Se puso la campaña al hombro y llegó a la cima. Gustavo Sáenz es el gran ganador de las elecciones de ayer. Impulso la candidatura de Martín Grande, Bettina Romero, el fenecido Guillermo Durand Cornejo y Matías Cánepa. Todos ganaron.

Hace dos años fue clave en la buena performance electoral del por entonces candidato a presidente Sergio Massa, quien en la provincia de Salta obtuvo 236.130 votos a su favor, que representaron el 34,07% del electorado provincial. Una cifra que estuvo por encima de lo cosechado por Mauricio Macri.

Esos números no podrían haberse logrado sin la presencia del intendente electo de la capital de ese entonces y en esa oportunidad candidato a vicepresidente de Sergio Massa: Gustavo Sáenz. El hombre que accediendo a la intendencia en mayo de ese año había demostrado que su imagen atravesaba electoralmente al 100% del justicialismo capitalino y que sus poco más de 116.000 votos de aquella elección en la ciudad lo ponían por encima de las preferencias de Juan Manuel Urtubey que en ese mes de mayo cosechó 3.000 votos menos en la capital salteña.

Un año después, cuando el intendente debía manejar dos frentes –el de la gestión de la ciudad y el proceso electoral– soportó unas PASO de cataclismo que parecieron dejarlo por el piso y con acusaciones del propio gobernador que lo señalaba como un mendigo de la Casa Rosada. Gustavo Sáenz se puso la campaña al hombro y remontó lo que parecía irremontable: los 84.161 con los que se había impuesto Adrián Valenzuela sobre Guillermo Durand Cornejo que había cosechado 50.408, y terminaron convirtiéndose (al cierre de esta edición) en 102.140 votos para el presidente de CODELCO y 83.898 para el exmovilero de Canal 11 que había sido la estrella de las PASO.

Pero eso no fue todo: Bettina Romero que días de las elecciones generales se sentía cómoda con llegar a un 14% de los votos y ganarle a Santiago Godoy; termino cosechando (siempre al cierre de esta edición) un 21,4% de los votos; más del doble de Isabel de Vita del Frente Ciudadano de la Victoria que con el 10,7% de los votos se ubicó en el segundo lugar.

Por si eso fuera poco, Matías Cánepa, el eterno ladero del intendente y que apenas se había impuesto por cinco mil votos a David Leiva en las PASO; terminó imponiéndose por casi quince mil votos a ese David Leiva que como la celebridad Adrián Valenzuela debió conformarse con un segundo lugar que cualquiera envidiaría, pero que resulta amargo para aquellos que pretendían imponerse.

Esa condición convierte a Sáenz en figura central no ya de la política capitalina, sino de la provincial para la construcción y conducción de un espacio político alternativo al Grand Bourg. Gustavo Sáenz no solo puede presumir de ser el dueño de los votos capitalinos, también puede estar seguro que la dirigencia de gran parte de la provincia empieza a visualizarlo como el hombre capaz de ofrecerles un objetivo estratégico: el gobierno provincial.