La pésima política comunicacional llevada adelante por el hoy, ministerio mas importante, trajo reemplazos. Puertas adentro, la situación no es mejor: una funcionario todopoderosa tuvo que ser puesta en su lugar, y el alejamiento forzado de Mario Palacios del Samec afirma rumores de privatización. ¿Llegará Medrano a concretar su plan ante de su retiro?

 

Por Norma Jean

Con la aceleración de casos positivos de Covid-19, la Salud Pública comenzó su peor crisis y Salta, no podía quedar afuera. Pese a que los tiempos actuales, productos de la pandemia, han acelerado nuestra necesidad de adecuarnos a los nuevos tiempos de la tecnología y la comunicación, las fallas son mas que notorias. Lo que es común a gobiérnos anteriores, en esa ocasión se hace mas notorio ya que es difícil comunicar lo bueno de un área, cuando lo malo está a la luz del día; pero es mucho peor, cuando evitamos decirlo o lo decimos demasiado tarde. Un claro ejemplo es lo que le viene sucediendo al Ministerio de Salud Pública de Salta.

Josefina Medrano asumió en su rol de funcionaria y como es práctica corriente, trajo consigo su equipo de trabajo. Una cúpula formada solo por mujeres cercanas a ella. Gabriela Farah y Celina Caro, aunque no lo demostraban, ostentaban los roles mas importantes. Pero el estreno, pese a títulos y especializaciones comenzó con el pie izquierdo. Farah, (profesora de la Universidad Católica y por ende, formadora de futuros periodistas) debutó como Coordinadora de prensa y comunicación con la muerte de niños wichis en el norte. No fue un tema para improvisados, menos, entablando una mala relación con los periodistas que requerían información y sólo recibían como respuesta un trato esquivo, frío, y cuando la cosa se ponía tensa, una reseña de los méritos por los que estaba en ese cargo. El resultado era previsible:  la prensa, siempre se enteraba e informaba, antes que llegara la versión oficial de cada caso, y cada fallecimiento.

Podía haber zafado piloteando la situación pero en marzo, nos llegó la pandemia. De pronto se hizo más recurrente la queja de la prensa local: “el Ministerio de Salud no informa nada”. La demanda de los medios en consonancia con la situación fue creciendo y Farah hacía cumplir a rajatabla la consigna: “Solo la Ministra o quien ella designe, puede salir en los medios”, pasando incluso por encima de los gerentes de hospitales, con la única excepción de Juan José Esteban del Hospital del Milagro, quien se mandaba solo (hasta el punto de pronunciar las dos palabras más temidas: circulación viral, luego desmentidas por el mismo gobernador). Farah no solo no atendía ninguna demanda de los medios sino que tampoco permitía que ningún funcionario salga en los medios, ni siquiera el Secretario de Servicios de Salud, Antonio De Los Ríos, quien técnicamente es el segundo en importancia dentro del Ministerio.

A pesar de la cantidad de áreas con que cuenta este ministerio, no había posibilidad alguna tampoco, de instalar otro tipo de información que no sea referente a COVID19. Primero, por la atención que estaba concentrando la pandemia y luego, por la excesiva centralización en la persona de la ministra Medrano de todo lo relacionado a su cartera. Si había otra cosa para informar, todo quedaba atrapado en ese cuello de botella.  Como simple ejemplo, la primera data de casos positivos en Orán se presentó un domingo a las 4 de la tarde. Todos los medios de comunicación comenzaron a manejar la información a los pocos minutos, pero el Ministerio emitió un comunicado oficial recién a las 21 hs., cuando ya toda la población estaba alertada. Y fue así en cada caso positivo en la provincia, los medios informaban, y luego llegaba el informe de Salud Pública.

Tanta agua fue el cántaro que rompió la fuente y fue así que Farah se anotició el fin de semana pasado, que ya tenía reemplazo. El sujeto en cuestión es Pablo Borla y su nombramiento trae consigo el desembarco del Isismo dentro de Salud Pública.

CARO, LEJOS DE SER LA MEJOR…

Otro personaje importante de la gestión Medrano es la Secretaria de lo que antes era Planificación Estratégica y Relaciones con la Comunidad y que hoy Dios sabe cómo se llama. Un largo nombre, seguro, que la haga parecer más importante, aunque la realidad es que la única vez que esta secretaría tuvo importancia fue cuando apareció la telemedicina con el sistema Acuario y la carrera de Medicina en Salta, allá por 2015. La titular de esta área hoy es Celina Caro, figura muy cercana a Medrano. Algunos dicen que es su prima… Aunque lo importante, es el poder que esta señora tendría dentro del Ministerio. Es ella quien decide los descuentos a los empleados, de hecho, es quien explica los motivos de estos descuentos por YouTube. Autoriza los pagos y es también quien reprende a quienes no actúan de acuerdo a los que ella decide.

Esto fue lo que pasó con el gerente del Hospital Del Milagro, Juan José Esteban, a cargo del laboratorio que realiza los test de COVID 19, un médico con muchos años en Salud Pública y con buena relación con la prensa debido a que siempre va de frente, aunque a veces la verdad sea dura. Dicen que en una de las tantas veces que hizo declaraciones, fue Caro quien lo habría reprendido, cual alumno indisciplinado. Pero lo que no hubiera esperado nunca la funcionaria, es que al otro día recibiera un inesperado llamado en el cual se le dijo de todo, menos que era bonita. Dicen por ahí, que ese día le tocó llorar y hasta pedir por su trabajo. Lo que la soberbia funcionaria no sabía es que Esteban, aparte de ser el gerente de este hospital desde hace muchos años, es tío del Gobernador y fue alguien muy cercano a él quien, totalmente molesto por la actitud de la funcionaria tomara la decisión de ponerla en su lugar. A cada chancho le llega su San Martín…