El representante kirchnerista en el Concejo Deliberante, Martín Del Frari, consiguió esta semana que prospere el proyecto sobre un tema con el que insiste: la línea de colectivos para turistas, con bodegas y algunas delicadezas. (Libertad Flores)

El concejal  Martín Del Frari (FCPV) reflotó un proyecto de declaración presentado en mayo pasado. La insistente “iniciativa” del edil —quien tuvo un pedido de destitución por violencia de género que finalmente quedó en la nada— busca que la AMT, SAETA, el Aeropuerto, la Municipalidad y el Ministerio de Cultura y Turismo, instrumenten los mecanismos necesarios para la implementación de un corredor de transporte urbano de pasajeros que conecte de manera directa y exclusiva el Aeropuerto-Terminal de Ómnibus-Centro de la ciudad de Salta y viceversa.

Detrás del proyecto, simplemente de declaración, sin embargo, se desprenden varias aristas. Podríamos apelar a la bondad humana y decir que Del Frari se dio cuenta como cualquier usuarix recurrente del transporte público en Salta, de la mala organización, de la dilatada frecuencia de algunas líneas, del desbordamiento de las unidades de transporte en horarios picos y de la ausencia de colectivos en algunas zonas de la ciudad, por nombrar sólo algunos de los problemas que presenta el actual servicio. Sin embargo nada de esto tuvo en cuenta el edil a la hora de elaborar su proyecto que no es más que decirles a los organismos antes mencionados “que vería con agrado que…”.

Para fundamentar su proyecto meramente declarativo, Del Frari señaló: “Al aeropuerto llegan muchos turistas y no tenemos una línea de transporte de pasajeros que ingrese al predio y que desde allí se pueda hacer un recorrido hacia la terminal y al microcentro como se realiza en cualquier ciudad del mundo”. Además resaltó: “No es la primera vez que desde este cuerpo se realiza un pedido de similares características, el problema es que desde la AMT no están cumpliendo con lo que tienen que cumplir”.

Es así que queda en evidencia que Del Frari elaboró su proyecto sólo para los turistas que arriben a la ciudad y no para la población autóctona que todos los días debe sortear las vicisitudes del transporte público. El edil, asimismo, fundamentó que en 69 años no se ha logrado fijar un corredor de transporte urbano de pasajeros que conecte de manera directa y exclusiva el Aeropuerto y la Terminal y el Centro, y llamó a regularizar la situación de diversas agencias de remises que no cuentan con habilitación por parte del organismo. Y es aquí donde aparece otra de las aristas.

Recientemente dos proyectos aprobados por el Concejo Deliberante podrían poner un freno a la polémica entre choferes de taxis y remises y la AMT. Ya que solicitaron al Ejecutivo municipal que arbitre todos los medios para evitar que el organismo realice la entrega o adjudicación de las licencias. Situación que ya denunció el representante de Sicotasa, y actual concejal Ernesto Alvarado, quien acusó al titular de la AMT, Federico Hanne, de estar juntando plata para las elecciones del año que viene. Es decir que la urgencia de la medida de entrega de 200 licencias de remises solamente se traduciría en una nueva caja recaudadora.

Situación que también fue expuesta en la Cámara de Diputados al aprobar un proyecto de declaración presentado sobre tablas por el que solicitan a la AMT entregar las nuevas licencias de remises en forma individual a choferes que aún no las poseen, y no a las agencias como está previsto. De esta manera, la medida sería un instrumento de trabajo y no una caja recaudadora manejada por empresarios.

En el Concejo no andan a pata

Casualmente quien presentó los dos proyectos aprobados en el Concejo capitalino es Martín Del Frari, que se basó en la resolución emitida por la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMT) con el número 205/18 que establece la entrega de 200 licencias a agencias de remises. Específicamente los proyectos del edil kirchnerista requieren que el DEM (Departamento Ejecutivo Municipal) arbitre todos los medios a su alcance para que el mencionado organismo, AMT, se abstenga de realizar la entrega y/o adjudicación. El otro Proyecto de Declaración establece que vería con agrado que la entidad las entregue de forma individual a los choferes que no cuenten con las mismas y que cumplen con los requisitos establecidos en la normativa vigente.

