Nueva oleada de subas en abril: nafta, gas, agua, transporte, bancos y teléfono aumentarán del 6 al 400%.

El Gobierno no quiere anuncios de subas de tarifas en la segunda mitad del año. Por eso apuesta fuertemente a que las malas noticias lleguen en el primer semestre mientras siga fuerte su capital político.

La alegría de Marcos Peña no se condice con el humor en la calle por la inflación. Así que, ante la inminencia del fin de la luna de miel, Macri cambia de estrategia y se apura a dar las pálidas en el corto plazo. Necesita que la inflación esté dominada a mitad de año y la recesión no se prolongue en las expectativas de la gente para poder arrancar en julio la campaña hacia las elecciones de 2017.

Y si la electricidad impacta sobre el 1% de la canasta de consumo de una familia estándar, el transporte representa el 4,5% de los gastos. Es por eso que este es el aumento más sensible para el bolsillo de los consumidores, explicó un consultor macroeconómico a LPO

Por eso, abril se viene con nuevos anuncios que obligan a ajustar cinturones y bolsillos. Desde las naftas hasta la telefonía fija se esperan subas que van desde el 6% para la nafta y el 400% para el gas. Entre ellos se destacan la suba de las tarifas de tres servicios básicos: el agua, el transporte y el gas.

Para el segundo semestre, el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, viene anunciando la reactivación económica y el ingreso de capitales que compensen la caída del consumo de esta primera mitad del año. Pero de momento, los consumidores se defienden como pueden de las subas, con salarios «que van por la escalera».

Naftas

A principio de mes las naftas y afines tuvieron su segundo incremento del año. Como adelantó LPO, el aumento iba a ser mayor, pero para limitar el impacto inflacionario el ministro de Energía, Juan José Aranguren, logró que la suba fuera de solo el 6%. Los empresarios del sector aceptaron a condición de que más adelante llegara un tercer aumento.

 Por eso, el presidente de la Federación de Entidades de Combustibles y Afines de la provincia de Buenos Aires, Luis Malchiodi, afirmó hoy a Radio Provincia de Buenos Aires que el precio de la nafta «en abril va a aumentar 6%».

A la vez estimó que este incremento «Sería el último porque se espera que en el segundo semestre haya mayor estabilidad, más consolidación entre el peso y el dólar, y no habría necesidad de más ajustes». Es que, como explicaron especialistas a LPO, el precio en dólares del petróleo al pasarlo a pesos tras la devaluación subió más de un 50%. Esto dejó a las naftas con poco margen para cubrir la refinación. Con esta tres subas consecutivas, el precio quedaría en línea con los del resto de los países de la región.

Hasta ahora, los usuarios se defendieron reduciendo el consumo. En este sentido, el empresario reconoció que «la venta de combustibles líquidos cayó cerca del 20%», y también declinó la venta de Gas Natural Comprimido (GNC) «pese a que todavía no sufrió tantos aumentos».

«Sería el último porque se espera que en el segundo semestre haya mayor estabilidad, más consolidación entre el peso y el dólar, y no habría necesidad de más ajustes» dijo Malchiodi.

Telefonía fija

Este abril el Gobierno autorizará también la suba del teléfono tras 14 años de tarifas congeladas. La idea original era esperar a mayo para subir los precios, pero se adelantaron porque el Gobierno no quiere correcciones tarifarias después de julio.

Aunque como la ley de defensa del consumidor establece la obligación de anunciarlo con al menos 60 días de anticipación a los usuarios, las subas regirán recién a partir de junio.

Tras la aprobación del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM),Telefónica y Telecom van a subir el abono de la telefonía fija desde $13,28 más IVA, a $38 mensuales, un 186%. Sin embargo, el Gobierno exigió a las empresas que no aumentaran las tarifas en un 240%, como tenían pensado originalmente, dijeron a Ámbito.

De todos modos, la telefonía fija ya está en desuso frente a la telefonía móvil, que ya tuvo sus aumentos. Por eso, pese a que el gasto promedio de los usuarios de telefonía fija, pase de $ 70 mensuales a $ 95, las compañías ofrecerán planes de tarifa plana para dejar de perder consumidores.

