La escasez de viviendas en la provincia es una problemática que arrastra varios años, pero que se profundizó de 2010 en adelante y se agudiza en plena pandemia. 

 

Los registros del Instituto provincial de la Vivienda (IPV) y las estadísticas del INDEC dan cuenta de la profunda crisis habitacional que atraviesa la provincia y que se materializa en la multiplicación de asentamientos. Según los relevamientos oficiales, hasta el año pasado Salta tenía un déficit superior a las 70.000 viviendas. El número podría haber aumentado en los últimos meses considerando el estancamiento de la actividad informal y del consumo que afecta principalmente a sectores populares.

Las cifras fueron creciendo en consonancia con la expansión demográfica de la ciudad y la provincia. En 2001 la falta de viviendas afectaba a unas 46.768 familias, pero en 2010 el número se disparó a 62.30. Las proyecciones para 2019 ya rondaban las 70.000.

El gobernador Gustavo Sáenz desestimó el reclamo de los seis asentamientos extendidos en toda la provincia y apunto contra «punteros políticos»; aunque reconoció la deuda que la provincia tiene en materia de viviendas. La discusión también llegó a la legislatura, donde se presentó un proyecto de autoría del diputado Germán Rallé. A través del mismo, se aprobó una Declaración en la que se apela al Ejecutivo Provincial para activar de manera inmediata la construcción de viviendas en toda la provincia de Salta.