El rol de esta empresa en la obra pública local sigue en debate. Sólo con el Fondo de Reparación Histórica, la firma del hermano de la ministra de educación ejecutó obras por 55 millones y cobró adelantos por más de 3 sin poner un ladrillo en años. (D.A.)
Dos obras finalizadas e inauguradas, otras ocho que están en ejecución y tres que la información oficial señala como iniciadas; esas son las obras del Fondo de Reparación Histórica adjudicadas a la constructora que fue objeto de los comentarios de varios medios de la ciudad tras la nota publicada la semana pasada por Cuarto Poder.
Se trata de Mega SRL pertenece a Carlos Berruezo, un hombre doblemente vinculado al Grand Bourg: es el hermano de Analía Berruezo, ministra de educación; y amigo personal del hermano del gobernador Urtubey, Facundo, quien además, aparece en la página oficial del gobierno provincial como presidente Ad Honorem de la Agencia de Promoción de la provincia que depende directamente de la gobernación.
Las 13 obras reseñadas se ubicaron en seis municipios del norte provincial. Colonia Santa Rosa fue el distrito que más obras aportó a Berruezo: cuatro por un total de $10.930.272 que el gobierno desembolsó o se apresta a desembolsar a la empresa que también embuchará $2.605.336 por 2 obras en Orán; 6.528.677 por una obra en Hipólito Irigoyen; otros $6.629.934 por una más en General Mosconi; $5.182.827 por una en General Ballivián y $2.041.456 por una ejecutada en Embarcación.
Sin embargo, es Pichanal el municipio que mayores volúmenes de dinero le aportará al empresario nacido en Chicoana y luego radicado en Cerrillos, donde montó su constructora. Las tres obras de Pichanal le redituaron $20.856.271. Ese hecho combinado con otros dos explican por qué el intendente del lugar -en medio de las tensiones entre Grand Bourg y los intendentes por el manejo de la obra pública municipal- terminara convirtiendo a la empresa en un tipo de noticia que los empresarios prefieren evitar. Y es que la administración de Julio Jalit fue, junto a la del municipio de Tartagal, la que más obras licitó y ejecutó con el Fondo de Reparación Histórica, sin olvidar que las características políticas (hombre fuerte del norte) y económicas (también millonario) de Jalit suelen inclinarlo a no esquivar las tensiones a la hora de defender intereses de cualquier tipo.
Fue él quien ventiló el nombre de la empresa que resultó ser muy beneficiada por la obra pública y por elevación al propio Berruezo. Convertido éste en blanco de las miradas mediáticas, se supo de él que amasó una fortuna con la construcción, que también es dueño de una gran estación de servicio en Cerrillos y que diversifica su capital acumulando tierras en el departamento de Rivadavia, en Metan y en Chicoana. Aquí adquirió, por ejemplo, la Finca Las Moras que alguna vez fue de la familia Patrón Costas. Pegada a ella otras 80 hectáreas en donde cría ganado que están al resguardo del veterinario esposo de la ministra de Educación.
Una práctica común
Jalit señaló también otras cosas. Por ejemplo que la empresa percibe jugosos adelantos que no se corresponden con la ejecución de las obras. La acusación pudo ser confirmada con información oficial presente en la web del FRH. Allí puede constatarse que de las 13 obras mencionadas, sólo dos fueron finalizadas e inauguradas por Carlos Berruezo: el reemplazo de una colectora sobre calle 20 de Febrero en Colonia Santa Rosa y una ampliación de red de gas natural en barrios nuevos de Pichanal. En el resto de las obras, en cambio, hay atrasos evidentes según la documentación oficial.
Los más notorios son los siguientes: en la ampliación de una red de agua potable para una comunidad kolla de Orán presupuestada en $1.056.185, el gobierno le adelantó a Mega SRL el 19 de abril de 2013, la suma de $316.855, aunque al día de hoy los avances físicos del trabajo son nulos. Lo mismo ocurrió con la red cloacal de barrios Las Palmeras y La Misión de Colonia Santa Rosa: allí el presupuesto de obra es de $1.495.121, el gobierno adelantó $448.536 en abril del 2014 y a la fecha los avances físicos del trabajo son cero. Hay más. En Orán la empresa ganó la licitación para realizar nuevos pozos de bombeo por un monto de $1.549.151, de los cuales, en abril de 2013, le adelantaron $464.745 aunque los avances de obras también son nulos. El ejemplo mayor es el siguiente: la obra valuada en $6.528.677, y que consiste en construir una nueva planta depuradora de líquidos cloacales en Hipólito Irigoyen, ya tuvo un adelanto a la empresa de $1.958.603 sin que ello haya supuesto avance físico alguno. Los resultados de la suma y resta son evidentes: el gobierno adelantó a una constructora amiga, entre 2013 y 2014, un total de $3.188.739 sin que ésta avanzara en la ejecución de los trabajos.
La práctica de adelantar grandes montos a cambio de nulo trabajo no es un beneficio exclusivo de la empresa de Carlos Berruezo. Y es que de las cinco obras calificadas en la información oficial como “iniciadas” las dos restantes corresponde a la constructora Dal Borgo Construcciones SRL. Se trata de la construcción de un sistema de redes cloacales domiciliarias en Rivadavia Banda Norte y la construcción en el mismo municipio de una planta de tratamiento de líquidos cloacales. La primera supone un presupuesto de $2.108.209, la segunda uno de $3.391.852. El gobierno adelantó a la empresa en agosto de 2014 la suma de $632.462 para el primero caso y $1.017.555 para el segundo. A casi dos años los avances físicos de los trabajos son nulos.
Lo mencionado abre más interrogantes: El gobierno tiene varios amigos en la obra pública o la práctica de adelantar gratuitamente sumas de dinero es parte de una mecánica cuyas lógicas aún desconocemos. En un momento en donde la relación entre el sistema político y los empresarios de obra pública son materia prima de grandes hechos de corrupción, sería conveniente aclarar cómo funciona esa mecánica en la provincia.