Organizaciones critican el pacto que el organismo invitó a realizar con partidos políticos.

Bajo el título “El observatorio al rescate de los partidos políticos y el régimen responsable de la violencia hacia la mujer”, desde el Partido Obrero criticaron fuertemente el pacto que el organismo estatal invita a realizar bajo el nombre de “compromisos de los partidos políticos en contra de la violencia política contra las mujeres y otras identidades no binarias por razones de género”.

“Es decir, ha decidido justificar su existencia, convocando a firmar un pacto con los partidos y representantes de un régimen que es responsable de la violencia hacia la mujer a semanas de un proceso electoral”, señalan desde la organización.

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Y es que inoportunamente, el organismo que ha omitido pronunciar palabra alguna ante hechos sumamente violentos ocurridos en Salta, ahora aparece para mostrar que desde sus inicios solo ha tenido el propósito de defender intereses contrapuestos a la defensa de las mujeres.

“Ahora, para todo lo demás ha mantenido un silencio de ultratumba. A más de un año de pandemia, la violencia hacia la mujer se ha recrudecido y la responsabilidad del Estado es cada vez más clara. No ha hecho mención alguna de la situación de miseria social a la que son arrojadas las mujeres y sus familias. En el norte salteño, 60% de la población se encuentra bajo los índices de pobreza. En medio de la pandemia, las mujeres somos arrojadas a salir a buscar el alimento de nuestros hijos, sin IFE y con un plan de miseria como el Potenciar Trabajo, mientras el Estado ha colocado el conjunto de sus recursos en salvar al capital. No ha hecho mención de los atropellos y las irregularidades por parte de la Justicia en la causa contra Yolanda Vargas, que, como cientos de mujeres en la Colonia Santa Rosa y en la provincia, vivía en condiciones de completa miseria junto a sus hijos y se organizaba en comedores para paliar el hambre. No ha dicho una palabra contra las represiones del Estado contra las mujeres que han protagonizado decenas de tomas de tierras -como las mujeres del asentamiento de Los Pinos- frente al hacinamiento y a la violencia doméstica a la que pretenden condenarnos. Igual suerte han corrido las luchas de las mujeres que en la docencia y en la salud enfrentan a la gestión capitalista de la pandemia de Sáenz y los Fernández que bajo la ‘nueva normalidad’, con escuelas abiertas y hospitales vaciados, nos condenan”, describieron.

“Ha guardado silencio de ultratumba también frente a las constantes maniobras del régimen para inviabilizar el derecho al aborto en los hospitales, consagrando con la objeción de conciencia, la presión desde arriba sobre los médicos que la debieran aplicar y garantizando con la iglesia una custodia ideológica y reaccionaria de esta orientación capitalista” señalaron desde el Polo obrero.

“el silencio del OVM ha mostrado lo que denunciamos desde su origen que un organismo por fuera del control del movimiento de mujeres y sus organizaciones, que no es electo ni revocable por éstas, sin poder de veto alguno sobre las ‘políticas’ del Estado, solo puede servir a los fines de ocultar que la violencia y la miseria social nace y es garantizada por el propio Estado, es decir a intereses contra puesto a los de las mujeres que dice ‘representar’”.

Desde el Partido Obrero, denuncian que este operativo  bajo el mote de “compromiso” no es otra cosa que “un intento de maquillaje del Estado y su responsabilidad frente a la violencia hacia la mujer. Por eso es que contará con la firma de prácticamente la totalidad de los partidos del régimen, que buscan en estos escenarios encubrir sus propias responsabilidades. Por el contrario, llamamos al conjunto de las trabajadoras y del movimiento de mujeres a reforzar nuestras propias organizaciones, independientes del Estado”.