Así lo asegura un cultivador y defensor de la cultura cannábica en nuestra ciudad. Horacio Lagos analiza la situación actual de quienes optan por fabricar su propia medicina. Además comenta los avatares de las familias que deben sortear las trabas legales para poder cultivar marihuana en sus hogares. 

El tema del consumo legal de cannabis se está discutiendo cada vez con mayor seriedad; separando el prejuicio y considerando argumentos científicos a favor de una planta que ha sido demonizada gran parte del último siglo, más que nada por una rotunda ignorancia y por razones comerciales en beneficio de ciertos productores que vieron en el cáñamo una competencia a, por ejemplo, los plásticos u otros derivados del petróleo, por dar un ejemplo. Precisamente los gobiernos y empresas interesadas en esta maniobra fueron las encargadas de dotar de características negativas a la planta de marihuana, y mucho más a su consumo.

En base a una persecución iniciada en la década del 30 del siglo pasado en EEUU, luego esas consideraciones bajaron al resto del continente y no fue sino hasta una década atrás que tales prejuicios y falta de información fueron modificándose. No solo en América, sino en el resto del mundo. No hace mucho la Organización Mundial de la Salud recomendó que se quitara a la marihuana del espectro de drogas, es decir, la misma OMS reconoce que esta es una planta, no una droga.

Pero ¿qué es lo que sucede con las personas que cultivan, ya sea para uso medicinal o recreativo, en Salta? Al respecto, Horacio Lagos, conocedor de esta realidad, comentó algunas situaciones de actualidad en una entrevista realizada para el programa televisivo Ciudad Oculta, que se emite por Canal 2.

Un caso no tan particular

Recordemos que hace un par de semanas nuestra ciudad tuvo un nuevo episodio en el que una cultivadora, Guadalupe Aguirre, quedó detenida tras una denuncia anónima por tener plantas de marihuana para uso medicinal. Tras unas horas en la comisaría, y un revuelo con escrache incluido por parte de la comunidad cannabicultora salteña, esta mujer que tenía plantines en su casa, fue puesta en libertad. Al respecto, Lagos comentó en una entrevista radial: “Es una modalidad que se usaba en la época del nazismo: ‘denuncie a su vecino judío’; que es lo que hoy se escucha en el colectivo, algunos estarán muy de acuerdo, que son esos vecinos que por ahí denuncian”. 

Y sobre el caso en particular y como cada vez sucede con mayor asiduidad, teniendo en cuenta todo el despliegue y uso de recursos del Estado para perseguir a una persona cultivadora como si de un caponarco se tratara, nos comparte lo sucedido con Guadalupe: “Se la empieza a investigar, intervienen los teléfonos, escuchan que iba a recibir un dinero, un dinero en moneda extranjera porque iba a salir del país, había recibido una herencia. Le allanan la casa, le rompen la puerta, la encañonan, le encuentran 12 plantas en un cuarto con un foquito de bajo consumo, que estaban en estado recién de crecimiento, no habían definido el sexo si era hembra o macho, porque la hembra es la que produce el estupefaciente el THC”. Ese fue el operativo llevado adelante por Drogas Peligrosas de la Policía de Salta. Suena un poco exagerado para sólo encontrar una docena de plantines que ni siquiera podían ser fumados o consumidos para uso recreativo. 

A todo lo anterior hay que sumar que el dinero secuestrado no ha sido recuperado: “Tiene que esperar que la sobresean de la causa, que va camino a eso”, comenta Horacio. 

Una planta muy familiar

En cuanto al incremento de familias que se han sumado en los últimos años a esta movida de cultivar para obtener aceite de cannabis y otros derivados, ya sea para uso medicinal o recreativo, el dato que presenta Lagos es importante: “Se cultiva de manera ilegal, clandestina. En Salta calculo que más de 10 mil familias están en la ilegalidad. Creemos que a  nivel país llegamos a los 30 mil, 50 mil. El problema es esto, que no se visibiliza, de a poquito se realiza una visibiliza como estrategia a mostrar que somos gente normales (…) Hay familias que cultivan para el adolescente que ya  está expuesto a sustancias, al consumo, porque se vive en una sociedad de consumo que nos pone ansiosos, entonces necesitamos tomar un psicofármaco para calmarnos. Pero la planta está mal vista, si es fumada, en crema, un aceite, si es comida; que es tendencia a futuro. Ya sea, no solo la abuela que le duelen los huesos, el chico con problemas, el animalito también”.

Según comenta Horacio, la demanda del aceite para uso medicinal “es tremenda”. Por ello optaron junto a un grupo de familias armar una asociación civil: “Ya tenemos personería jurídica, la idea es mostrar que estamos camino a querer ser legales. Queremos legitimar el uso que se da en un cultivo casero, que es lo que pena la ley cuando hay un uso ilegitimo”, dice y completa: “Aquí hay un uso legítimo, uno, dos, tres metros de cultivo en una casa no es narcotráfico, apenas se abastece un grupo familiar”.

¿Qué hacer con la ley?

En cuanto a la legislación que sigue prohibiendo la tenencia y el cultivo de cannabis para consumo personal, Lagos nos dice: “Se pide que esa ley cambien porque esa ley permite en estos casos una violencia, una brutalidad y un aprovechamiento como lo es el robo de dinero, que siempre desaparece, producto de esta vulnerabilidad, que en los sectores más humildes, que hoy el tema del narcotráfico que hablan que lo quieren vincular, aquí se mezcla todo los intereses de la guita, aquí no importa la salud ni la seguridad, somos números  que tenemos que llenar estadísticas, ya sea como perejiles, como consumidores. El 80% de los detenidos son por  tenencia de estupefacientes”.

Entre las opciones que vislumbran las personas que como Horacio defienden el autocultivo y el consumo tanto medicinal como recreativo, apuntan a un tema sanitario: “Lo correcto que se lo trate por una cuestión de salud pública, que es lo que se exige. Cuando hablamos de un cultivo casero, que aleja a comprar del mercado negro. La marihuana que viene del mercado negro es una sustancia que procura la rentabilidad que viene con porquería, que no permite que se libere la clorofila”.

Autocultivo o nada

“Hoy la evidencia cada vez más fuerte es que los daños de las drogas legales son realmente graves e irreversibles en comparación con la toxicidad que tiene la marihuana. Y por qué la importancia de cultivar en el hogar, porque uno conoce lo que está cultivando. El tema del cultivo orgánico que hoy es importante, lo que genera tantas enfermedades son los agrotóxicos. El autocultivo casero lo que garantiza es una vida orgánica, que es a través de diferentes organizaciones, que hay en el país, que se trasmite esta experiencia de cultivo y de los derivados”.