En la ciudad donde Urtubey perdió hace un año y Romero no remonta; en el departamento del que es oriundo, Miguel Isa hizo campaña durante dos días y convenció a los oranenses de eso que el PJ parece no creer: que peleará la gobernación. El PJ dirimiría en internas la candidatura a gobernador. (Daniel Avalos)
El viernes Orán fue el epicentro político. No es una exageración. En la ciudad del norte confluyeron los equipos de campaña de Miguel Isa, Juan Carlos Romero y Claudio del Plá. Las miradas del activo político y la prensa, sin embargo, se concentraron en Isa y su primer acto público en el interior anunciando su candidatura a gobernador. Entre ese activo y esa prensa, muchos empiezan a cambiar de parecer. Si hasta ahora aseguraban que el anuncio de Isa a la gobernación era una maniobra que buscaba arrancar las mejores concesiones posibles a un oficialismo que desea el andar solitario de Urtubey en su disputa con Romero; ya son más los que empiezan a creer que lo del actual intendente capitalino va en serio.
Explicar el arrojo isista es complicado pero posible. Para hacerlo habría que prescindir de razonamientos épicos porque Isa no es un político épico, sino uno que, como todos, se aferra al cálculos de probabilidades. Y lo que hoy los números indican es que Urtubey y Romero lo aventajan en cuanto a nivel de conocimiento e intención de votos se refiere aunque ambos se han empantanado ante la opinión pública. Para muchos ese estancamiento representa el techo de esos candidatos, mientras los isistas están seguros de que la intención de votos para el actual intendente crecerá a medida que su figura se haga conocida entre los ciudadanos. El menor nivel de conocimiento de Isa en la provincia, entonces, es visto por el isismo no como signo de debilidad sino como condición de posibilidad para prender en un terreno virgen para Isa, pero infértil para Urtubey ni Romero.
El primero porque protagoniza una gestión somnolienta; el segundo porque sólo parece representar la posibilidad de un ocupar un vacío generado, justamente, por la poca gestión de Urtubey. Eso podría explicar la decisión isista por recorrer un interior que concentra el 56% del padrón electoral, un interior que ha definido las elecciones en los últimos años, y el escenario donde Urtubey y Romero ya formalizaron sus estrategias. Juan Manuel trabajando para que el conglomerado de intendentes no le reste apoyo; y Juan Carlos recurriendo a un Olmedo que a partir de su buena performance electoral en algunos de los distritos claves del interior durante el 2013, es la pieza con la que Romero espera cosechar los votos que personalmente no pudo recolectar en el 2013.
Que Isa haya elegido Orán para realizar su primer acto público como candidato a gobernador, se entiende. Además de la importancia electoral del distrito, es el lugar donde creció. En cada presentación pública que tuvo entre el jueves y el viernes se encargó de remarcarlo. Un ejemplo: durante la noche del jueves, en una cena con cincuenta empresarios y comerciantes, tomó el micrófono y les recordó a todos que había crecido y estudiado en esa ciudad en la que siendo niño recorrió de punta a punta, siempre en compañía de amigos que como él se fugaban de sus casas durante la siesta para explorar cada rincón de esa ciudad a la que sigue sintiendo suya.
De lo emotivo a lo político
La simple pertenencia de Isa a Orán no explica, en lo central, su opción por esta ciudad para realizar un movimiento abiertamente proselitista. Y es que Orán también se ha convertido en el distrito en donde las experiencias electorales recientes lo muestran como el lugar en donde el resultado está abierto para todos. Después de todo, es la ciudad y el departamento en el que quienes hasta ahora polarizan las elecciones no demuestran poseer un liderazgo consolidado: es la cuidad donde Rodolfo Urtubey perdió ante Alfredo Olmedo, el departamento donde el primero se impuso sobre el segundo pero por escasos votos y, además, el escenario donde Romero alcanzó sólo el 16% de los votos en el 2013 (10.870 votos sobre casi 65.000 emitidos en las primarias de agosto y 10.613 votos en las generales de octubre).
El deterioro social en el que se encuentra inmerso ese departamento puede explicar bien el poco entusiasmo que generan los apellidos que gobernaron durante 20 años la provincia. Dos décadas de políticas neoliberales que Romero montó y Urtubey nunca desmontó y cuyos resultados están a la vista: una historia reciente que convirtió a Orán en escenario central de muchos de los 220 cortes registrados en Salta entre 2001 y el primer cuatrimestre de 2002; y un departamento que el censo 2010 lo siguen mostrando ampliamente postergado: 29.100 viviendas que incluían 22.436 casas, 562 departamentos, 2.164 ranchos y 3.588 casillas más otras unidades habitacionales precarias. Un departamento en donde el total de núcleos familiares llega a 31.859, del cual sólo 7.877 (24,7%) tienen acceso a gas en red; mientras 16.462 viviendas (51%) se manejan con gas en garrafas y 6.994 viviendas (22%) usan para cocinar leña o carbón; lugar en donde el 4,38% de la población mayor de 10 años (4.714 sobre un total de 107.387) es analfabeta. Pobreza que también se puede medir por aspectos menos vitales pero bastante ilustrativos: el 78,39% de los hogares (24.974) no posee computadoras; el 82,32% (26.226) no cuenta con línea telefónica; mientras el 23% de esos mismos hogares (7.355) carece de heladeras.
