En cuanto a la definición de la fórmula electoral 2015, el gobernador Urtubey analiza si lo que conviene es seguir con Zottos, optar por el tartagalense Sergio Leavy o quedarse con alguien que provenga del PJ. (Daniel Salmoral)
La salida al escenario político salteño del documento, “Consenso de Cambios para el Desarrollo de Salta”, significa no sólo que dirigentes de varios partidos se pusieron de acuerdo en cargar al hombro temas trascendentes para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos salteños, sino también, aunque de manera no formal, el alumbramiento en el tablado electoral provincial de un nuevo frente político que liderará Juan Carlos Romero y que generó, a pesar que desde el oficialismo se lo haya criticado y minimizado, que los tiempos de marcha hacia las elecciones del año que viene se han acelerado de una manera impensada provocando, en la alianza gobernante desde 2007, la necesidad de alcanzar definiciones respecto del lugar que la dirigencia que le da sustento a la misma ocupará en las computadoras con voto electrónico que se habilitarán para el electorado doméstico el año venidero.
Si bien es cierto lo de Romero no fue una presentación acorde a las formalidades del lanzamiento de un nuevo tinglado político, la luz que vio el documento significó, en lo concreto, el abandono del placárd de varios dirigentes políticos salteños de distintos partidos quienes, hasta el martes 12 de agosto pasado, venían “arrimando la bocha” con el actual senador nacional “bajo poncho”, apuntando y ahora quedó claro, a la conformación de una nueva referencia electoral que, sin dudas, tendrá un protagonismo sustancial en los tiempos de comicio que vienen.
El salto a la arena política de este conglomerado dirigencial heterogéneo, exhibió además el alejamiento de la conducción y liderazgo de Urtubey de dirigentes como Juan Agustín Pérez Alsina, Alfredo Puig y un grupo nutrido de dirigentes de base y afiliados renovadores que dejó en evidencia que otra vez el PRS implosionó por lo que ahora, irremediablemente, se deberá pasar lista puertas adentro para saber, en verdad, cuantos han quedado y que consecuencias electorales va a traer aparejado el alejamiento de quienes, ilusionados, dieron en el año 2007 sustento a la conformación de este nuevo quincho político en la idea que nuevos tiempos venían y que, de verdad, con Juan Manuel como líder y conductor, nada ni nadie iba a detener el cambio, para mejor, afirmaban, que llegaba.
Urtubey, hasta la elección del 2011, al igual que su jefa política Cristina Fernández, tenía votos para “hacer dulce” como decían entonces los fanáticos U, por eso jamás pensaron que dos años más tarde, en 2013, aquel caudal electoral se les escurriría como agua en un canasto y ahora, oteando hacia el 2015, los obligará a modificar de raíz su estrategia de campaña y también, aunque por ahora no lo digan en público, retirar del lado de JMU a figuras con mucho “olor a cala” y atraer a otras capaces de oxigenar la gestión pero sobre recuperar la imagen ante los capitalinos, por sobre todo, ya que desde hace un tiempo se ha alejado de la gente y no concita ni seduce a un electorado que mira con bronca y desprecio como la mayoría de las veces, parientes, amigos, allegados y chupamedias de toda laya de funcionarios, muchos de los cuales son mediocres y carentes de idoneidad para llevar adelante la función pública, se benefician y concretan, sólo para ellos, aquello de “hacer realidad la esperanza”
Paralelo a este repudio, de al menos los ciudadanos de Capital en mayor medida, los dirigentes del otro socio de Urtubey, el Partido de la Victoria, empiezan a agitar las aguas reclamando lugares de protagonismo que entienden, por la “prepotencia del trabajo y los votos aportados”, ya les corresponde ocupar.
Los sufragios llegados desde el norte provincial, del Departamento San Martín principalmente y de otros adónde el presidente del partido y a la vez jefe comunal de la ciudad de Tartagal, Sergio “Oso” Leavy tiene importante ascendencia, fueron determinantes para garantizar que el hermano del Gobernador, Rodolfo Urtubey junto a su protegida política Cristina Fiore, a quien en el patio interno del PRS llaman, “Panqueque” Fiore, alcanzaran las bancas en disputa para el Senado de la Nación, desplazando así a quien, hasta entonces, había sido, según sus propios pares, la mejor senadora nacional del país, Sonia Margarita Escudero.
Este dato de la realidad es el que ahora los dirigentes del PV, de la ciudad de Salta más que otros, cuentan en todos los ámbitos y mentideros políticos diciendo que ya es hora que Urtubey deje de ningunearlos y de una vez les reconozca su trabajo, su aporte de votos en cada comicio y por sobre todo su lealtad para con el Gobernador a pesar que éste, siempre, los minimizó y trató como en las familias aristocráticas se hace con los parientes pobres o desclasados.
“Ahora nosotros somos la segunda fuerza política de Salta después del PJ. Los renovadores tras las deserciones de sus dirigentes y afiliados y las idas y vueltas de su presidente, Andrés Zottos, han perdido ese espacio que ahora es nuestro”, decía uno de ellos en el café de Juramento y Santiago mientras el popular Marito Siuffi, el gran anfitrión del lugar, le servía un “cargadísimo” Amargo Serrano “Marolio” con “Coca Cola Zero”, a fin que el dirigente victoriano cumpla al pie de la letra con la Ordenanza “Tolerancia O” de alcohol.
Por eso, y convencido que sus palabras tienen total asidero con la realidad, sostenía que si Urtubey quiere abrochar un nuevo triunfo electoral en 2015, el tercero por la gobernación provincial, será justo y necesario, imprescindible decía, que el actual primer mandatario lleve en la fórmula al intendente de Tartagal.