A la hora de la votación varias concejalas de diferentes espacios políticos intervinieron y pusieron la lupa directamente sobre la AMT. La concejal Socorro Villamayor (PS) requirió que la Comisión Bicameral de seguimiento de SAETA y AMT de la Legislatura Provincial tome acciones al respecto: “Quisiera solicitarle la paralización del proceso que ha iniciado este ente. Entendiendo que se debe respetar la legalidad porque existen normativas que no se han acatado, como son los convenios firmados por el municipio e incluso la Ley Nº 7322, (a través de la cual se estipula la creación de la Región Metropolitana de Transporte Autoridad Metropolitana S.A. de Transporte Automotor SAETA) no observada la necesaria participación de los municipios al momento de tomar una decisión como esta ni tampoco la de las entidades gremiales representativas de estos intereses”.

Mientras que la edil Sandra Vargas (UCR) sostuvo: “Los dueños de las remiserías se están llenando de plata, lo peor es que no entregan ni una factura, además los remiseros no tienen cobertura y se han convertido en rehenes de los propietarios”.

En la sesión además se desprendió que la Ordenanza N° 12277 establece que la cantidad de licencias que se pueden entregar es una por cada 550 habitantes, debiendo haber en la actualidad 1100, cuando según el último informe de la AMT son actualmente 1742. Lo cual generaría un colapso del servicio.

Un convenio para pocos

En 2005, bajo el argumento de la crisis en la organización del trasporte público de pasajeros y el surgimiento de transporte ilegal, el Gobierno de la provincia de Salta asumió como propio el servicio de transporte metropolitano y, a través de una ley provincial, estableció el Área Metropolitana, creó una empresa “prestadora del servicio”, la Sociedad Anónima del Estado de Transporte Automotor (SAETA) y un organismo de “planificación y control”, la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMT). Es decir, el transporte dejó de pertenecer a la órbita municipal y pasó a ser administrado por un organismo provincial con incumbencias metropolitanas, sobre un área integrada por diez municipios, incluida la capital.

Sin embargo, en la carta orgánica se destaca que el control del transporte público de pasajeros es también facultad del municipio, que además debe garantizar el servicio a la población. Por este motivo (y otros) Martín Del Frari sostuvo que, a su criterio, “la potestad del manejo del tránsito y el transporte público debe estar a cargo del Departamento Ejecutivo Municipal”.

De todos modos, el proyecto de su autoría está dentro de una disputa, teniendo en cuenta que desde Turismo de la Municipalidad, a cargo de Mario Peña (h), adelantándose a la problemática de esta situación de incumbencias por parte del Municipio en lo que respecta al transporte, señalaron que ya tenían en mente un proyecto parecido que sin embargo sigue en veremos.

Para Del Frari este transporte que una el Aeropuerto con la Terminal y el Centro, debería ser un colectivo “muy parecido a los que usa SAETA en el recorrido normal”, pero con una pequeña modificación, ya que deberían llevar una “bodega” supuestamente para poder transportar el “equipaje” de lxs turistas.

El concejal aprovechó la ocasión para descartar que desde el sector de taxistas pudiera haber algún inconveniente con la iniciativa, puesto que el ahora concejal y secretario General de Sicotasa, Ernesto Alvarado, acompañó el proyecto en el recinto. “Quizás los que no lo tomaron tan bien fueron las remiseras que monopolizan el servicio de remises en el aeropuerto de la ciudad de Salta”, dijo en cambio el edil sin dar el nombre de esa remisera pero dejando en evidencia el negocio detrás del transporte público, lo que sin embargo no resolverá con sus proyectos declarativos.