En el predio de la Asociación Gauchos de Güemes hubo 20 efectivos que no controlaban el acceso de menores de edad.

Sólo importa la plata. A la fiesta llamada Frida 2019 asistieron 1500 personas. Esa noche de año nuevo, una chica de 17 años habría sido abusada sexualmente por un joven de 18. Las primeras investigaciones también dejan en claro que en el complejo de la agrupación tradicionalista Gauchos de Güemes hubo varias irregularidades y que los policías allí presentes decidieron mirar para otro lado.
En la fiesta había una gran cantidad de menores de edad, quienes ingresaron sin ninguna dificultad, ya que en el acceso no se solicitaba el documento.¿Por qué? Porque sólo importa que paguen.
Las entradas oscilaron entre los 350 y 800 pesos, solamente para poder ingresar. : las entradas anticipadas tenían un costo 350 pesos con consumición y 600 pesos costaba el “VIP” con champagne, para mayores de 23 años. Pero en la puerta de la fiesta, estos tickets costaban más: $800.
Por eso, según relataron algunos chicos que concurrieron al lugar, los menores de edad no tuvieron problema de entrar, ni tampoco de comprar bebidas alcohólicas en la barra.

Al respecto, desde la policía dijeron al diario La Gaceta que el control del ingreso era responsabilidad de los organizadores, los cuales contrataron personal policial “sólo para brindar seguridad”.
“Hubo cobertura adicional de la Policía a partir de la 1:30 del 1 de enero”, según informaron desde la misma fuerza. Los efectivos dispuestos para la fiesta fueron 20 en total, los cuales permanecerían en el predio hasta el final de la fiesta. Pero ellos no estaban a cargo del control en el acceso –explicaron-, considerando que el artículo 106 bis de la ley 7135/01 determina que es responsabilidad de los organizadores “disponer de personal idóneo y suficiente para controlar tanto el ingreso al local, el consumo de bebidas, como así también de garantizar el mantenimiento de la seguridad y el orden del local”.
Recién a las 5:20 (diez minutos antes de finalizar el enveto) la policía decidió labrar una infracción por exceso a la capacidad de personas permitidas y la presencia de menores (de la cual se habían dado cuenta varias horas atrás). A esa hora, el personal policial decidió desalojar el predio.

Cincuenta minutos después del desalojo se realizó la denuncia de abuso sexual en perjuicio de una joven menor de edad, habiendo sido uno de los baños de la fiesta el lugar de este delito.
El acusado de este delito es un joven conocido de la víctima, ya que asistía al colegio donde concurre la menor. Dada la denuncia, el joven de 18 años fue detenido y el caso está en manos de la fiscalía penal de Delitos contra la Integridad Sexual en feria.