Por María Laura Tórtola

El filósofo italiano Giorgio Agamben al preguntarse qué significa ser contemporáneo, intenta mostrarnos la diferencia entre ser actuales y vivir más allá de nuestro propio tiempo, de modo que, inmersos en nuestra época, podamos percibir la ausencia de luz que hay en ella.

En nuestro andar estamos ciegos, pero a mi modo de ver, nuestra ceguera no proviene de la oscuridad, sino que estamos tan encandilados por el miedo, que no podemos ver, tal como en “Ensayo sobre la ceguera” de Saramago[1]. Aún más, tomando al propio Agamben en una de sus últimas declaraciones: “estamos en una guerra con un enemigo invisible.”[2]

Esta época-bestia tiene la espalda quebrada y es nuestro deber como pensadores el poder caminar en la oscuridad y neutralizar toda esa luz que nos encandila, esa luz que hoy es llamada “medios de comunicación”.

En nosotros está la pesada carga de esquivar el miedo, el pánico que nos vuelve enemigos unos con otros, pongamos como ejemplo esta pandemia mundial, como dice Agamben, “es la excusa perfecta de los gobernantes para que vivamos en un estado de excepción”[3]. Tenemos que estar recluidos en nuestras casas (los que las tenemos) y separados físicamente, no podemos ir a la universidad y aún más grave, los trabajadores independientes están obligados a estar desempleados porque vivimos sumidos en el capitalismo, donde cada individuo es visto como capital humano.

“Hacer vivir, dejar morir”[4] diría Foucault (2007), hemos perdido nuestra libertad de la mano de las sirenas policíacas; y, el pánico de esta pandemia que, sin ánimo de minimizarla, apareció como una moda que vuelve a instaurarse como en cada siglo.

Agamben toma como ejemplo de quién es contemporáneo al poeta como el que debe “mantener fija la mirada en los ojos de su siglo-bestia y soldar con su sangre la espalda quebrada del tiempo.”[5]

Me viene a la mente una poeta salteña, siempre contemporánea: Teresa “Kuky” Leonardi Herrán, quien en una de sus últimas entrevistas[6] dijo:

“Este país colapsa de instante en instante, que horror, es una cloaca que rebalsa”. “La mentira ya es a mansalva, son una basura, es diabólico. Me angustia la pobreza que hay.”

Claramente estas palabras estaban referidas al gobierno de Mauricio Macri durante el mes de marzo de 2019, pero podemos hacer uso de ellas para describir la situación del mundo ahora, como dice Agamben, “nuestro projimo ha sido cancelado”.

Por último propongo pensar ¿Podremos percibir esta ruptura vertebral del mundo y caminar entre las sombras del miedo sin dejarnos aprisionar por el ahora? La cura está en nuestras manos.

Bibliografía.

 

[1] Saramago, José (1995): Ensayo sobre la ceguera. Editorial Caminho. Lisboa.

[2] Agamben, Giorgio: https://www.quodlibet.it/giorgio-agamben-chiarimenti

[3] Agamben, Giorgio: https://www.quodlibet.it/giorgio-agamben-l-invenzione-di-un-epidemia

[4] Foucault, Michel (2007): “El nacimiento de la Biopolítica”

[5] “El siglo” poema de O. Mandelshtam. Citado en: Agamben, Giorgio (2011): ¿Qué es lo contemporáneo?

[6] https://cuartopodersalta.com.ar/teresa-kuky-leonardi-herran-luchar-por-nuestros-derechos/