federal, que saliese de Buenos Aires y pudiese generar un diálogo desde y con las diferentes regiones. Y en este caso, con la inclusión de Latinoamérica, que durante este milenio ha recuperado su memoria histórica”. Además del sentido, los expositores explicaron lo que vendrá a continuación: cuarenta panelistas de doce países de toda América latina y algún europeo que esperan.

La mesa inaugural se tituló “De Tupac Katari a Evo Morales”, de la que también participó el cacique de la comunidad Gunun a kuna (tehuelche) de la provincia de Chubut, Daniel Huircapan. “Recién en 1820 se invisibilizó la participación indígena en las luchas por la independencia, porque en las invasiones inglesas ya habían participado muchos caciques de nuestras comunidades. También en mayo de 1810, cuando varios miembros de la Primera Junta se reunían con caciques de nuestras comunidades, había ideas fuertes de formar estos nuevos gobiernos independientes entre criollos e indígenas, pero a partir de 1820 la mirada hacia el indígena cambia radicalmente, pasa a ser un otro, aunque siguiera soñando con una patria grande intercultural. Después, con la conquista del desierto, se plasmó la idea de que el indígena era un estorbo en la conformación del Estado argentino, hasta que un hombre de sangre tehuelche llegó a ser presidente de la Nación… estoy hablando de Juan Perón”, dijo el cacique Huircapan según reseña la crónica publicada en Página 12. De esa mesa también fueron parte el cacique y abogado de Amaicha del Valle, Eduardo Nieva; el etnohistoriador brasileño José Ribamar Bessa Freire, y el viceministro de Educación superior de formación profesional del Estado Plurinacional de Bolivia, el sociólogo Jiovanny Avila.

La segunda –y última– mesa del lunes fue cosa femenina. Bajo el tópico “Con mujeres tendrá que pelear”, conjugaron pasiones, miradas y razones las argentinas Milagro Sala y Hebe de Bonafini y la fundadora de la Federación de Mujeres de El Alto y actual senadora aymara, Máxima Apaza, con Marta Dillon como moderadora. “Sin las mujeres no hay nuevas independencias”, abrió Dillon y marcó el terreno. Se la dejó picando a la brava Apaza, que fue a más, sin perder la ternura jamás. “Las mujeres pasamos de ser discriminadas a cumplir un papel fundamental en la construcción del Estado plurinacional de Bolivia… estamos decididas a hacer respetar nuestros derechos, y las leyes, hoy, nos amparan. Todas las ciudadanas y ciudadanos tienen derecho a participar del poder político directamente o por medio de sus representantes, hombres y mujeres por igual, en igualdad de condiciones, sin dejarse avasallar en ningún sentido. Uno de los ejemplos es que la mitad del parlamento está integrado por mujeres”, sostuvo Apaza, en otra de las intervenciones que motivó intensos aplausos.

Tantos, como los que cosechó esa enorme luchadora jujeña que es Milagro Sala. Con las infaltables banderas de la Tupac Amaru (Evita + el Che + Amaru) como marco, la militante social y diputada provincial revisó el impacto que produjo en los barrios de Jujuy la devastación neoliberal de los ’90, y lo contrastó con los avances concretos de la década kirchnerista. “Nosotros, cuando luchábamos en los ’90, lo que queríamos era vivir bien, como dice el hermano Evo Morales, y en eso llegaron Néstor y Alicia, con la gente del Ministerio de Desarrollo Social. ‘Te voy a dar para que construyas casas’, recuerdo que me dijo él, cuando se reunió en Olivos de igual al igual con esta morocha, y ahí comenzó nuestra construcción, se respetó nuestra dignidad. Pasamos de recibir planes a formar cooperativas, construir casas, centros asistenciales, centros educativos y hasta una pileta de natación… pudimos recuperar el tiempo perdido, la dignidad y la cultura del trabajo, y lo hicimos entre hombres y mujeres, porque la construcción de un país mejor tiene que ser así, con esa dualidad, como nos han mostrado Néstor y Cristina”, sostuvo Sala.

“Madres de la plaza, el pueblo las abraza”, coreó la gente en un solo grito cuando, en esa misma mesa, le tocó hablar a Hebe de Bonafini, que también reparó en el matrimonio Kirchner. “Ellos hicieron algo que nadie iba a pensar que iba a pasar: que los jóvenes volvieran a la política. Es lo mejor que nos podía pasar, tener una juventud tan organizada y tan preparada. Esto nos muestra que la sangre y la lucha no fueron inútiles”, remarcó.