La familia de Piccolo demandará a la Provincia por 4 millones de pesos. Apuntan contra Aldo Rogelio Saravia.

La familia de Néstor Piccolo demandará a la Provincia por 4 millones de pesos. Creen que el comisario se suicidó por las presiones del poder político por el caso de las turistas francesas. También afirman que la policía no le daba vacaciones desde hacía cinco años. Su viuda cree que se suicidó, pero apunta directamente como responsable al ex Secretario de Seguridad, Aldo Rogelio Saravia. Con esta nueva demanda se incrementan los montos que el Estado salteño deberá abonar a raíz del doble crimen de San Lorenzo, y sus derivaciones.
La gestión de Pablo Kosiner al frente de la seguridad salteña parece una pesada herencia económica. Por lo menos esto surgió de las declaraciones que hizo anoche Mirta Liliana Plaza, viuda del fallecido comisario Néstor Piccolo. La mujer fue entrevistada en exclusiva por el colega Martín Sánchez en su ciclo televisivo “La otra campana”. La viuda estuvo acompaña -como siempre lo hace- por su abogado, Aldo Juárez. Quizás una de las palabras más esperadas de los últimos años.
Hace un mes atrás Plaza había hablado apenas unos minutos con uno de los diarios locales. La mujer no dijo nada entonces, porque salía del poder judicial y fue abordada al paso por un periodista de policiales. Ahora la cosa fue muy distinta. Habló y lo hizo en cámara. En vivo. Mirta Liliana Plaza dijo que su marido se suicidó. Que estaba deprimido. Que llevaba algún tiempo así. La mujer contó que el comisario en una nota privada le dijo que “no podía proteger a sus hijos”. Que eso lo atormentaba. A diferencia de la madre del comisario, ella cree que Néstor Piccolo el 24 de noviembre de 2011 al mediodía terminó con su vida por propia voluntad.
“Yo  creo que lo hizo. Porque yo vi como estaba” dijo la mujer, a casi tres años de ese momento. Su abogado –un ex policía- explicó también que en la causa está completamente documentado el suicidio. Que no hay dudas periciales. El abogado apunta a argumentar porqué lo hizo, y a demandar al Estado por ese daño producido al efectivo y a su la familia. Los funcionarios políticos son responsables directos a su entender. La cadena de mando es Aldo Saravia, Pablo Kosiner, Juan Urtubey.
“Yo escuchaba cuando el doctor (Aldo) Saravia llamaba en varias oportunidades a mi marido”, había declarado la mujer ante el periódico. Y lo profundizó. Ella presume que su marido se quitó la vida por una profunda depresión, pero también cree que hay responsables por esa situación.
Sus tres hijos (18, 14 y 10), estudian y tratan de superar aquel momento, a casi tres años de la muerte de su padre, Néstor Piccolo. La mujer del comisario asegura que su marido no estaba bien. Que a mitad de 2011 no le daban vacaciones. Que desde 2006 no tenía licencia. Que la última licencia fue de 10 días. Que lo presionaban.
Mirta Plaza contó que por el doble crimen de San Lorenzo, Aldo Saravia llamó a Néstor Piccolo cuando aún no había detenidos, y le dio un plazo. Un ultimátum de unos tres días. Si no tenía resultados rápidos, lo sacaba del caso. Según surge del relato de Plaza, el anteño secretario de seguridad habría argumentando entonces que le pedían respuestas “de arriba”. Tenía que llevar respuestas a sus superiores, por eso presionaba así al jefe de la Brigada de Investigaciones. Un oficial tan querido en la policía salteña que los efectivos de Infantería, todos fornidos y disciplinados en un código, lloraban como nenes al sepultarlo.
Tanta presión que en ese sepelio el hijo mayor del comisario habría manifestado un tremendo rechazo al intento de Saravia de acercarse a la familia. La viuda de Piccolo, Mirta Plaza, denota en su expresión que aún no supera aquellos días. No sabe decir si su marido investigaba otra línea en el crimen de Cassandre y Houria. No sabe si creer en la carta a máquina y sin firma que secuestró la justicia de la oficina de su marido. Es evidente que cree en lo que Piccolo escribió en manuscrito en su hogar: el policia creía que no podía proteger a sus hijos. Ella no sabe decir de quién o quienes debería protegerse, pero su abogado anuncia ante cámara: “ninguno de nosotros está pensando en suicidarse. Ojo, lo decimo por tv”.
Tanto el tono de Mirta Plaza al hablar de la muerte de su esposo, como estas palabras de su abogado dejan en duda toda la afirmación respecto al suicidio. Es evidente que tienen dudas, pero necesitan cerrar una etapa. El suicidio del comisario fue sentenciado y archivado por el poder judicial. El abogado confirma que existió autopsia y explica técnicamente porqué el comisario no tenía pólvora en sus manos. Juárez cree que perdió este rastro en sus manos, durante la etapa de asistencia médica, que se extendió desde el disparo frente a la Brigada de Investigaciones, hasta su fallecimiento en el hospital San Bernardo. Tienen dudas, pero creen que fue suicidio. La viuda de Néstor Piccolo apunta directamente a la figura de Aldo Saravia, como un hombre determinante en la decisión final de su marido. Ella estuvo presente en la audiencia por el doble crimen, donde Aldo Saravia dijo que Néstor Piccolo era un superhombre. La dama al salir de la sala dijo: “Vine porque quería saber qué decía Aldo Saravia y después de escucharlo le puedo asegurar que no dice la verdad, que miente”. Se mostraba muy afectada después de escuchar al ex funcionario de la seguridad U.
Apenas unos días después, el 2 de junio (ese día también se conoció la sentencia por el crimen de las turistas francesas), inició el juicio civil contra la provincia de salta. La viuda cree que existe daño moral contra la familia entera y su marido en particular. Le reclama cuatro millones de pesos al Estado salteño. Tiene varias pruebas. Seis antes de la muerte/suicidio, ocurrido el 24 de noviembre de 2011, Piccolo solicitó en forma escrita (manuscrita por el comisario) una licencia urgente ante la jefatura de policías. También por esos días intentó comunicarse con un juez, a quien al parecer Piccolo conocía desde antes. No se sabe si logró o no contactarse con este juez. Tampoco se sabe que quería hablar con él. El disparo de 9 mm dejó esto en las conjeturas. Lo cierto, es que la demanda contra la Provincia de Salta recayó en el juzgado Civil y Comercial 4, a cargo de José Yanez.  Seguramente la declaración de Aldo Saravia ante la Sala II, en el juicio por las turistas francesas, será parte de la argumentación y prueba a presentar por el abogado de la viuda. Allí se devela la cadena de mando del poder. El nexo entre la política más encumbrada y el último eslabón, la policía. En la figura de Aldo Saravia se apoyará la acusación. Esa es la llama. El fuego va para arriba y quema todo.
La Provincia deberá responder judicialmente mediante su Fiscal de Estado. Seguro la gestión de Urtubey habrá terminado para entonces, pero los millones habrá que pagarlos si prospera la demanda. Anoche, por primera vez, Mirta Liliana Plaza habló en tv. Habló poco. Dijo muchísimo. La viuda del comisario Néstor Piccolo es una mujer armada.
El comisario cinco minutos antes del disparo le había enviado un mensaje de texto: «Te amo». Ella lo llamó pero él ya no contestó.