El rector de la UNSa deja entrever que será candidato a diputado nacional aunque no tiene partido para participar. La población universitaria no supera las 25.000 personas, cifra exigua para aquellos con pretensiones de una banca nacional aun cuando pretendieran lograr el favor de todos los universitarios. (Franco Hessling)

Víctor Hugo Claros es el rector de la Universidad Nacional de Salta desde el año 2010, antes era decano de la Facultad de Ciencias Económicas, y yéndose todavía más lejos en su historial podemos llegar a sus tiempos de cercanía con el romerismo fungiendo como tecnócrata en cargos relacionados con su profesión de Contador Público Nacional.

Hace dos semanas anunció que pretende ser candidato a diputado nacional y para ello buscaría alinearse con alguna fuerza que le preste su aparato en las PASO de agosto próximo. Siempre se ha mostrado muy cercano al oficialismo provincial, por ello todo indicaría que sería con esa fuerza con la que se postularía. Algo que no lo le traería conflicto de conciencia alguno en tanto fue funcionario del romerismo, luego se visibilizó cuantas veces pudo con el urtubeycismo, accedió a su cargo de rector con apoyos de radicales -Franja Morada-, peronistas -FUCE- y kirchneristas atemperados -Frente Plural.

Esa tendencia al pragmatismo político por sobre las ideologías o los programas, vuelve a hacerse ostensible en él ya que al ser consultado sobre en qué partido pretende desembarcar para proyectar su anhelo a la diputación, expresó que no ha definido a qué fuerza le pedirá su apoyo. Todo indica, sin embargo, que merodea al oficialismo con el que no ha dejado pasar chance de mostrarse cercano, encomiar la gestión Urtubey y de referenciarse con su conducción de la provincia. De hecho ha sido un rector sumamente mediático e inmiscuido en los actos institucionales-proselitistas del oficialismo.

La pregunta es sí las apetencias de Claros tienen espacio en ese enorme escenario político en el que se compendian en igual medida los dirigentes, los poderosos, los “cari-lindos”, los advenedizos y la vieja guardia peronista. En el oficialismo Kosiner es número puesto, pero atrás se miran con celo combativo los Vilariño, las Calletti, los David, los Parodi y hasta quizá alguno del desguarnido bastión de Posadas. Eso sin mencionar que pueda aparecer otro funcionario, dirigente o militante que reclame su participación en los armados del frente gobernante.

Por otra parte, si acaso por la maleabilidad de sus posiciones políticas Claros pretendería acercarse a la oposición por derecha e izquierda lo más probable es que tales fuerzas le diesen vuelta la cara. El Partido Obrero porque no acepta si quiera a otras izquierdas que no sean trotskistas, y el romerismo porque Claros es un rector urtubeycista hasta para cualquier distraído que se haya informado someramente de los movimientos que éste ha hecho como rector a nivel público.

En honor a la verdad el caso del radicalismo es más incierto. En el seno de la UCR se albergan corrientes que están en fuerte contradicción, lo cual se ha visto claramente en referencia a la determinación de la convención de Gualeguaychú con respecto a batirse en una interna nacional con el PRO. Traducido a nombres de peso en el plano universitario, por una lado está la tendencia de Eduardo Antonelli, cercana a Claros y Sanz, y en otra línea Rubén Correa y Fernanda Justiniano, contrarios al imperativo de Gualeguaychú y a la política vigente de Claros.

En resumidas cuentas Claros podría terminar por pertenecer a la lista oficialista, aunque sin estar en los primeros términos, o tal vez en un arrebato oportunista en alguna lista de la Unión Cívica Radical. Quizá su escaso protagonismo en los posibles armados del urtubeycismo sea el motivo de que el rector aún no defina con quién lanza su candidatura.

La UNSa ¿tiene peso?

En su primera gestión accedió al cargo de rector en una elección ceñida contra el referente de la Facultad de Naturales, Guillermo Baudino, mientras que en la re-elección de 2013 se impuso con holgura ante la exrectora Stella Pérez de Bianchi. Eso le dio la confianza para avanzar en su política de recorte y desvalor del fomento social, y justamente en ese marco es que docentes, personal de apoyo universitario y estudiantes le tomaron el edificio central del campus de castañares durante más de un mes, en Octubre-Noviembre de 2013.

Su afecto por la visibilización con referentes políticos más su última victoria electoral muy muelle en la disputa por el rectorado, hicieron que el entorno de Claros se entusiasmara por trascender hacia la política provincial. Ciertamente la Universidad Nacional es un lugar de mucha discusión cívica y política, pero que en realidad no suele ser reflejo de los contextos políticos que la rodean. Por ejemplo el Partido Obrero tuvo su peor elección en la carrera por el Centro de Estudiantes de la Facultad de Humanidades –la dependencia en la que tiene más peso- a sólo un mes de la histórica elección de Octubre de 2013.

En lo que respecta a guarismos la importancia de la UNSa no se multiplica, porque la cifra de la población universitaria no supera las 25.000 personas, es decir menos cantidad que los habitantes que tiene Rosario de Lerma, Rosario de la Frontera, Rivadavia, Cerrillos y Chicoana. Es decir, haciendo la grosera suposición que todos los votos de la población universitaria se trasladarían a una candidatura de Claros fuera de la universidad, ni siquiera le ganaría a Matías Posadas, que quedando en quinto lugar en la terna de diputados provinciales de la elección del 17 de Mayo acumuló 26.545 votos.

De protocolo en protocolo

Cuarto Poder intentó durante un lapso de diez días ser recibido por el rector para una breve entrevista en la que expusiese cómo proyecta su candidatura. Durante el último fin de semana se interpuso el religioso descanso, lunes y martes Claros viajó a las sedes de la UNSa en el norte provincial, el día miércoles por la mañana se tomó un descanso y por la tarde estuvo afectado a un acto de entrega de medallas. El jueves estuvo en actos con el Ministro de Educación Roberto Dib Ashur -otro Contador barajando la Educación pública-, y el viernes atormentado por la visita a la universidad del vicepresidente boliviano Álvaro García Linera.