En la finca El Tipal, supuestamente clausurada tras ser denunciada hace un mes por desmontes mediante trabajo esclavo de 33 personas, nuevamente se encontró gente trabajando en condiciones similares.

Esta finca propiedad de Luis Martín -quien ya tiene una denuncia en la justicia oranense por trata de personas-  se encuentra a 10 kilómetros de Colonia Santa Rosa, en el paraje Saucelito. A fines de agosto se encontraron más de 30 personas, entre las que se encontraban 3 menores de edad, trabajando en condiciones paupérrimas, sin alimento ni agua. El trabajo consistía en desmontar la zona, que como cuenta con menos de 300 hectáreas, la ley estipula que no se realice una consulta para ello, generando problemas con los vecinos de la finca, quienes se vieron perjudicados por la muerte de animales, el humo de los desmontes y la pérdida del paisaje al que antes estaban acostumbrados.

En aquella ocasión se anunció la clausura de la finca, pero al parecer no duró demasiado porque tras algunas denuncias, la secretaría de trabajo constató que nuevamente estaban personas no registradas trabajando en el lugar, esta vez cinco hombres. “La suspensión es por cinco días”, dijo el secretario de trabajo, Ramiro Chávez, al indicar que como había gente no registrada se labró un acta “para iniciar un sumario administrativo”. Por su parte, el ministro de trabajo, que en su momento dijo que lo visto en la finca era lo peor que le había tocado presenciar en cuanto a este tipo de procedimientos, ratificó que se suspendieron las actividades en la Finca El Tipal hasta que el dueño cumpla con las disposiciones legales.