Beatriz Guevara es profesora e integrante de la Comisión de la Mujer de la UNSa, y es quien lleva a cabo una investigación sobre los casos de femicidios en Salta a través de aproximaciones conceptuales de trabajos hechos sobre Ciudad Juárez. Aquí reflexiona sobre “las muertes anunciadas” tal como define a la extrema violencia de género. (Andrea Sztychmasjter)

La oficina de la Comisión de la Mujer de la UNSa que este año cumplió 26 años de existencia está llena de carteles, afiches y frases en pos a la igualdad entre mujeres y varones. “Entre dos podemos con todo” reza un cartel colgado en una pared con una imagen de un hombre y una mujer en una cocina, abajo se lee: “Día internacional de la mujer”. Más tarde la profesora Beatriz Guevara abrirá unos armarios y mostrará “la biblioteca de la Comisión que en estos años con nuestros trabajos de investigación pudimos armar”. Varios de esos trabajos, se los puede conseguir en la editorial de la universidad, comentará.

mujerescreando

El Centro de Estudios Filosóficos de Salta (CeFiSa) publicó solo una parte de un trabajo de investigación de varios años, y que Beatriz Guevara todavía se encuentra realizando: “Femicidios. Monitoreos de casos en Salta”. En el analiza “la problemática de los extremos de la violencia de género, que se manifiesta trágicamente en el feminicidio”. Nombra allí los casos de femicidios ocurridos en Salta, a través del monitoreo que llevó a cabo en un primer momento Artemisa y que hoy realiza La Casa del Encuentro, usando como base los casos publicados en diferentes diarios de circulación nacional y provincial.

Al respecto de cómo surgió hacer esta investigación, Beatriz comentó: “Surgió dentro de un proyecto de investigación dirigido por Violeta Carrique, este proyecto abordaba el tema de la discriminación y la violencia contra las mujeres en Salta. Éramos varias integrantes que fuimos desarrollando diferentes líneas, algunas analizando el tema del rol de las mujeres y su representación en la historia con el caso de Juana Figueroa, otras, la violencia dentro de las instituciones de salud, otras, el rol de las mujeres dentro de la fuerzas de seguridad. Este proyecto comenzó en 2007 hasta el 2010 y a partir de este proyecto comenzamos con un archivo de los casos de violencia de género y femicidios, tomando como caso inicial el de Rosana Alderete, que fue el caso detonante para la sanción de la ley de protección a víctimas de violencia familiar. Específicamente en lo que es femicidio, comencé indagando investigaciones para hacer una aproximación conceptual a partir de publicaciones de periodistas de México que toman estos casos de feminicidios en Ciudad Juárez y que lo abordan con una perspectiva de género”.

Beatriz se refiere a dos libros específicos “Huesos en el desierto” de Sergio González Rodríguez y “Cosecha de mujeres. Safari en el desierto mexicano” de Diana Washington. El primero indaga sobre los femicidios de Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua, repetidos año tras años, incluyendo niñas violadas y torturadas, cuyos cadáveres son arrojados al desierto. El segundo que también refleja los terribles femicidios ocurridos en la mexicana ciudad fronteriza, plantea la hipótesis de que algunos de los asesinatos son perpetrados por jóvenes pertenecientes a prominentes familias de Juárez que tienen nexos con carteles de la droga de ese lugar y compran protección de la policía.

“Nosotras a partir de eso fuimos haciendo un monitoreo de los femicidios en Salta, tratando como punto de partida el caso de Roxana Alderete, en aquel entonces no se hablaba de femicidio, se hablaba de homicidio y crimen pasional”, señala la profesora de Filosofía.

Muertes anunciadas

La docente señaló que muchos investigadores coinciden en definir a los femicidios como “muertes anunciadas”, “por el hecho de que es la culminación de todo una serie de violencias y de desprotección en la cual viven las mujeres por su condición de género dentro de las sociedades patriarcales”.

