Página 12 no olvida las tibiezas de Urtu. A 4 años de la muerte de Néstor Kirchner pidió a los presidenciables una opinión sobre el expresidente. Urtubey, obvio, no estuvo en la lista ocupada por Randazzo, Scioli, Rossi, Taiana, Fernández, Domínguez y Uribarri que escribió que el kirchnerismo no es para zigzagueantes.

Se trata de pequeñas muestras, pero muestras al fin de que además de no dar con los números que le permitan posicionarse nacionalmente, tampoco cuenta con el aval de los sectores vinculados al kirchnerismo duro que siempre vio en el gobernador salteño un ejemplo de tibieza y hasta traición a la hora de apoyar medidas que resultaron claves para el kirchnerismo en doce años de gobierno. Para colmo de males, los convocados por Página 12 recordaron esos momentos tensos que marcaron al kirchnerismo y en el que Urtubey estuvo borrado. Sergio Uribarri, por ejemplo, recordó la lucha contra el campo de las que Urtu se borró y Uribarri recordó cómo momento clave del kirchenerismo.

Escribió Uribarri: “El 15 de julio de 2008 hubo dos actos: el de la Plaza de los Dos Congresos y el de la Sociedad Rural de Palermo. De un lado, un gobierno popular (…) y del otro el piquete gigante de la abundancia (…) ese día estábamos muchos gobernadores reunidos en un hotel, a tres cuadras del Congreso, y cuando Néstor sale en helicóptero desde Olivos me llama y me dice “quiero que hables en el acto”, estábamos a 15 minutos del inicio (…) Esas tres cuadras que hicimos caminando con Néstor me sentía en el aire, porque tenía que hablar ante unas 300.000 personas, y la verdad es que yo no había hablado en actos de más de 5000 personas y mucho menos en Capital Federal. Hablamos dos gobernadores ese día. Yo dejé el alma, hablé desde las tripas, y todos los canales de televisión estaban con la pantalla partida en dos: de un lado, algunos de la patronal agropecuaria, y del otro lado, este muchacho nacido en Arroyo Barú. Dije las cosas que me dictaba el corazón y si de algo no quedaron dudas, es del lugar donde estaba parado este gobernador entrerriano (…) Cuando terminé ronco mi intervención, Néstor se acerca, me abre los brazos y me abraza. “Ahora entiendo por qué Cristina rompe tanto las p… con vos”, me dijo al oído. En ese momento nació algo que me acompañará cada día de mi vida, la indescriptible sensación de sentirme alguien confiable en la alta política. La política que marca rumbos y no zigzaguea. Y se lo debo a Néstor y a Cristina. Néstor confió en mí. Y llevo eso como una herencia”. (Página 12 del 26 de octubre)