Gas

Este es el anuncio más adelantado y difícil de precisar. Por el lado de la quita de los subsidios, le representa al Tesoro Nacional un ahorro del 0,6% del PBI. Por el lado de los consumidores, como todo el esquema de las tarifas está afectado por congelamientos y subsidios, es difícil estimar la proporción de la suba para los usuarios residenciales.

La factura del usuario final está compuesta por el cargo fijo que es el costo de producción del gas, el cargo variable por metro cúbico consumido, el cargo de transporte y de distribución y las distintas tasas impositivas de acuerdo a la jurisdicción, a las que también se suman otros fondos especiales destinadas a cubrir los costos de importaciones de gas y a realizar obras de mantenimiento y ampliación de las redes.

Solo por el lado de la producción, hoy rigen precios que van de los 2,3 a 7,5 dólares por millón de BTU. Y los productores de gas en la Argentina estiman que una readecuación del costo de la producción a boca de pozo en torno a los 4,7 dólares por millón de BTU “es un precio razonable que permitirá reacomodar el lector”, pero insuficiente para continuar el desarrollo del shale.

Mientras que la suba de la luz y del gas se hacen palpables una vez al mes cuando llega la factura, la suba del transporte se nota cada mañana cuando la gente sale a trabajar. Por eso es la que genera mayor malestar y la que más costo político temen en el gobierno.

“Para la continuidad de las operaciones y el desarrollo del gas convencional disponible e inclusive algunos emprendimientos de tight gas, un valor en torno a los 4,7 dólares por MBTU es razonable para acomodar los tantos y salir de la caótica coyuntura”, coincidieron fuentes de las principales operadoras en referencia a un nuevo esquema tarifario que comenzaría regir el 1 de marzo.

Así, la suba será de al menos del 200% para los sectores del país que hoy reciben el gas más caro. Las precisiones llegarán recién el próximo miércoles 30 de marzo a las 11 cuando las entidades de consumidores se presenten en la sede del Ente Nacional Regulador del Gas (ENRE) para, según estiman, ser notificados sobre los incrementos de tarifas para ese servicio.

Agua

 

Héctor Polino, el titular de Consumidores Libres, informó que esta mañana se llevó a cabo la primera reunión en el Ente Regulador de Aguas y Saneamiento (ERAS) en la que se analizó el universo de usuarios de agua y cloacas que seguirá con subsidios y el grupo de clientes que deberá contar con una tarifa social. Si bien no se analizó un porcentaje de incremento tarifario, estimó que será de menor incremento que en el caso de la electricidad, que trepó hasta 500%.

 

A principio de año, fuentes de AySA confirmaron a LPO que la revisión tarifaria ya estaba hecha y rondaba el 200%. Sin embargo, estaba «cajoneado» hasta ver la evolución de la opinión pública frente al aumento de las tarifas eléctricas.

 

Subas encubiertas

 

El Banco Central liberó los topes a los cargos y comisiones bancarias. A partir de ahora los bancos podrán cobrar a piacere el mantenimiento de cuentas, las tasas de interés sobre los saldos deudores de las tarjetas de crédito. Así que el consumidor puede no ver el aumento en los precios de lo que compre con tarjeta, pero de optar por las cuotas, las compras con tarjeta pueden salir carísimas. Las tasas de interés sobre los saldos adeudados superan el 60% anual.

 

Transporte

 

Como anticipó LPO, el déficit fiscal apuró las decisiones de quitar tarifas para cumplir con sus objetivos fiscales. Así, el transporte automotor espera subas del 67% para el colectivo y 100% para el tren. Por su parte, la suba de precios será del 33% para el subte.

 

Y si la electricidad impacta sobre el 1% de la canasta de consumo de una familia estándar, el transporte representa el 4,5% de los gastos. Es por eso que este es el aumento más sensible para el bolsillo de los consumidores, explicó un consultor macroeconómico a LPO.

 

Mientras que la suba de la luz y del gas se hacen palpables una vez al mes cuando llega la factura, la suba del transporte se nota cada mañana cuando la gente sale a trabajar. Por eso es la que genera mayor malestar y la que más costo político temen en el gobierno. Es que también marca la pauta de la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores a la hora de negociar paritarias.

Fuente: la política online