Gustavo Sáenz dijo que la amenaza de Eduardo Cattaneo de no dejarlo asumir si “le toca el orto” no es grave. Descartó la teoría del diario La Nación, que interpretó el hecho como parte del acoso a intendentes electos por la oposición.

Errática. Así fue la reacción del intendente electo Sáenz ante la bravuconada del presidente de la Cooperadora Asistencial Eduardo Cataneo que primero dijo que si Sánez le toca “el orto”, él toca un pito y 2000 personas copan la municipalidad impidiendo que asuma la intendencia. Eso no fue todo. Horas más tarde, el mismo Cattaneo aseguró que si lo quieren despedir él se lleva unos cuantos puestos porque “tiene cosas guardadas en un cajón” en referencia a que conoce manejos turbios de varios funcionarios.

El episodio había valido una nota en el diario La Nación que interpretó la arenga destituyente de Cattaneo como parte del acoso que sufren los intendentes que llegan y son de la oposición: vaciamientos de municipios en el conurbano bonaerense, piquetes que obligaron a atrincherarse a un intendente de Tucumán que despidió a 400 personas designadas por su antecesor antes de dejar el cargo; e incluso al suceso protagonizado por Cattaneo y que se conoció en el día de hoy a través de un audio.

Ante ello el intendente electo no sólo disculpó a Cattaneo, sino que también reivindico el trabajo del mismo al frente de la Cooperadora. Por FM Aries declaró sentir aprecio por los trabajadores del organismo que él preside. “Cattaneo tuvo estas expresiones por enojo, tengo un cariño especial a su mujer y a su familia. Lo conozco y es medio bocón” manifestó. Para Sáenz, el acontecimiento carece de relevancia. “La verdad creo que estas cosas son menores, son cuestiones políticas y deben resolverse en el marco de la cordialidad y por sobre todas las cosas hablándolas” concluyó.