Con 205 votos a favor y 11 en contra, la cámara baja aprobó y envió al senado nacional el proyecto de ley complementario del Nuevo Código Civil y Comercial, para la regulación de las técnicas de fertilización asistida. Libertad de conciencia, primó en el debate que duró más de dos horas.

La Cámara baja convalidó y envió al Senado el proyecto de ley complementario del Nuevo Código Civil y Comercial, por el cual se regulan las técnicas de reproducción humana asistida y la protección de los embriones no implantados, poniéndola bajo la supervisión del Estado.

En el inicio del debate, la presidenta de la comisión de Salud, Andrea García (FpV) explicó que “las personas que se sometan a estas técnicas pueden aportar su propio material genético o recibir gametos femeninos o masculinos aportados por terceros”, que las mujeres podrán donar «hasta los 35 años, y los hombres hasta los 40”. Informó el sitio El Parlamentario que además los donantes deberán “someterse a un estudio clínico sujeto a protocolo para detectar posibles enfermedades” aclaró y precisó que “el texto dispone cómo debe crioconservarse el material genético, con sus plazos y modalidades». También establece «el derecho a la confidencialidad y la reserva de la información para los aportantes”.

“Todo aportante deberá formalizar en convenio escrito con el centro de salud su declaración de voluntad informada”, dijo la diputada y señaló que «el material genético se puede usar hasta en un máximo de seis personas o parejas”.

García aclaró que “se prohíbe la comercialización de embriones y gametos crioconservados” y que “una vez transcurridos cinco años desde el momento del aporte de gametos, si éstos no fueron utilizados en estas técnicas deberán ser descartados”.

Una de las voces que se expresaron más radicalmente en contra del proyecto fue la de la puntana Ivana Bianchi (Compromiso Federal), quien expresó su “total desacuerdo con la manipulación de embriones”.

Una de las impulsoras de la iniciativa, la kirchnerista María del Carmen Bianchi, expresó que “con la votación de este proyecto se garantiza el rol del Estado como regulador y garante de las formas de la implementación de las prácticas, preservando la visión ética de que se trata de material genético humano».

Pese a la importancia del debate, 34 diputados estuvieron ausentes entre ellos, el líder del frente renovador Sergio Massa y Martín Insaurralde.