Sobre el uso y abuso de la imagen de un cuerpo bonito y cómo seguir propiciando una cultura machista que cosifica los cuerpos femeninos y los deja fuera del debate político. Una misiva para la edila.

No me parece mal hacer mención en una sesión sobre que UD. llevaba adelante el proyecto de reactivación de «Ser concejal por un día».

Me parece honesto y si algo le falta al discurso y debate político es eso.

No hace falta que cargue en sus espaldas con todo lo que no se dice sobre el vergonzoso sistema de elección de candidatos para las próximas elecciones.

Que deja en evidencia la falta de transparencia en los mecanismos de acceso a cargos públicos desde su mismísimo origen.

Nombres que suenan hace rato. Fotos que son cabezas flotantes que estuvieron en la nómina salarial una y otra vez. Lo que les permite financiar holgadamente una nueva rueda eleccionaria.

Lamento que todas las tintas se la carguen a UD. pero tampoco me parece que haga uso y abuso de la imagen y el cuerpo cuando las mujeres y el colectivo pretendemos instalar la importancia de que nuestra intimidad y vida privada sea exactamente eso.

Un resguardo para nosotras y las personas que elegimos.

Lo personal es político en tanto podamos resguardar un ámbito personal, porque si no nuestra psiquis, nuestra emocionalidad, nuestra sexualidad, están invadidas constantemente por la iglesia, por la sociedad y la cultura imperante.

Eso a los hombres, no les pasa.

Solo nuestra intimidad es materia de chisme y escarnio público y las mujeres estamos tratando de cerrar filas para no entrar por ahí.

Cerrar filas para que cuando andemos en arenas públicas nadie se tome atrevimientos consentidos por una cultura machista que cosifica el cuerpo de la mujer.

Estamos en un país libre donde el uso de la imagen pública hoy envía un mensaje a nuestras hijas, sobrinas y nietas.

Lo dejo a su consideración. Haga un uso responsable de ella.

Abogada María Plaza.