Ante esa realidad que muchos oranenses asocian a los apellidos Urtubey y Romero, a Miguel Isa le ha resultado cómoda la comunicación con los vecinos en estos dos días de recorrida. Y es que aun cuando no hizo referencia ni a uno ni otro apellidos, sabía que los grupos con los que se reunió lo consideraban ajeno a los estragos que las políticas provinciales generaron en ese departamento.
Estudios de casos
La escuela social de box del Barrio Güemes, en Orán, fue uno de los lugares de encuentro entre Isa y los vecinos. Una precaria construcción donde funciona el centro vecinal y donde 50 chicos de entre 6 y 14 años practican boxeo en un cuadrilátero de cemento que carece de esquinas y cuerdas. Allí fue Isa el jueves a la noche para donar mancuernas, guantes de box, piolas de saltar, cascos de box, bolsas y otros implementos que los niños y adolescentes que provienen de los asentamientos celebraron con aplausos por su apego a ese deporte. Lo asegura Jesús Fernando Cruz, el presidente de ese centro vecinal, que consultado sobre aquella disciplina confiesa no saber nada de box. Ante la sorpresa del cronista, se apresuró a explicarnos que en realidad el objetivo de la escuelita es congregar a los niños a través de la práctica deportiva que ellos eligen, para a partir de ello poder gestionarles controles médicos que le realizan en los centros de salud o en el hospital si el estado de salud de los niños lo recomienda.
Esa escuelita de box es una foto de las muchas necesidades de una ciudad con un alto nivel de pobreza y en donde, además, existe un índice de población infanto-juvenil por encima de todas las medias. Otra vez, el censo 2010 viene a nuestro auxilio. Mientras la media nacional de ese grupo etario es del 37%; en nuestra provincia llega al 41,79% (de un total de 1.214.441 habitantes, 507.553 estaban incluidos en esa franja etaria) y en Orán el porcentaje se estira al 46%: 63.968 habitantes sobre un total de 138.838 tenían entre 0 y 19 años.
A cargo de esos niños se encuentra el instructor Roberto Agustín Cruz. Un joven que creció en Ciudad del Milagro de la ciudad de Salta y que desde hace cuatro años reside en Orán. Por contener a los chicos y chicas e instruirlos en el boxeo durante dos horas diarias, recibe un pobre subsidio que viene a complementarle los ingresos que percibe por sus trabajos temporales en los aserraderos. “Es duro el trabajo allí…” dice Roberto, pero no duda en aclarar que “…es más duro cuando esos ingresos se suspenden por falta de trabajo porque la plata no alcanza”. Una alternativa a esa falta de ingresos suele ser en Orán la práctica del bagayeo al que miles de oranenses recurren, aunque el instructor de box se apresura a aclarar que es una opción que él elige no seguir. “Te arman los bultos y vos no sabes que traes encima. Te podes comer un garrón del que no te libras más”.
No todos, dijimos, toman la decisión de Roberto al respecto. En Orán el trabajo informal es la única salida para miles de jóvenes y adultos. Y el bagayeo es tal vez, el ejemplo paradigmático de la informalidad que limita con el delito. El centro neurálgico de esa actividad es la llamada playa de vehículos pesados ubicada al frente de la terminal de ómnibus. Allí arriban colectivos, traffics, camionetas o automóviles cargados con bultos de hasta 80 kilos. Cientos de bultos cargados por cientos de bagayeros que manipulan la mercadería que comerciantes minoristas llegados de distintos puntos del país compran en Bolivia para después contratar a esos jóvenes que cruzan la mercadería por la frontera hasta esa propiedad de la municipalidad de Orán. Municipalidad que, de cuando en cuando, asegura que combatir la actividad ilegal.
