Ramona Medina referente de la Garganta Poderosa y  Víctor Giracoy, referente de más de 25 años en el comedor «Estrella de Belén», fallecieron por el virus.

Víctor Giracoy, referente de más de 25 años en el comedor «Estrella de Belén»,  que falleció este sábado, y ayer Ramona Medina, la mujer cuya voz e imagen fueron conocidas públicamente cuando subió a las redes un video que se viralizó, en el que reclamaba por la falta de agua en el barrio, fueron las pérdidas de este fin de semana.

Ramona Medina era referente y comunicadora de la agrupación La Poderosa en el Barrio Mugica. Vendía pan casero y otros productos de panadería que cocinaba en su casa, donde vivía junto a sus hijos y su marido.

La Poderosa comunicó que Ramona Medina, vecina de la Villa 31 y vocera de esa organización, murió este domingo a causa del coronavirus. Ramona estaba internada en muy grave de estado de salud.

Ramona vivía, junto a su familia, en la casa 79 de la manzana 35 en la Villa 31 y era insulino-dependiente. Parte de su familia, incluida una de sus hijas quién además tiene una discapacidad, también se encuentra infectada de covid-19.

Bajo el título «Nos mataron a Ramona», sus compañeres de la Garganta Poderosa la despidieron con el siguiente mensaje:

«Apretando los dientes, golpeando el teclado, aguantando la rabia y escupiendo lágrimas, nos toca escribir ahora esta mierda, para decirles todo eso que Ramona les dijo en tiempo pasado, todo eso que nos cansamos de gritar durante dos meses, todo eso que no quisieron escuchar, ni cuando postergaron 4 años la relocalización de su familia, ni cuando pedimos que registraran a los grupos de riesgo, ni cuando escondieron sus denuncias para cuidarse, ni cuando callaron por plata, ni cuando nos dejaron sin insumos en todas las postas de salud, ni cuando maquillaron la realidad con programas fantasmas, ni cuando jugaron a cubrirse las espaldas, ni cuando publicamos el primer contagio en la Villa 31, ni cuando demostramos que no habían aislado a tiempo a la primera fallecida, ni cuando denunciamos que no estaban asistiendo a los demás, ni cuando dejaron 12 días al barrio sin agua, ni cuando gritó desesperada que tenía 7 personas de riesgo viviendo hacinadas, ¡Ramona no se murió! A Ramona la mataron los dueños del silencio, los cómplices de la indiferencia, los mudos de la justicia, ¡la mataron! Y ahora quién carajo nos explica cómo seguir, cómo seguirá su familia íntegramente internada, cómo seguirán sus hijas Maia y Guada, en silla de ruedas, contagiada, con oxígeno, con discapacidad, sin hablar, totalmente dependiente, ¡ahora sin su mamá!Esto es un crimen.

Y no vamos a parar,¡hasta que paguen todos los responsables!

NO PODEMOS MÁS