Según todo indica, el albertismo tomó la lectura del navegador satelital, detectó un cierto descontento en el sector progre y este martes le envió señales como para retenerlo. Luego del fallecimiento de dos reconocidos dirigentes barriales, contagiados de coronavirus, el Jefe de Estado ofició de anfitrión del representante de la Villa 31, Ignacio Levy.
Alberto Fernández contó en su cuenta en Twitter pasajes de la reunión que mantuvo en Olivos con el dirigente y coordinador de la publicación La Garganta Poderosa. El titular del Ejecutivo nacional detalló que la invitación a Levy se extendió “para que me cuente sobre la situación de los barrios populares porteños ante el avance de la pandemia”.
Por lo cual se estima que el portavoz de estos sectores populares, más o menos, le debe haber especificado casi lo mismo que publicaron muchos medios de comunicación durante el fin de semana pasado. De acuerdo a las palabras del mandatario, “a todos nos ha dolido la muerte de Ramona Medina”, por lo cual instó a “trabajar juntos para mitigar los problemas de los sectores sociales vulnerables”.
El encuentro con Nacho Levy se concretó después de un rosario de maldiciones que culminaron el día del fallecimiento de Medina –lo mismo que el de Víctor Giracoy-, pero que venían de días anteriores, con fuertes críticas a la gestión de Horacio Rodríguez Larreta por la falta de agua en este sector con necesidades básicas insatisfechas.