Los diputados le dieron media sanción al endeudamiento por 350 millones de dólares. El proyecto pasó al senado que cajoneando siempre proyectos progresistas, aprobará el empréstito el próximo jueves.
El Proyecto obtuvo 52 votos positivos y siete en contra, con lo cual alcanzó los dos tercios del total previsto para este tipo de iniciativa. El dictamen de mayoría que aconsejaba la sanción del proyecto con una modificación en el artículo tercero fue aprobado con 48 votos a favor y 10 en contra.
Como ya se conociera, el dinero que ingrese será destinado para obras públicas que será determinada en un 80 % por el Ejecutivo, mientras que el 20 % se hará según los criterios seleccionados por comisiones departamentales que incluirá a cada uno de los intendentes y legisladores.
El diputado Lucas Godoy explicó que las obras decididas por las comisiones departamentales deberán ser autorizadas por la Legislatura antes de iniciarse. Asimismo, Santiago Godoy expresó que el Ejecutivo no envió un listado con el tentativo de obras y costos estimados debido a que “el contexto inflacionario puede terminar desvirtuando toda esa lista”, pero que la Legislatura ejercerá el control de la ejecución de cada una de las obras, ya que deberán contar con un detalle provisto desde el Gobierno. Al respecto de la toma de deuda, el titular de la Cámara Baja indicó que “es la única posibilidad que le dejó la Nación a las provincias debido a que hubo una disminución de los recursos enviados, por lo que si se quiere mantener el plan de obras públicas sin generar recortes en otros sectores se debe recurrir a este plan B”.
El diputado Guillermo Martinelli se manifestó en desacuerdo con el porcentaje destinado directamente a los municipios, ya que consideró que el monto del empréstito debiera ser ejecutado un 50 % por la Provincia y lo restante por los municipios. También cuestionó las comisiones departamentales, ya que entiende sería mejor un manejo directo solamente por parte de los intendentes.
El diputado Julio Quintana expresó su rechazo al endeudamiento, al considerarlo como usurario por las tasas que pueden llegar a pagarse y que no debe plantearse como la única opción para equilibrar las cuentas por culpa de los menores fondos llegados de Nación.