Los intendentes que posibilitaron triunfos electorales a un Urtubey que nunca tuvo el acompañamiento de la capital provincial, están incómodos. Fueron reunidos por Urtubey que les informó que será reelegido en el 2015 y se encontraron con un Miguel Isa que les informó que no resignara su candidatura a gobernador.

El almuerzo fue en Las Costas. Para algunos, los intendentes fueron al lugar sin saber a qué precisamente; para otros eran muchos los que ya sospechaban el motivo. De lo que nadie duda es que la rosca fue preparada por el llamado ministro político, Eduardo Sylvester, y Juan Pablo Rodríguez. Lo que también es cierto es que allí, en ese encuentro, los intendentes escucharon del propio Urtubey que iba a ser candidato en el 2015. No a presidente – aventura a la que ya parece haber renunciado – sino a gobernador.

Desde entonces todo se volvió incómodo. Y es que entre los presentes estaba el intendente de la capital, Miguel Isa, que como todo el mundo sabe desde hace meses declama que será el próximo gobernador de la provincia. De allí que la mirada de los presentes se dirigieron hacia allí para encontrar una actitud entre diplomática y determinante. Diplomática porque Isa tomo la palabra para desarrollar una estrategia a la que podríamos denominar “la estrategia del clavo”, que dice que a los clavos se los saca sólo para arriba. Fue cuando el “turco” empezó a decir que Urtubey era el mejor candidato a presidente que existe.

La determinación se vio por otro lado: el intendente ratificó que no se baja de la candidatura para la gobernación a la que aspira por tercera vez. La declaración de Isa causo el efecto esperado. Mostro a los intendentes que el intendente capitalino esta decidido y dejo a los mismos intendentes en una posición inmejorable. Y es que aun cuando la incomodidad se impuso, todos saben que para los intendentes esa emoción es tolerable porque la disputa de dos hombre por la misma gobernación levanta el valor del cada uno de los capangas territoriales que podrán vender mas caros sus nefastos servicios electorales.