Eso no ocurrirá. No sólo porque del bagayeo vivan miles de oranenses, sino también porque beneficia la propia municipalidad. Lo primero porque aún cuando entre el 70% y el 80% de lo introducido a esa playa sale de Orán; el 20% o 30% restante alimenta el comercio ambulante de otros miles de oranenses que, con mesita a la vereda o ferias al aire libre, revenden los productos introducidos. Lo segundo porque la municipalidad participa de esta actividad: alquila la Playa de Camiones y cobra tasas municipales a cada uno de los vendedores ambulantes y feriantes para quienes derechos laborales, ingresos adecuados, cobertura social, o la sindicalización a la vieja usanza es ciencia ficción. Conviene recordar que en junio del 2013, Cuarto Poder fue a cubrir el caso del bagayero Gerardo Tercero, asesinado por la gendarmería mientras transportaba mercadería. Aquella vez accedimos al presupuesto 2013 enviado por el intendente Marcelo Lara Gros al Concejo Deliberante de Orán. El mismo preveía recaudar $410.000 por Feria Latinoamericana, $456.100 por Mercado de Abasto -en donde también se desarrolla la actividad- y $350.000 por Ambulancia y Piso a vendedores ambulantes. El total llegaba a $1.216.100. lo cual representaba el 20% de lo que la ciudad de Orán recibirá este año por las retenciones a la soja: $6.118.904.
Real politk
El tablero político en el que Miguel Isa ejercita sus movimientos muestra, sin embargo, que corre muy por detrás de Urtubey. El empleo del término tablero es interesado. Busca diferenciarse del término “escenario” que siempre incluye las valoraciones que el conjunto de la sociedad realiza sobre los actores políticos. El término “tablero”, en cambio, busca enfocar a las ecuaciones que ejercita el centralizado aparato técnico y político que conforman el poder provincial. Y en ese tablero político, Urtubey controla variables y sectores con fuerte influencia en la direccionalidad de las contiendas electorales. La férrea alianza del gobernador y los intendentes del interior es, en esta coyuntura, una de las variables más poderosas.
Y aun cuando no son desconocidas las experiencias donde el mayor peso de los aparatos no garantizaron triunfos a aquellos que los controlaban, sobran los dedos de una mano para contabilizarlas. El triunfo de Carlos Menem sobre Antonio Cafiero en las internas presidenciales de 1988 es una de ellas. Un Cafiero que gobernando la provincia de Buenos Aires, y contando con el apoyo de 18 gobernadores justicialistas, fue derrotado por un Menem que era claramente el candidato con menos chances.
Isa, como Menem en aquel año, busca ser el dueño de la iniciativa política. A partir de ello ha logrado, incluso, que el estruendoso revés electoral del año pasado se asemeje ahora a un recuerdo lejano y borroso. Sus adherentes lo atribuyen a su carisma personal y a esa capacidad para mimetizarse con los sectores a los que visita. Y aunque el argumento tiene su peso, olvidan esos adherentes que un análisis menos épico de aquel triunfo sorprendente de Menem sobre Cafiero también tuvo variables muchos menos relacionadas con el carisma personal y más vinculadas a factores de poder: Menem recurrió a una fórmula en donde el rol de Eduardo Duhalde (por entonces intendente de Lomas de Zamora) fue clave para contrarrestar el control del gobernador Cafiero sobre el resto de los intendentes. Y, fundamentalmente, Menem recurrió al aparato sindical que Cafiero, en nombre de la renovación peronista, excluyó del armado electoral y que por ello mismo terminó aceptando el llamado del riojano a trabajar con ellos. Sindicalistas que efectivamente eran de los perores conceptuados en la sociedad, pero que seguían siendo un factor de poder.
Si Isa podrá contar con candidato a vice que le permita fisurar al menos un poco el poder territorial de los intendentes, es algo que todavía no sabemos. Con respecto a si sectores de la clase política que sintiéndose excluidos de otros armados ven en el intendente capitalino una posibilidad real de recuperar terreno o acceder a nuevos sectores de poder, es algo que Orán todavía no termino de aclarar aunque sí produjo centellazos que alumbraron un poco: durante el jueves y viernes algunos referentes se ofrecieron a ser candidatos a intendentes de la futura fórmula electoral que lleve a Isa como gobernador.
Algunos son viejos dinosaurios locales, como el actual senador por el PRS Pablo González. Otro son funcionarios nacionales vinculados a La Cámpora, como el Director de la Regional Norte de la AFIP, Antonio Contreras. Fue este quien organizó la última reunión política del viernes. Una treintena de dirigentes que incluyeron a concejales de Orán y Colonia Santa Rosa que se comprometieron (ahí al menos) a trabajar por la candidatura de un Isa que no perdió oportunidad para recordarles que él también era oranense. Citó a alguien que alguna vez había dicho que “la patria era la infancia”, y que por lo tanto, Orán era la suya.
El día terminó con un recital de Willy Campero en la sede finalmente inaugurada en la esquina de Mitre y Pizarro. Cientos de personas que a ritmo de cumbia escucharon a un Isa que anunció su candidatura y le habló a la concurrencia otra vez recordando su vida en Orán y asegurando que su decisión ya no tenía marcha atrás. Y así fue apagándose la jornada. También la música. Mientras a uno le quedaba la sensación de que si el anuncio original de Isa de ir por la gobernación tuvo alguna vez por objetivo arrancar las mejores concesiones posibles a un oficialismo que desea el andar solitario de Urtubey en su disputa con Romero; la cosa se está yendo de cause.