“En los casos de femicidios existen antecedentes hasta llegar al punto extremo de violencia, y son diferentes tipos de violencia que va sufriendo la mujer y que luego desemboca en la muerte violenta. En la tesis que estoy realizando busco indagar los aspectos éticos y morales que subyacen en las manifestaciones de violencia extrema y tomando los monitoreos que hicimos desde 2004 hasta 2012”, explica.

Entre algunos puntos de su línea investigativa Beatriz nombra las diferencias entre femicidios íntimos y no íntimos: “El mayor porcentaje de femicidios fueron cometidos por varones donde las mujeres han mantenido algún vínculo, ya sea vínculo afectivo porque eran pareja, o ex pareja, novios, etc. Después están las muertes provocadas por varones con las cuales no tenían vínculos. Teniendo en cuenta el vínculo se hace una distinción entre lo que es femicidio íntimo y femicidio no íntimo. En Salta la mayoría de los femicidios son íntimos”.

El macho salteño

Salta se encuentra entre una de las provincias con más casos de femicidios a nivel país, ¿Cuáles son los modelos de varón que predominan en nuestra provincia? Beatriz señaló a las “representaciones que tienen los varones de las mujeres” como el caldo de cultivo urgente a analizar.

“Lo vimos con el caso de las colectiveras, se siguen reproduciendo estereotipos de género que dicen que las mujeres no están capacitadas para determinadas tareas, porque una de la manifestaciones del patriarcado es exigirle el doble a las mujeres. En el caso de las choferes lo vimos cuando los medios tomaron como noticia que habían echado ya a una de ellas, pero no sabemos y los medios no lo han reflejado, cuantos choferes hombres han echado. Lo mismo sigue ocurriendo con el tema de la maternidad y paternidad. La mujer es más duramente cuestionada que el padre. Hay una sobre exigencia con las mujeres y eso forma parte de los estereotipos de género. Qué actividades tiene que realizar el hombre y cuales las mujeres”.

Por eso la profesora hace hincapié en la importancia de trabajar con la ley de educación sexual integral “La educación sexual integral cuestiona estos estereotipos y aborda no solo los aspectos sexuales propiamente dichos. Por eso creemos que es muy importante empezar a trabajar con los niños”.

La integrante de la Comisión de la Mujer se refirió además a otro de los aspectos que es necesario analizar, en función a la permanencia de la violencia contra las mujeres: “Las diferencias interclasistas, hay que tener en cuenta que una mujer pobre tiene menos elementos para romper el círculo de violencia. Es entonces cuando el estado debe estar con políticas públicas destinadas a ayudar a esas mujeres que se encuentran en un estado vulnerable”.

Con respecto a las acciones enmarcadas dentro de la Emergencia en violencia de género, Beatriz coincidió con otras referentes de mujeres salteñas; es necesario trabajar interdisciplinariamente y con políticas sostenidas en el tiempo, sin embargo consideró como algo altamente positivo la creación del Observatorio contra la violencia de género, proyecto que desde la Comisión de la Mujer de la UNSa, han ayudado a elaborar.

Para finalizar la profesora que actualmente participa del dictado del curso de Formación en Educación Sexual Integral “Habilitando Experiencias”, organizado junto a la Multisectorial de Mujeres de Salta, el Centro de Estudios Filosóficos de Salta, y la Facultad de Humanidades; y con el apoyo del Programa Nacional de Educación Sexual del Ministerio de Educación de la Nación, se refirió a algunas críticas que se refieren al “feminismo como muy académico”:  “Tenemos que hablar de feminismos y no de un solo feminismo, y cada una aporta desde su lugar. Yo creo que en todos estos años desde la Comisión de la Mujer de la UNSa hemos aportado a un montón de proyectos que luego se han convertido en ley, siempre la Comisión ha tenido un rol activo, trabajamos conjuntamente con otras organizaciones y en la comunidad. Recordemos que esta Comisión no tiene un presupuesto propio y las docentes integrantes trabajamos aquí por extensión de funciones, y porque estamos convencidas de esta militancia a favor de laigualdad”.