Las autoridades sanitarias de Brasil suspendieron los ensayos clínicos de la vacuna china del Laboratorio Sinovac Biotech, contra la covid-19 luego de que un voluntario sufriera «un incidente grave». No dieron detalles al respecto, pero si hablaron de efectos secundarios fatales, una discapacidad grave, una hospitalización y otros «acontecimientos clínicamente significativos».
Por su parte, el laboratorio en cuestión dijo que están confiados en la seguridad de la vacuna y que el incidente en cuestión no tenía relación con la vacuna. El Instituto Butantan, organismo público que coordina los ensayos de la vacuna en Brasil, se mostró sorprendido por la suspensión de los ensayos. Están investigando en detalle lo que ocurrió y a disposición de la agencia reguladora brasileña para aportar toda aclaración necesaria sobre cualquier incidente que pudo ocurrir en los ensayos clínicos.
La CoronaVac encarnó una batalla política en Brasil entre uno de sus mayores defensores en el país, el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, y su principal rival político, el presidente Jair Bolsonaro. El primero dijo que «lamenta haber tenido conocimiento de la decisión por la prensa, en lugar de hacerlo directamente por Anvisa» y que esperaba más información sobre «las verdaderas razones de la suspensión».
En varias oportunidades, Bolsonaro descalificó la vacuna china y promovió en su lugar la que está desarrollando la Universidad de Oxford con la compañía farmacéutica británica AstraZeneca. A tal punto que el mes pasado, canceló un acuerdo de compra de 46 millones de dosis de la vacuna china que había anunciado su propio ministro de Salud. «El pueblo brasileño no será el conejillo de indias de nadie», dijo Bolsonario, refiriéndose a la vacuna china «de Joao Doria».
Horas antes de que se anunciara la suspensión de los ensayos, Doria había indicado que las primeras 120.000 dosis de CoronaVac iban a llegar a Sao Paulo el 20 de noviembre. Su estado tiene un acuerdo con Sinovac para adquirir 46 millones de dosis, seis millones producidas en China y el resto, en Sao Paulo. Pero el mismo día en que Pfizer anunció que su vacuna tiene el 90% de efectividad, se anunciaba la suspensión del ensayo clínico de la brasilera.

Ambas vacunas, como todas las otras, se encuentran en la fase 3 de los ensayos, es decir que están listas para obtener o no el visto bueno de las autoridades reguladoras. Ambas se están probando en Brasil, el país con el segundo mayor número de muertos por covid-19 por detrás de Estados Unidos, con más de 162.000 fallecidos.