Para el gerente de SAETA, Claudio Juri, el cambio de ubicación de las máquinas en las unidades obedece a que «antes, de cada 10 pasajeros que subían, pagaban 4».

Una vez más SAETA apunta contra los usuarios del transporte público para justificar medidas inconsultas y que generan amplio rechazo. En este caso, la empresa anunció que las unidades cambiarán el lugar de las máquinas receptoras de tarjetas para evitar que más personas ingresen sin pagar. De esta forma, los aparatos se ubicarán al costado de los escalones, de manera que nadie ascienda a la unidad sin haber abonada el boleto.

La iniciativa generó todo tipo de reacciones en redes sociales y en medios de comunicación. Algunos usuarios destacaron el retardo que la nueva medida podría ocasionar en los recorridos habituales, dado que ningún pasajero podrá pagar su boleto con el colectivo en marcha y, por el contrario, el chofer deberá aguardar que todos los ingresantes hayan abonado la tarifa. Otros señalaron que para los ancianos resulta muy poco seguro efectuar el pago del boleto en los escalones y con las puertas abiertas.

Desde SAETA, sin embargo, optaron por argumentar de la misma forma que lo hacen cada vez que se intenta modificar algún aspecto del servicio. «Antes, de cada 10 pasajeros que subían, pagaban 4» resaltó el gerente de la empresa Claudio Juri. Una vez más, los usuarios son señalados como responsables de las medidas autoritarias de la empresa de transporte público de pasajeros.