“El ‘Oso’ y todo el Partido de la Victoria ya le dio demasiadas pruebas de amor a Juan (Manuel Urtubey) y jamás recibimos ni un “regalito”, por eso ahora ya no estamos dispuestos a quedarnos callados y aceptar mansamente una nueva ‘puesta de cuernos’, por eso si no tenemos la candidatura a la vicegobernación, y a esto lo discutiremos ampliamente con toda la gente del partido, lo más seguro es que salgamos solos porque tenemos para, con dignidad, ofrecer otra alternativa para gobernar la provincia”, afirmaba y agregaba para cerrar, “no está en los planes del partido analizar si siquiera la posibilidad de ir con Romero (Juan Carlos), aunque somos conscientes que si salimos solos y no con Urtubey, le dejamos el camino expedito para que Juan Carlos gane sin chicote su cuarta elección a gobernador de la provincia”.
En el intestino pejotiano, aunque silente, se alzan voces diciendo si no llegó la hora ya para que un dirigente peronista, intendente o legislador, se sume a la fórmula oficialista.
“La verdad es que la mayoría de los votos, como siempre ocurrió, son los que arriman los compañeros, sin embargo vemos que se sigue eligiendo a otro (por Zottos), que lo único que le interesa es seguir conservando y acrecentando sus negocios, que se va cuando quiere y trabaja en contra y que en definitiva es más lo que resta que lo que suma”, arengaba ante un nutrido grupo peroniano un conocido dirigente que imploró un absoluto off de record cuanto se percató de la presencia de este escriba.
Así las cosas, habrá que esperar la decisión que tome al final Urtubey para recién allí merituar sus verdaderas chances para alzarse con otro triunfo electoral de fuste en la provincia.
Saber quien lo acompañará tendrá que conocerse pronto a fin de bajar temblores en todo el Frente gobernante para evitar, o al menos mitigar que la “Agrupación Garrocha”, muy activa esta semana que pasó, siga sumando saltadores de manera diaria.
Miguel Isa, en tanto, sigue adelante con sus intenciones de heredar a Urtubey en la conducción provincial y por eso acrecienta la tarea de hablar mano a mano con los vecinos de Capital todas las semanas.
El ambicioso plan de obras públicas que ha desplegado y el programa “La Municipalidad en mi Barrio”, se han convertido en formidables herramientas para que Isa recupere el “idilio” que desde siempre mantuvo con los vecinos, y a partir de allí es que sus “coroneles” se entusiasman pensando que los votos perdidos de manera “circunstancial” el año pasado a manos del Partido Obrero, volverán a su verdadero “dueño” y aportarán de manera contundente para asegurar que Isa sea un nuevo gobernador peronista.
Pero si en la cúpula “isista” se trabaja con este objetivo, en la base va tomando cuerpo la intención de muchos dirigentes barriales y militantes de a pié que aspiran a que Isa siga en la intendencia de Salta, al menos por un período más por lo menos.
Son los ideólogos de lo que ellos mismos denominan el “Operativo Clamor”, que no es otra cosa que hacerle saber al propio Isa y a los salteños todos, a través de pintadas y movilizaciones, que trabajarán para que el actual Intendente se quede aunque sea por otros cuatro años al frente de la comuna.
“Miguel hizo mucho en estos años por todos los vecinos pero sobre todo por los más jodidos, por eso no queremos que se vaya porque todavía queda mucho por hacer y estamos convencidos que si no es él no habrá nadie que lo haga”, comentaba un activo militante del “Operativo” que adelantaba que en unos días más estará instalado y acopiará a más vecinos que saldrán a sumarse no porque se opongan a que Isa busque la gobernación sino porque, y lo enfatizan claramente, “Nunca nadie, para los barrios, nos dará bola como lo hace Miguelito”.
Estos mismos son los que sostienen que si las encuestadoras miden a Isa como candidato a Intendente y no para gobernador, las cifras que surjan terminarán desalentando a cualquier otro aspirante a sucederlo, sea del color y el partido que sea.
Estos fanáticos, ¿le ayudan o le tiran un collar de cemento a Isa?
Por ahora no se sabe, pero si queda claro que llegado el caso, los del “Operativo Clamor” venderán caro el “pase” de Isa del CCM al GB.
Juan Carlos Romero, a su vez, recorre la provincia sumando adhesiones al documento presentado la semana pasada en el Hotel Alejandro I, mientras los responsables de lo que será la campaña electoral en la ciudad de Salta se frotan las manos mirando encuestas que muestran muy bien ubicados a Romero y a Guillermo Duránd Cornejo como potencial Intendente de la principal ciudad de la provincia.
Relativizando críticas y transmitiendo optimismo, el tres veces ex gobernador ignora los dardos con curare que le tiran algunos ex amigos que durante años comieron de su mano, al igual que algunos mercenarios, avenidos a comunicadores sociales, que hasta el 2007 hacían lo posible para mostrar en las mesas ratonas de sus living una foto abrazados al que ahora intentan linchar mediáticamente.
En este espacio, también el tema de la fórmula no está definido.
Será Alfredo Olmedo quien la completará o el senador nacional sorprenderá a propios y extraños con otro nombre?
Por el momento, sólo JCR lo sabe.
Estos son los primeros escarceos de lo que será una larga campaña electoral que, para la provincia culminará en Mayo y determinará si, Urtubey o Romero, ambos emergentes del PJ y los que muestran mayores chances de morar, hasta 2019, en el principal despacho grandbourgdiano.
Para los otros partidos y candidatos, les queda la nada sencilla tarea de hacer los esfuerzos necesarios para romper con la polarización que hasta ahora asoma entre quienes, en tiempos no tan lejanos, se presentaban ante todos, como el Maestro y su querido Discípulo.