Un equipo de médicos y residentes salteños representará al Hospital San Bernardo y a la Sociedad Salteña y Argentina de Medicina, en un congreso internacional este fin de semana en Polonia. Presentarán el estudio clínico sobre un paciente Wichi oriundo de Pichanal con la enfermedad de Chagas-Mazza que falleció a pesar de los tratamientos. (Milcíades)

En el último número de la revista “Vínculos” del Colegio de Médicos de Salta, puede leerse el trabajo titulado “Chagoma y encefalitis difusa en paciente inmunodeprimido por Lupus eritematoso sistémico”, sus autores, con la instructora de la residencia de clínica médica del nosocomio capitalino, Natalia Buttazzoni a la cabeza, fueron seleccionados como uno de los veinte trabajos que se expondrán en el “Congreso de Revisión Internacional McMaster en Medicina Interna” (MIRCIM, por sus siglas en inglés).

Para conocer un poco más de cerca por qué este caso clínico en particular ha llamado la atención de la comunidad médica internacional, dialogamos con Pablo Guerrero, uno de los integrantes del equipo y médico clínico residente del hospital San Bernardo. Completan el equipo Pablo Puig y Alfredo Palavecino.

“Nuestro paciente estuvo internado unos 130 días en el hospital, después de que llegó derivado con síntomas agudos asociados a enfermedades tropicales endémicas en la zona de Pichanal. Durante su internación pasó por diversos análisis y tratamientos, desde medicina clínica, neurología hasta el equipo de investigación del CONICET del Instituto de Patología Experimental que trabajan en la UNSa; gracias a todo ese trabajo mancomunado, pudimos certificar científicamente un diagnóstico particular sobre el Chagas-Mazza crónico”, nos refiere Guerrero y nos indica que “de diez personas infectadas solo tres desarrollan la enfermedad de manera crónica, que en situaciones determinadas ante una debilidad en las defensas del cuerpo se manifiesta de forma aguda, se produce una re-activación que puede afectar el sistema nervioso central, te puede afectar la piel, los intestinos, de manera aguda, de golpe”.

A continuación, el joven residente detalla que “es común que los pacientes con HIV-SIDA sufran de re-activación del Chagas, pero en el caso que estudiamos no había esta particularidad, es decir, nuestro paciente no presentaba inmunodeficiencia en las formas más comunes que se conocen, como el SIDA o durante el trasplante de un órgano. Nuestro paciente tenía una enfermedad auto-inmune, donde son las mismas defensas del cuerpo las que nos atacan”.

“No existen en la bibliografía médica más de dos o tres casos registrados que sean similares al que estamos presentando, él era un hombre de unos 60 años que venía viviendo, digamos, normalmente, hasta que de un día para el otro, sin ser inmunodeprimido, presentó un cuadro agudo de Chagas que a pesar de los esfuerzos no se pudo revertir. Ahora contamos con este registro que permitirá en otras ocasiones diagnosticar a tiempo este tipo de manifestaciones de la enfermedad”.

Para Guerrero es este el detalle que llamó la atención de la comunidad científica por el trabajo y considera que debería tomarse como un mensaje para que se revitalice la atención sobre la enfermedad de Chagas-Mazza como un “problema de Estado” que necesita de “políticas públicas” para su solución.

Existe a pesar de todo

«El Chagas es la enfermedad invisible porque desnuda las contradicciones del sistema médico hegemónico y mercantilista, encarna como pocas enfermedades los males propios de la explotación. Invisible para quienes no quieren ver» (Juan Martín Reyna. Músico y educador popular).

“No se conoce con exactitud la cantidad de personas que han sido infectadas por el parásito. Se hacen estimaciones basadas en proyecciones que se toman de un estudio realizado por la OMS, cuya última versión fue en 2007”, nos refiere el residente y luego enumera: “Se estiman que son unos 8 millones de personas infectadas en el mundo, y en Argentina se calculan 1 millón y medio de personas infectadas y otras 7 millones en riesgo directo de adquirir la infección”.

Para conocer sobre la enfermedad recomendamos visitar la página web “¿Hablemos de Chagas?”, un proyecto inter-disciplinario del CONICET con profesionales e investigadores de la Universidad de La Plata que reúne a médicos, biólogos, epidemiólogos, antropólogos, comunicadores, etc.

Compartimos con los lectores estas definiciones tomadas de la página de referencia que ilustran la vigencia de la enfermedad de Chagas, incluso más allá de Latinoamérica: “(…) La preocupación por esta problemática llegó a consolidarse entre la comunidad científica recién después de haber sido caracterizado el cuadro clínico (los síntomas y las características de la enfermedad) en las décadas de 1930 y 1940. Hacia la misma época, se desarrollaron las primeras campañas de control químico de los insectos vectores, tanto en Argentina como en Brasil y Venezuela, comenzando a reconocer al Chagas como un problema sanitario de relevancia regional”. Además, se señala entre muchas otros aspectos, que “el nuevo perfil de distribución de la problemática -ahora urbana y global, además de rural y latinoamericana- pone de manifiesto la necesidad urgente de un abordaje verdaderamente integral e inclusivo para hacerle frente, en un proceso de continua adaptación a las dinámicas poblacionales y los contextos locales, regionales y mundiales que configuran continuamente nuevos desafíos”.