La joven banda musical desembarcó por primera vez en Salta, adonde aprovechó para estacionarse unos días y recorrer medios y lugares de la movida local. Cuarto Poder les acompañó en varias de sus actividades en la ciudad. (A.M.)
La contundencia de su nombre vaticina la carga emocional, política y sonora que tiene este power dúo bonaerense. Ivi Colonna y Diego Fantín son BIFE, una banda ecléctica de música popular que nació a fines del 2013 y hasta ahora no ha descansado nunca. Con tres discos en la calle, se presentan el viernes 18 por primera vez en Salta junto a Celeste Martín y Pablo Agui. Trabajan en un EP que esperan tener listo a fin de año y piensan en sus próximas fechas, que son muchas.
Están la provincia desde el martes y recorren radios, dan entrevistas y graban vivos en Instagram acompañades por la productora Piña Ninja, de Paola Álvarez y Celeste Martín. Cuando hablan de BIFE, a Ivi y a Diego se les iluminan los ojos. De verdad. Existe entre este dúo una conexión difícil de traducir en palabras. Se conocieron en un slam, una suerte de torneo de poesía oral, organizado por la escritora Sol Fantin. Ivi tenía otra banda (Pimentón), un trío de tango y escribía, al igual que Diego, que además tocaba la guitarra, la viola y el piano desde los dieciséis años. A los tres meses ya tenían su primer disco. Más adelante, establecieron vínculos con Flor Linyera, Sara Hebe y otrxs artistas que participaron de su proyecto marcando un carácter disruptivo en la música popular que eligen para expresarse.
Desde sus comienzos, BIFE se propuso cuestionar los estereotipos de género y la noción del amor romántico:
(…) el amor no se gasta por amar
por favor hacé siempre lo que quieras
yo te quiero de verdad.
Y es que no son sólo una banda de cumbias, zambas y tangos. Ivi Colonna arriesga una definición: “Para mi BIFE es un lugar de encuentro: es viajar y comunicarse con la gente. Se establece un diálogo conmovedor, muy fuerte con las personas que nos van a escuchar”. Diego, en cambio, afirma: “Somos un proyecto estético que tiene sus implicancias políticas que no son partidarias. Discutimos, incluso la definición de lo que es nuestro proyecto porque no partimos desde las certezas sino desde las dudas”. “Es una banda de música popular”, concluye Ivi y reconcilian sus posturas, reconciliación que sellan con una mirada cómplice de afecto sincero que se siente en el aire y hace del ambiente un espacio propicio para la ternura.
En una ciudad en la que las instituciones hostigan simbólicamente a quienes cuestionan el orden establecido, BIFE irrumpe el paisaje con sus cabezas de colores fantasía. “Nosotres creemos que se pueden pensar las cosas de otra manera, tratamos de vivir y compartir una realidad que creemos que es mejor, no vamos al choque políticamente en los lugares que visitamos, que son diversos pero en los que siempre encontramos mucha gente en la misma sintonía”, afirma Diego, la noche del martes en lo de Cele Martín, empanadas de por medio. “A veces nos pregunta cómo cae BIFE en los lugares a los que vamos, y en realidad son canciones y son graciosas, vienen familias enteras a vernos”, agrega Ivi, “la gente se pone muy feliz cuando una cumbia no dice Laura se te ve la tanga. Para nosotres es muy zarpado eso, generar ese espacio seguro para que la gente se divierta”. Diego sugiere que, ante su actitud de repensar los fundamentos de los estereotipos que generan situaciones de violencias, es difícil rechazar una idea clara. “Hay más puntos de contacto que de rechazo”, dice Ivi mientras contesta las tres o cuatro propuestas de trabajo que le han llegado en la última media hora. “En Salta, como en otros tantos lugares, hemos encontrado mucha gente que piensa a favor de la diversidad, una sensibilidad muy distinta a lo que nos pintan cuando nos advierten de ciudades más conservadoras. En todas partes hay gente que está dispuesta a hacer algo por quien tiene al lado, y es un orgullo para nosotres saber que reunimos a esa gente con nuestra música”, afirman y renuevan la esperanza de que las cosas, en todos lados, están cambiando.
Tocar en Salta es para elles otro momento de encuentro como los que vienen viviendo en sus giras por el país. Durante los meses de julio y agosto, tocaron en la Patagonia (El Hoyo, El Bolsón, San Martín de los Andes, entre otros) y ahora arriban al norte a presentar su último disco, Adentro. Este trabajo tiene algunas particularidades ya que fue producido por una sola persona, el DJ y percusionista Pato Smink y todas las letras están escritas por Diego Fantin. Además, Diego afirma: “En este disco ya tenemos un concepto sonoro más claro en el que mezclamos lo acústico y lo electrónico”. Por su parte, Ivi agrega que hubo una producción estética más pensada, con una tapa hecha por Carla Flores, “yo amo Adentro”, concluye orgullosa. “La gente está lista para escuchar tangos, zambas, electrónica. El presente es este”, dice Ivi, que hace referencias al público en cada cosa que agrega en la charla. El diálogo, la interacción y el compromiso con el público es una preocupación evidente para BIFE. “Me conmueve mucho cantar Furiosa, nombrar a las pibas que ya no están”, dice Ivi visiblemente emocionada en una noche fría después de haber ido al pañuelazo salteño de todos los martes frente en la Plaza de la Legislatura.
Hay un fuego que me está quemando (…)
y es un fuego violento
que no se quiere calmar
no me van a ver llorando por vos (…)
me van a ver gritando.
A la hora de elegir, a Diego se le complica pero arriesga: “Arbolitos incursiona en una propuesta filosófica más interesante, pero me resulta muy difícil elegir una sola canción de Adentro. También creo que Tupé es la más lograda, es un tango muy lindo”.
Si lo que va a morir de alguna forma ya está muerto
vivamos este desierto
si lo que va a morir de alguna forma ya está muerto
vivamos este momento
Les BIFE escuchan música clásica, Diego es fanático de Bach y cuando lo nombra, Cele Martín dice “¡es re punk Bach!” y la conversación vira hacia otros horizontes por un momento. Ivi escucha Los espíritus, Nahuel Briones y Cazzu. También escuchan a Roma Roldán, Agus Paz y Lu Mocchi. Más allá de la música que consumen y la que hacen, BIFE tiene una propuesta escénica más que interesante. El jueves, tomando unas cervezas en un bar céntrico, con la ciudad más caminada, Ivi y Diego desarrollan la idea sobre el despliegue de sus shows: “Preferimos señalar la diferencia de poder que genera estar sobre un escenario. En ese momento hay una relación unidireccional en cuanto al uso del discurso, entonces nos parece más honesto establecer un pacto ficcional bien claro y lo destacamos con nuestra vestimenta. Queremos reflexionar sobre cómo un trozo de tela te puede determinar los roles de género, por ejemplo”. Cuando suben al escenario, Diego suele hacerlo con vestido y maquillado, mientras que Ivi muestra un bigote pintado sobre su cara blanca. Son distintes en el escenario y abajo: a Diego le gusta el campo y es muy preciso con los términos que usa al hablar; Ivi ama la ciudad pero se conmueve hasta las lágrimas con los paisajes imponentes, mientras habla hace chistes y no tiene miedo de dejar en evidencia la forma en la que la atraviesan las cosas que cuenta.
“Para nosotres, tocar es un alivio: cuando no tocamos durante mucho tiempo no sabemos para qué vivimos”, coinciden inmediatamente y estallan en risas. Con amor y desde Adentro.