Aseguran que varias lenguas de comunidades originarias como los wichí, se encuentran en peligro de extinción según “El Atlas de las Lenguas en Peligro”. «Argentina les ha dado la espalda históricamente a las lenguas indígenas” plantea la lingüista Ana María Borzone, investigadora del Conicet.

El Atlas de las Lenguas en Peligro, realizado por la UNESCO incluye a aquellas que se hablan en el Norte del país (la zona del Gran Chaco acumula varios idiomas) y en la Patagonia.

Son escasos los materiales didácticos en estos idiomas, en su mayoría indígenas, y no se cumple con la ley. “Son lenguas que están desprestigiadas incluso para sus hablantes, que las consideran menos valiosas que el español. Y aunque la educación intercultural bilingüe (EIB) es obligatoria en las comunidades que no hablan castellano, los expertos dicen que falta avanzar en su aplicación”, afirman.

Están en distintos estadíos: vulnerables (wichí y pilagá), amenazadas (toba, ava-guaraní, manjui, mocoví, quichua de Santiago del Estero), en riesgo severo (tapiete, mbya guaraní, mapuche y chorote) y en estado crítico (tehuelche y chaná). Si bien la mayoría son lenguas indígenas, algunas son habladas por «criollos», como el guaraní en Corrientes o el quichua santiagueño. Esto dificulta medir cuántos hablantes suman estos idiomas.

“Argentina les ha dado la espalda históricamente a las lenguas indígenas –plantea la lingüista Ana María Borzone, investigadora del Conicet–. Las lenguas desaparecen porque no se les enseña a las comunidades a leer y escribir en su idioma en la escuela”. Aunque la EIB es obligatoria desde 2006, el avance es desparejo en las provincias; las escuelas interculturales bilingües son rurales y suelen estar en zonas muy pobres. En otros países como Paraguay, Perú y México, con poblaciones diferentes de la argentina, la educación bilingüe forma parte del sistema educativo desde los ochenta.

En el Norte, algunos chicos llegan a la escuela sin saber castellano, sobre todo en las comunidades con un alto uso de su lengua, como los wichí, toba, mocoví, chorote (en el Gran Chaco) y mbya guaraní (en Misiones).

Están en juego no solo 13 lenguas, sino 13 maneras de mirar el mundo que forman parte de la riqueza cultural del país, se indicó.