“No es asistencialismo. No se trata de una acción reactiva, temporal, como si fuese una obligación moral estimulada por la compasión o el principio de benevolencia. La consigna es el empoderamiento de los habitantes: “Que ellos sean los propios protagonistas de la solución”. La frase corresponde a Rodrigo Cuba, director nacional de Desarrollo Humano de Cruz Roja Argentina que ya trabajó en el norte provincial hace unos años. Hace días recorre, con un equipo nutrido por especialistas y voluntarios, las comunidades wichis.

“Necesitábamos entender cuál es la situación que están viviendo y cuantificarla”, remarcó Cuba al portal Infobae.

Es una situación de inseguridad alimentaria incontrastable. Aún no podemos dar cifras concretas. Estamos realizando relevamientos de datos sobre un porción de la población que nos permita trazar una generalización. Son problemáticas estructurales de acceso al agua, a la alimentación, al trabajo y a los medios de vida”, comprobó.

“Las acciones que hemos hecho han sido en un marco de dignidad súper alta. No nos exigen la ayuda. Nos reciben con una clara predisposición para contarnos cómo viven y qué les pasa”, contó. En las viviendas, se encontró con personas que ya sabían que hoy no iban a comer o que, por alguna razón, guardaban sus alimentos para comerlos mañana. A Cuba le sorprendió ese estándar de conformidad: “Que una familia haya fijado su pensamiento en que hoy no van a comer o en racionalizar el agua habla de un nivel de resignación con respecto a la situación. No es gente que quiere vivir de esa forma. Pero también hay un nivel de invisibilización que hace que esta cuestión de vulnerabilidad persista”.