En Quijano se oponen a aprobar las ejecuciones presupuestarias de 2017 y 2018 al intendente Manuel Cornejo. Los concejales de la oposición denuncian que los números no coinciden y que el proceso llevado a cabo hasta el momento está lleno de irregularidades. (Nicolás Pantaleón Abalos)

La localidad de Campo Quijano es el escenario nuevamente de conflictos de intereses entre los ediles que conforman el bloque opositor, los oficialistas y los que se manejan de acuerdo a “criterios específicos”. Por un lado están los ediles Ariel Gallardo (UCR), Débora López (PRO) y el eterno Carlos Querubín Sosa (PAIS); por el otro están los ediles funcionales al intendente Manuel Cornejo: Carlos “Lupi” Cruz y Miriam Canchi (PR). Sin bandería política quedarían al medio lino Yonar (actual presidente) y Leonardo López (FP).

En esta oportunidad el conflicto tiene que ver con la aprobación de las ejecuciones presupuestarias de los ejercicios 2017 y 2018. Todo inició a principio de mes cuando por fuera del reglamento interno se trató el juicio político al intendente y a varios ediles en una sesión secreta sin la mayoría absoluta como lo establece la norma. En esa reunión aparte de desestimar los juicios políticos se ingresó sobre tablas las ejecuciones presupuestarias enviadas por el ejecutivo y con la intención de aprobarlas durante la pseudo “reunión secreta”.

Sin embargo las rendiciones no fueron tratadas ya que no se encontraban en la orden del día y además porque era necesario la conformación de una comisión para su tratamiento. Otra irregularidad grosera era que los números presentados no tenían la firma de un contador que avale tales cuentas.

Así comenzó una larga discusión sobre el tema hasta el punto que desde el 5 de junio hasta la fecha no se dio quorum en el recinto para tratar ese tema. Según la nueva ley de municipalidades en su artículo 69 el ejecutivo tiene la obligación de: “presentar dentro del primer semestre del año la ejecución presupuestaria del ejercicio vencido. La misma ejecución debe remitirse a la Auditoría General de la Provincia antes del 30 de junio de cada año”; plazo que vence este domingo.

Entre los tiempos que apremiaban, Manuel Cornejo se tomó el atrevimiento de convocar a los ediles a una reunión en su oficina para explicar la falta de papeles que completaban las rendiciones. En ese encuentro sin la presencia de todos los concejales, se firmó un acta en la que “los concejales presentes por unanimidad deciden constituirse en comisión y emitir un dictamen favorable y recomendado”. 

El segundo error grosero aquí es la pérdida de autonomía del Concejo Deliberante tras el pedido del intendente de comprometerlos a votar a favor de las rendiciones. La falta de quorum para convocarse a comisión y fuera del recinto es otro error. En las redes sociales, la concejal Débora López tildó esta maniobra “como una simple reunión de amigos”. 

Por otro lado Leonardo López justificó el acta como un documento sin intención de dirigir su voto. “No es que nosotros estemos de acuerdo sino que ellos (por la oposición) se basan en un documento aislado que se firmó con el intendente” afirmó.

Una decisión prejuzgada

A partir de ese momento comenzó una carrera mediática en los pocos medios del pueblo y en las redes sociales para salir a aclarar cuestiones. Entre ellas el presidente Lino Yonar dijo que no se considera oficialista y cargó contra sus compañeros. “Siguen con la excusa de que no cobramos y no se ponen al hombre el trabajo legislativo” expresó Yonar en medios locales y agregó que “solo hacen presencia los miércoles en el horario de la sesión donde se dan cuenta de lo que sucede”.

Según los ediles acusan a sus pares de hacer “futurología” de sus decisiones cuando en realidad las condiciones era favorable la aprobación. “Es fácil dilatar las reuniones y salir en los medios para instalar suposiciones y para prejuzgar la votación del presidente y del resto de los concejales” sostuvo el presidente. 

“No les interesa las ejecuciones presupuestarias más que tener pantalla política” puntualizó.

Irregularidades descubiertas

Además de la falta de la firma de un contador que avale los números presentados por Cornejo, faltaba documentación en los anexos que llegó en el transcurso de la semana. Pero ante la falta de discusión del tema y un pedido de moción de aprobación por parte de Lupi Cruz; su par Ariel Gallardo se levantó y salió del reciento dejando sin quorum la sesión.

“Si quieren discutir, discutamos pero no nos lleven mintiéndonos para mocionar y después aprobarlo” sostuvo Gallardo molesto ante las declaraciones de algunos ediles. Para la última sesión el bloque opositor buscaba contrastar los presupuestos del municipio y los informes del dinero que se envió de provincia en los últimos años.

“Le pedimos al ministro de economía un informe de todo el dinero que le enviaron al municipio desde el 2010 hasta el 2018” sostuvo Gallardo el único concejal del bloque presente ya que Débora López y Carlos Sosa no estuvieron presentes. “Con eso pude contrastar en base a las planillas que envió el intendente” agregó.

Tras el análisis de las dos cuentas se revelaron algunas incongruencias. “Hay partidas que están gastadas y otras que manda el Ministerio de Economía y el municipio pone que gastó menos, sino se lo gastó tiene que aparecer como superávit” señaló el edil.

“Manuel (Cornejo) dice que Quijano está mal porque no le alcanza la plata y nosotros los vecinos que Quijano está mal porque se está robando; y las ejecuciones presupuestarias es donde podemos evaluar eso” señaló. “Si aprobamos la ejecución presupuestaria estamos diciendo que Manuel administró bien la plata, por eso está mal Quijano” concluyó.